Rechazada

Cuatro

-¿Vestido o pantalón?

-Pantalón -Responden ambas.

-El vestido te dará frío y el pantalón será menos.

-Pero te hará ver sexy -Contrataca Ruth.

-No me interesa verme sexy. Sólo iré a una fiesta no a tener sexo.

-Pero el sexo no te haría mal. Estas muy amargada.

-Si como tu digas.

-Bueno Apúnrate que no tengo todo el día para estar aquí hablando por celular contigo.

-Bien. Llevaré un pantalón de tiro alto y...

-Unos tacones.

-Tacones no. Ella se caerá.

-Tengo unos botines con tacón. ¿Sirven?

-Pues claro.

-Bien ¿Y la parte de arriba?

-Un poleron.

-¿Un poleron? Estas loca parecerá una demente. El poleron se lleva con Shorts y unas bucaneras lo cual llama más la atención y la hace ver sexy si el poleron es grande pues parece que no llevará nada debajo.

-Pero parecerá puta Ruth.

-Pero todos van a querría con ella.

Espero que dejen de discutir. Me despido de ellas y yo misma prefiero elegir mi topa. Y termino optando por unos unos jeans negros y una polera de vuelos amarilla justo a mi chaqueta de cuero negra y mis botines igualmente negros.

Me saco una foto y se las envió a las chicas. Inmediatamente llegan los mensajes de alago de Ruth y de satisfacción de Clark.

Salgo de casa al percatarme de que faltan dos minutos para que Tyler llegué. Trató de evitar el encuentro con papá. No quiero que me aleje de el o sea lo que intente hacer.

Minutos después aparece un audi negro frente a mi.

-¿Porque estas aquí?

-Preferí esperarte aquí.

-O no querías que tu padre me viera.

-Las dos. Sabes que papá y yo no tenemos buena comunicación.

-Lo se. Yo y mi viejo estamos así aveces pero al menos tengo el privilegio de no vivir con el.

-¿Vives sólo? -Preguntó tomándome con su mirada.

-Si, desde que comenzó el año. Quería más libertad e independisarme.

-Ah, verdad que este es tu último año.

-Si.

Nos mantenemos callados en el transcuro del camino a su departamento.

Llegamos a un bonito departamento lleno de gente.

-Tyler -Gritan un grupo de chicos. Al mirarlos me percató que son los del Colegio. Sus amigos.

-A si que tragiste a una chica -Susurra Troy su mejor amigo pero igualmente lo escucho.

-Ella es Mía -Me presenta.

Troy abre excesivamente sus ojos ¿Acaso tiene algo malo mi nombre?

-Oh ¿Tú eres la chica qué siempre va dejar?

-Si.

-Te he visto. Eres un año menor que nosotros.

-Si, salgo el próximo año.

-Una lástima que salgamos este año. Pero bueno hay que disfrutar.

-¿Bailamos? -Me pregunta Tyler.

-No -Noto un deje de decepcion en su mirada -Nunca he bailado.

-Yo te enseñó -Me ofrece su mano que no dudó ni un minuto en tomar.

Nos ubicamos en la pista de baile y nos mecemos al compás de Glory de Bastille. Sigo los movimientos de Tyler, damos vueltas y giros hasta que canción acaba.

-Lo hiciste bien -Me álava.

-¿En serio?

-Si, bailas muy bien -Pronuncia provocando un sonrojo en mis mejillas.

-Gracias.

-No...

-¿Qué haces con ella Tyler? -Habla una voz a mi espalda.

-Amber -Escapa sigilosamente de sus labios.

-¿Dime que haces con ella aquí? -Me doy vuelta hasta quedar para en medio. Justo entre los dos.

-Eso no es asunto tuyo Amber -Responde con voz firme y decidida -Terminamos hace tres meses. Lo que yo haga ya no te debe importar.

-Me importa. Porque aún te amó.

-No, yo termine contigo cuando me enteré de lo que hacías con Edward a mis espaldas. Con mi puto mejor amigo el cuál te venías tirando desde no se, talves siempre. Yo te quería pero tú me destruiste. Ahora déjame y no me busques.

Toma mi mano y nos saca a ambos del lugar. Suelta mi mano y lanza un gran grito seguido de insultos y golpes a la pared para después jalar de su cabello.

-Ella vino a arruinar todo -Exclama sentándose en el pavimento tomando un cigarro entre sus dedos.

-Ella no arruinó nada Tyler -Susurro sentandome a su lado.

-Claro que si. Estábamos bailando de lo más bien pero ella apareció.

-Ella no arruinó nada. Este momento es especial si tu estas conmigo -Levanta su vista cruzadose con la mía y se comienza acercar a mi lentamente.

Levanta su mirada a mis ojos pidiéndo permiso que le cedo asintiendo lentamente con mi cabeza.

Y la luz de la luna justo en una calle sentada en una vereda doy mi primer beso sintiendo esas pequeñas mariposas revolotear en mi estómago con mayor ferocidad que nunca antes.