Rechazada

Quince

Mas feliz no podía estar. Iba tener un bebe, seria madre. Después al llegar a casa Nash se alejo de mi, todo por el posible aborto. Admito que ahora que lo pienso siento terror de ello.

-Nash -Susurre al sentir la cama hundirse a mi lado. Rapidamente gire sobre mi cuerpo hasta caer sobre el pecho de el -Te extrañe.

-Yo igual Mia -Como este el bebe -Pregunto acariciando mi vientre.

-Vivo -Lance una carcajada. Inmediatamente sentí su cuerpo estremecerce tras ello -Nash...

-Sabes que pudiste a verlo perdido. Y todo por mi culpa.

-No es tu culpa.

-Estaba teniendo sexo contigo cuando comenzaron los dolores. Yo fui muy brusco ese día.

-No sabíamos de la existencia del bebe Nash -Suspire. -Por favor no sufras por ello -Susurre aferrandome mas a su pecho -Me duele que tu pienses en ello, el bebe esta vivo, esta aquí con nosotros. No me hagas pensar en que hubiera pasado si hubiera fallecido -Llore.

-Lo siento. Es inevitable pensar en ello.

-La culpa es de los dos, no pienses que solo tu fuiste el culpable. No sufras tu solo en silencio.

-No sabes cuanto te amo. Soy tan afortunado de tenerte Mía. 

-Y yo soy afortunada de a verte conocido. Tu me salvaste Nash, tu me enseñaste lo que es no dejarse vencer, lo que es seguir a delante, lo que es volver a amar y que te correspondas. Tendremos un bebe y nos vamos a casar. Me haces la mujer mas feliz en el mundo -Hable entre sollozos.

-¿Porque lloras?

-No lo se. Porque te amo -Dije por primera vez sintiendo mi corazón latir de manera desenfrenada dentro de mi.

-Yo también te amo.

-¿Nash?

-¿Si?

-¿Me podrías traer algo de comer? El bebe tiene hambre.

-Claro. Ahora el bebe solamente tiene hambre -Se burló.

-De verdad que es el. Hace una hora era yo. Pero ahora es el.

-Bien. Le buscare algo de comer al bebe.

-Que sea dulce por favor.

-¿Algo mas en especial?

-¿Podría ser helado? De chocolate --Sonreí.

-Creo que no queda Mia -Hice una mueca.

-Podrías ir  a comprarlo. Antes de que se me antoje comer otra cosa -Hable.

-Dios. Todo por ti y el bebe. Solo por ello iré a mitad de media noche a comprar helado.

-¿Amor? -Pregunto asomando su cabeza por la puerta.

-¿Que pasa?

-¿No piensas vestirte?

-¿Para que?

-El ginecólogo -Respondió de lo mas obvio.

-Oh yo...

-¿No me digas que lo Olvidaste cariño?

-Si -Susurre.

-Mmm bueno. Tienes como 10 minutos para colocarte algo.

-Al tiro -Respondi levantando me del sofá y colocando en pausa la película.

Me había vestido con algo de lo cómodo. Un sweter grande de color azul marino y un pantalón.

-¿Te coloca nerviosa esto? -Pregunta entrelazando su mano con la mia.

-Claro Nash. Dentro de poco nos mostraran a nuestro bebe. Estoy muy nerviosa.

-No lo estés Mía. El bebe estará bien, tendrá a una mama increible que lo ama y al papa mas sexy de todos -Respondió elevando su ego.

-Eres un idiota.

-Y así me amas.

-Mía Trevino.

-Es hora informo dando un pequeño apretón a mi mano.

-Lo se. Es hora.

-No tengo ganas de ir Nash.

-Si no te sientes bien no vallas me informa.

-Lo se. Pero igual hace mucho que no veo a los niños -Murmure.

-Lo que importa es tu estado Mia.

-Lo se. Ire mañana.

-Bueno cariño. Yo me tengo que ir. Come mucho y alimenta al bebe.

-Eres malo. Si sigues incitandome a que coma terminaré siendo obesa.

-Una obesa muy sexy. Con mi hijo dentro de ella.

-Te amo -Susurre besando sus labios y atrayendo su cuerpo hacia el mio.

-Mia, tengo irme.

-Lo se. Solo no pasa nada si llegas un poco tarde.

-Mia, el bebe -Susurro.

-El bebe esta bien. Yo ya estoy bien, sabes que ya podemos -Repondi volviendo atacar sus labios mientras mis manos se iban apoderándose de su camisa tratando de quitarla.

-Mia -Gimio sobre mis labios -Solo media hora -Respondió tras dejar su maleta en el suelo y quitarse la chaqueta del traje.