Rechazada

Díez

Ya había pasado la semana. Y yo y Nash viajamos a parís. Y hoy era nuestra última noche.

-Amor.

-¿Si?

-Quiero que te coloques el vestido más hermoso y elegante que tengas -Me pido.

-¿Por?

-Hoy te tengo una sorpresa.

-Mmm, tu y tus sorpresas.

-Siempre te gustaron mis sorpresa -Susurro a mi oído mordiendo el lóbulo de mi oreja.

-Nash no otra vez.

-No lo haré por ahora. Porque te aseguró en la noche me pedirlas garitos que te haga mía.

-Dios para -Susurre a su oído.

-Bien pero te diré que tienes tres horas para bañarse. Maquillar y todo lo que haga falta.

-¿Tres horas?

-Si ¿Te he dado muchas?

-No sólo déjalo ahí que oye estaré lista -Corrí al cuarto -Yo pido el baño primero -Exclame.

-¿Y si nos bañamos juntos para ahorrar dinero? -Me contesta entre un tono juguetón.

-Ni lo sueñes Nash -Le respondí asomando mi cabeza -Llevo tres años contigo, te conozco.

-Por eso te quiero tanto.

Elegí un vestido rojo vino junto a unos tacones negros. Una elección elegante para una noche. Mientras que mi cabello permanecía natural como siempre y el leve maquillaje en mi cara compuesto por iluminador y un labial mate del color del vestido. Era lo que más resultaba pues lo demás sólo era un par de sombras leves.

Camine lentamente hacía el. Cosa que no duró mucho al sólo dar tres pasos el ya había girado para encintrarse conmigo.

-Creo que me he vuelto a enamorar de ti -Murmuró examinando mi cuerpo detalladamente. Cosa que imite al comenzar hacer lo mismo con el.

Llevaba un traje completamente negro de pies a cabeza literalmente. Pues hasta su camisa era negra abierta en los primeros dos botones junto a una rosa roja entre sus manos.

-Las fotografías duran más Mía.

-Lo sé. Pero mis ojos son como una grabadora de video que siempre recordaré y nunca olvidaré.

-Mi profesorá favorita acaba de sacar una de sus ¿Lecciones conmigo? -Pregunta llevando una ceja mientras se acerca siguiloamente hacía mi.

-Puede ser -Jugué con el.

-Oh, me gusta -Respondio ya teniendome en sus brazos.

-No podemos hacerlo.

-Entonces no hagas que esto -Se frota contra mi haciéndome sentir su gran erección -Vuelva a despertar.

-Bien, pero no prometo nada.

-Eres malvada.

-¿Puedo quitarmelo ya?

-No.

-¿Y ahora?

-Sólo unos pasos más Mía. Dios espera un poco.

-Bien.

No se cuánto tiempo transcurrio sólo sentí sus manos tras mi nuca desatando el nudo. Enfoque la vista unos minutos hasta encontrar el puente de las artes.
Más conocido con el puente de los candados de corazones.

-¿Que hacemos aquí? ¿Acaso pondremos un candado?

-Mmmm, si y no.

-¿Y entonces que hacemos aquí? -Pregunto tras toparme con su mirada.

-Yo... -Veo como lentamente se arodilla frente a mi -Mía Trevino, aún recuerdo cuando te conocí, chocaste conmigo por casualidad. Un hermosa casualidad que cambió mi vida. Y hoy cinco años después de a vernos conocido y cuatro de noviazgo. Creo que ya es el momento de dar el pasó. Más bien yo quiero dar el pasó contigo. Y quiero que sea para siempre -Se arrodilla frente a mi sacando una pequeña caja de tercio pelo roja para seguido abrirla y aparecer un hermoso anillo -Mía Trevino ¿Quieres casarte conmigo?

Mis ojos se cristalizan inmediatamente y recuerdos vuelan a mi.

Flash back

-Entonces brindemos por nosotros. Porque hoy comienza el día de nosotros. Porque este día es sólo tuyo y mío. Porque tú eres mía Mía.

-Y tú eres mío Tyler.

Fin del flash back

Flash back

-Me gusta esto -Se queda callado unos segundos antes de volver hablar -Me gusta estar contigo. Abrazarte y tenerte entre mis brazos. Este es nuestro momento.

-¿Sólo tú y yo?

-Sólo tu y yo -Confirma besando mi cuello -Ahora nos vamos a bañar -Exclama tomando mi cuerpo para dejarme sobre su su hombro.

Fin del flash back

Se que Tyler fue mi primer novio y mi primer beso. El fue mi primer amor, algo que jamás olvidaré. Pero el decidió dejarme el decidió rechazarme. Y ahora yo debo ser feliz y olvidarlo tal y como el hizo conmigo si es que me llegó amar.

-Si, quiero casarme contigo Nash -Sus brazos se vuelven en mi cintura hasta levantarme y dar giros.

-Te amo.

-Y yo a ti Nash.

-Ahora el candado -Murmura sacando un candado de colores. Rojo y azul. Su color y el mío junto a un pulmón permanente dorado.

Escribe su nombre y el mío. Toma la llave y la besa. Una llave con nuestras iniciales. Tomó la llave entre mis manos y deposito un beso sobre ella al igual que el.

Para seguido lanzarla al agua. Una promesa igual que hace años atras. Una promesa que planeó cumplir.