Rechazada

Cinco

Un momento especial al lado de un chico especial. Jamás creí que tendría mi primer beso con el chico más popular de todos. Nisiquiera creía que yo le atraía. No tenia pensado que eso ocurría.

Ya había transcurrido dos semana de aquéllo. La primera semana Tyler  falto a clases. Al punto que hice de todo para averiguar sobre el. A la segunda semana apareció pero actuaba lejano los primeros hasta hasta hoy.

-¿Que me dices si salimos hoy? -Pregunta vijando su mirada en mi.

-¿Hoy?

-Si ¿Tienes algo que hacer?

-No, pero me tomaste por sorpresa -Le explicó mientras muevo el alimento de un lado a otro.

-Entonces te tomaré por sorpresa más seguido -Susurra acercando su rostro al mío e inmediatamente muerdo mi labios. Tedre que cambiar esa manía mía pues ya comienzo a sentir mis labios ásperos.

-Bien, nos vemos esta noche.

-Te pasó a buscar a las nueve -Avisa besando mi mejilla llena de comida -Ahora te dejó comer con tus amigas que tengo que irme.

-Ufff tienes una suerte. Un dios griego como el detrás tuyo -Suspira Ruth siguiendo con la mirada a Tyler. Inmediatamente frunci el ceño. Cosa que jamás me había ocurrido y éso que Ruth siempre habla de el.

-Deja de hablar de Tyler Ruth Le reclame frunciendo mis labios provocando una mueca en ellos junto a él entre ceño fruncido haciendo una clara muestra de mi comportamiento.

-Creo que nuestra Mía está celosa -Susurra Clark.

-No estoy celosa.

-Bueno entonces seguiré hablando de Tyler y su hermoso trasero. ¿Sabías que tiene un trajeron de infarto? -Exclama adrede. Pero no caeré -Dios y sus abdominales, ¡oh! Y ese trasero lo mejor de todo son sus magníficos glúteos que nome quiero nisiquiera imaginar su pen...

-Cierra la maldita boca -Explotó.

-¡Lo sabía!

-¡Si! ¡Te gusta Tyler!

-No me gusta Tyler.

-Claro que te gusta. Estas enganchadisima por el -Asegura Clark mientras juega con sus pelirrojos y ondulado cabellos y una mirada de complicidad en au rostro.

-Eso es mentira -Inspiró fuertemente soltando la respiración mientras juego con mis manos. -Bien, puede que me guste. Pero sólo un poco -He inmediatamente mis mejillas se tiñeron de carmesí.

-Si, dame mis tres mil pesos -Le exclamo Clark a Ruth.

-Arggg, maldición Mía no podías cerrar tu boca aún que sea un par de horas -Me exigió estendiendo los billetes.

-Ustedes no paraban. Más bien fuiste tú.

-Oh mierda yo misma he perdido -Susurro fijando mi mirada en Ruth.

-Y yo he ganado dinero sin esfuerzo alguno -Hizo un extraño baile con sus manos y caderas.

-Si, siempre es igual contigo.

-Pero si haces lo mismo que Ruth. Y ahora te quejas porque he ganado yo.

-Eso es mentira roja -Se excluyó levantando sus manos.

-Que no me llames roja.

-Tu cabello te delata.

-Arggg sólo ayudenme a elegir lo que usaré hoy -Exigi.

-Bien. Un vestido.

-¿Y unos Shorts? ¿No te parecen mejor?

-Es algo formal. Ósea el dios griego la invito a salir. Definitivamente vestido.

-Tienes razón. ¿Qué color? -Pregunta mi roja amiga cruzando su mirada con Ruth.

-Rojo -Propone Ruth.

-No, dios parecera puta -Murmura Clark.

-Perdón pero hoy llevó rojo -Le reclama Ruth con su ceño fruncido -Y tú cabello es del mismo color. Así que no te quejes -Una  enfadada Clark abría excesivamente sus labios al mismo tiempo que fruncia sus ojos.

Y así transcurre una hora junto a ellas eligiendo un vestido y a las palabras y actitudes que me explicó mi loca amiga de cabello azul. Si Ruth tenía su cabello azul, más bien tiñó otra vez. Si hay alguien que ama experimentar colores en cabellos la número es ella.

-Bien, ya sabes. Nosotras nos vamos y en cinco minutos llega el. Aprovecha ese tiempo a su lado.

Después de que ellas se marcharan de mi casa a los minutos procedí hacer lo mismo.

Bajando lentamente las escaleras para tomarme a mi padre parado en la escalera.

-¿Dónde irás? -Habla con su semblante serio.

-Saldré con un amigo -Hablo firme parandome derecha frente a él sin dejarme intimidar.

-Un amigo -Murmura -Tú crees que soy idiota y que no me doy cuenta que te irás a encamar con tú supuesto amigo.

Me mantengo calla con mi mirada sobre su rostro tomándome con sus ojos.

-El es sólo un amigo papá -Respondo ya débilmente.

-Hacelo rápido porqué no te abriré la puerta más allá de las doce. Así que tienes hasta las doce.

-Claro -Susurro. -Adiós papá.

Salgo de casa sintiéndo un dolor en mi pecho. Dolor que siento cada vez que el habla. De su boca siempre escapan palabras dolorosas y perturbadoras hacía mi.

Camino hasta quedar parada frente la esquina de la callé para toparme con un audi negro y un chico con su mirada fija sobre mi.

-Hola -Susurra hacía mi.

Borró la mueca de mi rostro. Tomó una respiración profunda y le devuelvo la sonrisa.  Olvidando atrás un padre que no me quiere y jamás me querrá.

-Hola Tyler.