Rechazada

Ocho

El primer mes transcurrió de lo más normal. Salíamos con las chicas y sus amigos. Obviamente a mi padre le mentía diciendo cosas como que tenía trabajo que hacer o que iba a la biblioteca. Así que aveces me tocaba ir a buscar libros para que el no sospechara. Aún que obviamente Amber no me quitaba la mirada de encima. Y aveces sentía que el la miraba con lástima y que tan solo la extrañaba.

El segundo mes le siguio igual, salíamos. Pero ahora sentía que Amber ya no estaba tan interesada en nosotros. Pero Tyler se hallaba más intranquilo y distante.

Al tercer mes volví todo a ser normal. Estábamos bien juntos y feliz al igual que al cuarto mes. Y el quinto fue cuando todo comenzó a ir mal. Sólo yo no me día cuenta hasta que el me lo grito a la cara.

-¿Y tú novio?

-El sé fue con sus amigos. Dijo uefa quería estar con ellos que no los veía.

-Mmmm entonces una tarde para nosotras.

-Si, y hablemos de ese amigo de cabello negro y tatuajes -Murmura nuestra rosada amiga. Ahora el cabello de Ruth era rosa.

-Está bien.

Pasamos una linda tarde y vuelvo casa sin ningún mensaje de parte de Tyler.

-Bien, talves aún no se desocupa.

Tome una ducha y me dormí. Hasta el otro día llegar tarde. Me había levantando tarde y peor aún más parecía me encontraba cansada y mi rostro se veía horrible. Era uno de esos días en los que sentía que todo se movía rápido y yo iba lento.

-Dios te vez horrible.

-Lo sé.

-Iré a buscar a Ruth que no aparece. ¿Vamos?

-No, yo me quedo aquí. Aparte de que tengo que buscar a Tyler.

-Bien, entonces espera que ya vuelvo -Murmuró levantandose de la banca hasta desaparecer.

Sólo me bastó unos minutos para buscarlo. Los cuáles no me sirvió pues no lo vi.

Tome mi celular. Me encontraba revisando si es que Tyler estaba conectado cuando escuche una voz.

-Tenemos que hablar Mía.

-Oh, Tyler. Te estuve buscando.

-Si, yo también a ti. Tenemos que hablar -Respondio seriamente.

-Oh, las chicas se quieren ir con nosotros...

-Mía -Me interrumpe.

-Pero si no puedes esta bien...

-Quiero que terminemos Mía.

-¿Que? -Escapó de mis labios -Buena broma. Pero la verdad es que no quiero bromear he tenido un día...

-No es broma Mía -Contempló su rostro. Fresco, normal y serio.

-Está funcionando muy bien esta broma.

-Mía, estoy hartó. Quiero terminar contigo.

-¿Qué? -Mi corazón se detiene para volver a latir más rápido y con fervor que antes.

-Lo que haz escuchado Mía. No quiero estar más contigo, ya no puedo estar más a tú lado. No puedo mentir más.

-¿Mentir? Mentir que si nos queremos. Yo te quiero y tú me quieres a mí Tyler.

-No, yo no quiero. Jamás te quise. Sólo te use para olvidame de Amber y tú fuiste ese medio -Murmura topandose con mi mirada. Su mirada está fría, está distante y lejana. Ya no era Tyler, no era mi tyler.

-Mientes -Susurre -Tu me quieres y yo a ti. Yo te amó Tyler. Te amó. -Solloze lanzandome a sus brazos -Te amo -Lloré sobre sus hombro.

-Pero yo no a ti. Lo siento pero yo no te amó Mía -Contesto de lo mas frio.

-¿Y las promesas que hicimos? Prometiste estar a mí lado por siempre. Que siempre estaríamos juntos -Hablo entrecortadamente.

-Pues aveces las promesas no se cumplen. Ahora déjame sólo y alejate de mi que yo no te amó. Y haz tú vida.

-No, yo quiero hacerla. Contigo. No me alejes de ti -Solloze.

-Déjame -Respondió bruscamente empujando mi cuerpo lejos de el.

-¡Tyler! -Grite al verlo alejarse de mi y dirijirse a su audi negro -¡Tyler!

Pero el no se dio vuelta. El me dejó. A las dos semanas después se licenció. Pero seguía llamándolo. Yo siempre lo ame y si el no me amaba a mi me dio igual.