Rechazada

Dieciséis

-¿Te gusta?

-Es muy hermoso. ¿Crees que a la bebe le guste?

-Claro cariño. Se vera hermosa en el. -Respodio envolviendo sus brazos

-Cada dia crece mas Nash -Sonrei abrazandome a el.

-Tienes 5 meses Mía es obvio que nuestra hija tiene que crecer.

-Lo se.

-Bueno amor necesitamos alistarnos Hermosa -Habla acariciando mi cabello.

-No tengo ganas de ir ahora. Solo me quiero quedar contigo amor -Susurre dejando un pequeño beso en sus labios.

-Tienes que ver tu vestido de novia cariño -Responde frunciendo el ceño. No pensaras ir en ropa interior a la boda.

-Ya me da igual si voy con ropa o sin ella. De todas formas tu me la quitaras en la noche -Habla antes de sentarse sobre mi.

-Oh Mia.

-Vamos Nash.

-¿Tu no te cansas acaso?

-No soy yo, es el bebe -Responde depositando pequeños besos húmedos  en mi cuello al mismo tiempo que adentro sus manos en su polera.

-¿Hormonas?

-Muchas, te quiero Nash y ahora.

-Mia, esto esta mal, simpre me haces lo mismo -Suspira he inmediatamnete comienzo a parar mis movimientos -Y yo como simpre caigo. Ojala Stephen no nos diga nada por llegar retrasados -he inmediatamente sonrió antes de terminar de bajar sus pantalones.

Lentamente recorro los pasillos tratando de encontrar la cosa de la lista.

-¿Lo encontraste?

-No. ¿Ni siquiera se que es Nash?

-Ash.. Bueno iré yo a buscarlo. Tu busca tus golosinas.

-No son golosinas Nash -Le respondo frunciendo levemente el ceño al tiempo que le doy un mordisco a mi chocolate.

-Y come mete eso ya.

-¿Que tiene de malo que coma chocolate?

-Que estamos en el supermercado  y que ya se esta comenzando a derretir, manchadas el suelo.

-¿Y que tiene? En los supermercados hay auxiliares y ellos estan para eso.

-Pero tu eres una mujer adulta que piensa. Deberías evitarle trabajo demás.

-¿Y que hago espero a que el bebe pase hambre? -Le recriminó levantando una ceja.

-Bien cariño. Ve a buscar tus dulces.

Me deja sola en medio del pasillo.

-Maldito Nash. ¿Que se cree? Pero tranquilo bebe, mamá te comprara el doble de comida.

Sonrió feliz dirigiéndome hacia los chocolates. Y tomo dos de cada sabor. Ahora me dirijo hacia las galletas.

-Llegaron -Hablo al ver que habían llegado las galletas de avena que tanto me gusta. Justo cuando intento tomar un paquete otra mano choca con la mía. Inmediatamente llevo mi mirada hacia la persona.

-Tyler.

-Mia. Tiempo sin verte.

-Tengo licencia.

-Si ya me lo informaron -Responde bajando su mirada a mi vientre. -Lo de tu embarazo.

-Oh, verdad -Respondo lentamente provocando un momento incomodo entre los dos -Y como le a...

-Te extraño.

-Tyler -Susurro en modo de advertencia. -Nosotros ya hablamos esto.

-Lo se. Pero eso no hará que deje de sentir esto por ti, te voy a seguir amando a pesar de todo.

-Tyler no quiero que hagas esto mas difícil. Afronta la realidad.

-No quiero hacerlo. No quiero ver como tu eres feliz al lado de otra persona, te quiero conmigo, solo conmigo. Así estaré completo, contigo a mi lado.

-Tyler... Me voy a casar y tendré un hijo con el hombre que amo. Por favor no sufras por esto. Tu también mereces ser feliz y estar con alguien que te quiera. Y esa persona no seré yo -Respondo mirando fijamente y analizando cada expresión en su rostro.

-¿Amor? Aquí estas Mia -Responde un contento Nash. -¿Tyler?

-Hola Nash -Saluda el.

-¿Como haz estado?

-Muy bien ¿Y tu?

-Contento, muy contento. Mi prometida esta embarazada. Seré padre -Contesta Nash con un brillo de felicidad en sus ojos.

-Felicidades.

-Gracias.

-Bueno yo me tengo que ir, adiós Nash, y te veo cuando regreses Mía.

-Que te valla bien -Responde Nash. -¿A casa?

-Si amor, a casa.