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Suspiro y entro a la casa de la fraternidad para encontrar un baño. El único abierto está asqueroso, con trozos de papel higiénico y Dios sabe qué líquido salpicado en el suelo. Hago mi trabajo rápidamente y salgo. Paso por una puerta, gemidos tenues salen de ella. Sexo. Siempre con el maldito sexo.
¿Nadie en un radio de veinticuatro kilómetros piensa en otra cosa?
La grieta es más que un poco amplia y reconozco los tatuajes al instante: Jungkook, sujetando al chico pelirrojo en la cama, besando su cuello. Los músculos de su espalda se mueven bajo la esbelta tinta de su tatuaje y la luz de oro de la tarde que entra a través de la ventana. Él pelirrojo lo está disfrutando inmensamente, con una sonrisa en su bonito rostro y su cuerpo retorciéndose alegremente.
Mi pie cruje sobre las tablas del suelo y la cabeza de Ranik se levanta, unos ojos claros miran hacia mí. Me quedo de piedra, pero me compongo y voy fuera rápidamente a mí lugar en la sombra.
Sé que es un maldito Don Juan, por lo que verlo en el proceso de hacerlo no es muy sorprendente, pero me ha alarmado. Calmo mi respiración y le mando un mensaje a Taehyung, tratando de averiguar cuánto tiempo tiene intención de quedarse aquí. A este ritmo, no hay razón para que me quede, desde que Taehyung parece estar bien sin mí. Tiene un amigo con él, uno nuevo.
Tomaré un autobús de vuelta al campus. No es muy tarde para conseguir un poco de estudio a última hora del día. Desde que vi a Jackson y a Namjoon juntos por primera vez y después del acercamiento de Lee, he estado teniendo problemas de concentración. Tengo que estudiar unas horas, concentrado y sin distracciones, para despejar mi cabeza de esta renuencia sin sentido y regresar a la rutina. No puedo dejar que mis calificaciones bajen por algo tan tonto como un capricho o un casi acoso sexual. Mamá se pondría furiosa.
-¡Eh! Guapo.
Levanto la mirada. Jungkook está de pie frente a mí sonriendo. Su claro cabello está despeinado, rígido y seco. El sol hace ver su piel bronceada y con ángulos afilados. Le ignoro y me levanto, buscando un billete de autobús en mis bolsillos mientras camino.
-¡Oye, oye, espérame!
No lo hago. Cruzo la calle dirigiéndome hacia la parada del autobús más cercano, haciendo una pausa para leer el mapa. El 16 me llevará de regreso y llega en unos trece minutos. Me siento en el banco y saco mi teléfono, abro la aplicación tarjetas didácticas para mi clase de español. Bien podría tratar de estudiar donde sea con tal de matar el tiempo.
Un Jungkoook sin aliento se derrumba en el asiento junto a mí después de varios minutos. Lo miro de soslayo. Aún lleva puesto su bañador, con una camisa negra que dice "QUEENS OF THE STONE AGE2" y unos Converse rojos.
-Pensaba que ibas a correr más lejos -dice.
-No corro -digo.
-Oh, lo sé. Tú solo flotas, sin realmente tocar el mismo suelo que nosotros los mortales comunes.
-No estamos en condiciones de hablar. -Intento hacerlo sonar como una burla fría. La mayoría de los chicos se irían. Él solo se ríe.
-Bueno, considerando que acabas de verme hacer algo bastante íntimo, diría que estamos en condiciones de al menos tener una charla informal.
-Lo que hagas o con quién en tu tiempo libre es tu problema. Felicidades.
-¿Por qué?
-El chico. Es muy guapo y parece que le gustas mucho. Serían una buena pareja.
Jungkook me mira incrédulamente y se ríe, largo, fuerte y cálido. Eso me irrita, y le espeto:
-¿Qué es tan gracioso?
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The education of Park Jimin (Kookmin)
FanfictionEn la Universidad Yonsei, Jeon Jung kook es el rey de los chicos malos. Tiene a cada animadora muriéndose por estar en su cama, y tiene bajo su control el circuito de alcohol de menores de edad. Es un lobo solitario que toma lo que quiere, pero nun...