The education of Park Jimin (Kookmin)

Capítulo 12

[...]

Estudio su cara de modelo de Abercrombie. Obviamente dijo algo correcto en el momento adecuado para que Jimin se enamorara de él como lo ha hecho. O tal vez ha sido sólo su rostro. A quién engaño, por supuesto que fue su rostro. Su rostro, sus camisas de polo, sus eventos para recaudar fondos de caridad y su promedio de 4.0.

Pero, de nuevo, Jimin no es de los que se fijan en chicos superficiales. Es demasiado inteligente. Las apariencias no lo engañan por mucho tiempo. Él tiene cerebro, también. Un cerebro grande que es cinco veces más inteligente que el mío.

—Está bien —gruño—. También lo estropeo mucho. Es así.

Namjoon parece aliviado y rompe la tensión asintiendo hacia Rachel.

—¿Y? ¿Ustedes tienen algo? Los he visto hablando.

Sonrío.

—No duro mucho con nadie, amigo. Ya lo sabes.

Se ríe.

—Es cierto. Lástima por el rastro de chicas que dejas atrás. Supongo que son demasiado estúpidas como para conocerte mejor. O tal vez desesperadas por atención. Probablemente ambas cosas.

Su tono es tan malditamente petulante que quiero pegarle. Pero mantengo mi mano quieta mientras puedo. Odia mis aventuras, siempre lo hace. Estaba allí para ver a mi fila de chicas y chicos en la secundaria, también. Los juzga cruel y severamente porque se han acostado conmigo. Porque el chico que le gustaba en la secundaria durmió conmigo y se vio "obligado" a salir con su segunda opción. Soy una señal andante de PRECAUCIÓN y mi pintura amarilla es contagiosa y se pega sobre quienquiera que duerma conmigo.

Namjoon, ajeno a mi ira, agarra por los hombros a un chico de la multitud.

—Jungkook, este es Jackson. Jackson, este es Jungkook, un amigo de la secundaria.

El cabello de Jackson es rubio, corto y brillante, con una raya oscura en él. Sus ojos son de color chocolate, redondos y cálidos. Con una chaqueta de excedentes del ejército y unos vaqueros de color rojo, destaca en la horda de rubios en trajes de cóctel de la hermandad. Todo en ella grita ¡LINDO! y ¡PECULIAR! Desde sus botas de combate a su collar de zorro.

—Hola. —Jackson sonríe—. Oh, vaya, ¡tus tatuajes son impresionantes!

No es mi tipo. Está muy lejos de serlo, realmente. Pero incluso eso no puede impedirme observar su molesto entusiasmo.

—Mierda, gracias. Tomó mucho trabajo y dinero.

—¡Lo apuesto! Mi hermano tiene un dragón en su mano y le tomó dos meses enteros. ¡Probablemente tuviste que ir a la tienda de tatuajes por un año con la rosa en tu cuello! ¿Te dolió?

Sonrío torcidamente.

  —Como una perra. Pero ese es el punto, ¿no? —Frunce las cejas, confundido―. Quiero decir, todo lo que te tatúas en la piel de forma permanente debe ser importante para ti. Tan importante que estás dispuesto a pasar dolor por ello.

Se quedo callado. Puedo decir que no se calla a menudo. Namjoon se ríe y lo mira.

—Oye, ¿has comido lo suficiente?

Jackson asiente.

—¡Sí! Volveré por un segundo plato más tarde, las siete capas son como siete capas de dicha celestial. Y grasa. Pero sobre todo felicidad.

Todos nos reímos y me arriesgo a preguntar:

—Así que... ¿ustedes están... saliendo?

Jacksoon y Namjoon se vuelven de color rojo.