—Debes tomar su vida.
La urgencia y razón de la aseveración hecha por Yosano, caló en un paraje de lógica muy al fondo de su pena y en los pastizales secos de su dolor, que hicieron de las palabras chispas y de las chispas salvaje incendio que lo impulsó fuera del lecho, los ojos ardiendo de ira.
—¡Largo! —profirió con tal fiereza que las sombras recularon en la noche, temerosas—, ¿o es qué has olvidado que puedo quitarte a Kouyou? —moldeó su voz en amenaza afilada y bien sujeta al cuello no presente de la pareja de Yosano.
—No lo harías —aseguró su semejante, levantando el mentón—. No ahora que sabes lo que significa perder "eso".
Dazai hizo un amago de protesta y enseguida, aceptando que no tenía caso, clavó la vista en el suelo bajo sus pies.
—Tenía razón —la confirmación no llevó ni rastro de reproche o vanagloria, sí una pizca aguda de comprensión—. El humano era tu vida.
—Quizás —una ventana se abrió en el sufrimiento de Dazai, elevando una plegaría—... ¡si me dijeras cómo hacerlo podría transformar a Ryunosuke cual hiciste con Kouyou! —dio un paso, envuelto en una esperanza sin bases—, podría tenerlo de vuelta conmigo, ¡para siempre!
El resuelto silencio de Yosano bastó. Sus frágiles ilusiones se resquebrajaron.
—Sabes que es imposible, Dazai —sus nombres no eran más que formalidades imitadas de los humanos, innecesarias para ellos—. Kouyou era una hannya, una honnari de hecho, no una mujer común. Siendo demonio de alto rango dentro de los de su clase, lo único que hice fue alargar su vida, mas como sucede con los humanos y a diferencia nuestra —apretó los puños—, ella algún día tendrá que —cerró los ojos, negándose a decir lo siguiente, y volvió a plantarse firme viendo a su congénere—... es como es, y la hora del príncipe se está pasando.
—¡Mentira! —bramó, los dientes convertidos en secuencia de afilado colmillos.
Deseando proteger su corazón, del nido de cojines se levantó la vasija putrefacta del humano que meses atrás era considerado el heredero de un imperio prometedor. El muñeco que resguardaba en su centro los pedazos mordisqueados de un alma, anduvo tambaleante hasta recargarse en el brazo de Dazai, los ojos sin vida, la piel lívida, los labios amoratados, las manos ennegrecidas, los pies descalzos en la pura dureza del hueso.
Amoroso, la cordura desecha a favor de un amor insano y leal, Dazai sujetó de la cintura a Ryunosuke.
—Te... amo... —balbuceó el cadáver.
—Y yo te amo —respondió Dazai acariciando su mejilla.
Cuadro enfermizo que enfureció a Yosano.
—¡Míralo! —gritó rompiendo el nauseabundo ambiente, arrebatándole el despojo humano de un tirón del brazo, haciendo que cayera al suelo boqueando indiferente a la posición, exánime, recitando las dos palabras que más que declaración parecían maldición.
La tela de la ropa que cubría el cuerpo del príncipe, desencajada de su sitio, rebeló el debate entre los huesos, la carne podrida, coágulos y piel seca.
—¡Obsérvalo bien! —exigió levantándolo y abriéndole el kimono, a la vista el agujero en su pecho, la negrura en cuyo fondo languidecía una luz blanca—, está muerto —profirió, mezcla de repugnancia y abatimiento—, y su alma le seguirá si no tomas la poca vida que le queda, que ya no es suficiente para retenerlo, por más que sacrifiques otras vidas y almas que retrasen lo inevitable —su rostro se suavizó—. Pasará. Ya sea porque su alma desaparezca o porque le permitas marcharse, pasará que tu príncipe se irá. Debes elegir si el lazo de su vida lo tomarás por voluntad, o por la fuerza.
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Almost Human
Fanfiction[BSD - Dazai x Akutagawa] Bienvenido seas, cazador de historias. No perdamos el tiempo. Yo empezaré a contar y tú a escuchar, pero te advierto que la historia que tengo para ti no es de buenos y ni de malos, ni de la belleza de la promesa eterna de...