XIII: Prohibición

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Will Cipher

Bajé para cenar, sólo porque mi Padre dijo que si no bajaba, yo no volvería a salir en un par de meses, además de que Phill tendría más que prohibida la entrada a nuestra casa, por lo que era preferible soportar una hora y media del imbécil de mi hermano y su bastardo novio, antes que escucharlos coger mientras gritan como gatas en celo. Me senté junto a mi padre en la mesa, él miraba a Dipper de arriba a abajo, como buscando algún secreto oscuro que pudiera estar a la vista.

—Así que... ¿Desde cuando son pareja?— preguntó mientras se llevaba un bocado de pasta a la boca.

—Unas...— el castaño me miró —Semanas, hace un par de semanas, la verdad es que no las cuento—

—Ya veo— asintió —Ahora que estamos todos en paz en ésta mesa, ¿Me piensan contar lo que pasó? Porque hasta donde tengo memoria, Bill, nunca me dijiste que terminaste con Phillip, tampoco supe que Will había empezado a salir con él. Y todo desde que entraron a la preparatoria— se cruzó de brazos, mirándonos a mí y al rubio, expectante.

—Pues... Nada, simplemente ya no quería soportar al imbécil de Phill, era un maldito idiota— gruñó el rubio, mi padre soltó una carcajada.

—De eso me di cuenta hace años hijo— en ese momento dirigió su mirada hacia mí —¿Y bien?¿Cómo terminaste en las redes de ese maniático?—

—¿Por qué lo llamas así?— pregunté con el ceño fruncido.

—¿Cómo esperas que llame a alguien que golpea a mis hijos?— ladeó la cabeza —Tú crees que yo soy imbécil William, pero no lo soy. He visto las muchas marcas de golpes que tienes en todo el cuerpo, la única razón que tengo para no ir a la policía es porque tú no me lo pediste—

—... Porque él no me golpea papá, al menos no de esa forma...— aparté a mirada, alejando el plato de mí, con ese maldito comentario, mi apetito había desaparecido.

—Oh. ¿Y debo suponer que esos moretones son besitos?—

—Cállate papá— gruñí, mi paciencia empezaba a colmarse.

—Lo que tratas de decir es que te gusta que te golpeen. ¿Verdad Will?— preguntó Dipper, mirándome con una sonrisa socarrona, no pude soportarlo más, su maldito rostro me tenía asqueado por tener que verlo todos los días, en la escuela y en mi casa. Le eché todo mi jugo de naranja en El rostro.

—Vete a la mierda Dipper Pines— me levanté molesto, yendo rápidamente a encerrarme en mi habitación.

—¡William!— me llamó mi padre, no le hice caso en ningún momento, hasta que me tomó por el brazo, haciéndome voltear a verlo —Escucha jovencito, tú no vas a ver más a ese enfermo, ¿Me has oído? Tú no eras así Will, y ese idiota te está cambiando. No volverás a ir a su casa y él no volverá a poner un pie aquí, y si lo hace, le vuelo la cabeza con el rifle. ¿Me has entendido?— su mirada sombría al momento de mencionar el escopetazo me dio un escalofrío, aunque aún así me separé bruscamente, empujando su pecho con ambas manos.

—¡Que no se te ocurra tocarle un cabello porque juro que yo te mataré a ti!— grité totalmente furioso, en ese momento estaba fuera de mí, me encerré en mi habitación, esperando que todos se durmieran.

Pasaron un par de horas hasta que dieron las 2:30AM, momento en el que mi hermano y su novio se fueron, era más que seguro que mi padre esté durmiendo. Una rápida llamada fue suficiente para que el pelirrojo llegue a mi cuarto.

—Phill... Phill sácame de ésta casa— rogué abrazándolo por el cuello con fuerza, de inmediato sus fuertes brazos me apresaron contra su pecho.

—¿Qué pasa?¿Discutiste con la zorra de tu hermano?— acarició mi mejilla suavemente —Dime—

—Mi papá... Discutí con él... Empezó a llamarte abusivo y enfermo... Y... Y me prohibió verte a toda costa Phill ¡y yo no quiero dejar de verte!—

—...— me quedó mirando un momento, sus ojos eran espeluznantes, como si el brillo de humanidad que todos poseen, hubiera sido arrebatado —Yo voy a hablar con él y lo voy a arreglar— se separó y besó mí frente —Quedate aquí—

—Iré contigo... Se en lo que estás pensando... Y te ayudaré—

—¿Estás seguro de lo que dices?—

—Muy seguro Phillip... Yo no me voy a separar de ti bajo ningún termino, nadie te va a alejar de mí—

—Te amo azulito— me abrazó con fuerza y besó mi frente —Hay que hacerlo—

—Hay que hacerlo...— asentí, saliendo del cuarto.

Definitivamente mi padre no iba a alejarme de mi verdadero amor.

Sick (BillDipp/DippBill)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora