Sick (BillDipp/DippBill)

XIV: Me Vengaré

Bill Cipher

Al volver a casa todo estaba en puro silencio, eran las nueve de la mañana, día sábado, por lo que era extraño no escuchar la música de openings de animé mientras papá revoloteaba por toda la cocina, preparando el desayuno para nosotros.

—Algo extraño pasa...— murmuré, miré el cesto de los paraguas, del cual saqué una palanca de metal, a modo de bate, si había sucedido algo o había alguien en la casa, le rompería la cara.

—¿Extraño cómo?—

—Mi papá...— empecé a subir sigilosamente las escaleras, entré de golpe al cuarto del pelinegro, pero lo único que encontré fue su armario vacío, su cama hecha, dinero y una nota.

"Lo siento niños pero ya no puedo con ésta carga, no puedo seguir a su cargo, ya son mayores, pueden cuidarse solos. Les dejo dinero para que puedan sostenerse un tiempo, de nuevo lo siento por haberme ido de la noche a la mañana, pero ustedes no son mis hijos y no tengo ninguna obligación con ustedes. Así que adiós. Suerte muchachos, no me busquen, no voy a aparecer"

—Eso... Es de tu padre— me sacó la nota de la mano, comenzando a leerla —Vaya... Golpe duro...—

—Ésta nota no es de mi papá— negué con la cabeza —Él jamás me abandonaría, tal vez a Will si, pero a mí no—

—Bill... Sé que es difícil pero-

—¡Cállate! Mi padre no se fue... Estoy seguro de que él no nos abandonaría, nos ama— gruñí, empezando a buscar alguna pista en alguna parte de cuál podría ser su paradero. La posiblidad de una broma atravesó mi mente, pero papá no hacía ese tipo de bromas, mucho menos después de la noche de mal humor y menos todavía sabiendo que yo no estaba en casa.

—Bill... ¿Qué buscas?—

—Algo que me diga en donde está mi padre— empecé a mirar su cama detalladamente, me acosté en ella un rato —El colchón... Lo dieron vuelta, y las sábanas están limpias—

—Ajá... ¿Y?—

—Quitale la funda a las almohadas— se las pasé rápidamente, para después dar vuelta el colchón. Me horroricé al ver que estaba empapado en sangre, volteé a ver a Dipper, la almohada también tenía sangre —Definitivamente mi papá no se fue, y estoy seguro de que los hijos de puta de Will y Phill tienen algo que ver—

—Será mejor que ellos no sepan que los descubriste— comenzó a poner todo como estaba cuando llegamos —Podrás vengarte, pero que ellos piensen que tú te creíste el que tu papá se fue—

—Los mataré... Te juro que los voy a asesinar...—

***

Había pasado una semana y no había rastro de que mi hermano fuera a aparecer.

—Dipper, me cansé de esperar— saqué de mi armario ropa negra y unos guantes —Iré a hacer justicia por mi padre. ¿Vienes o no?— el rostro de Dipper en ese momento fue de absoluta confusión —Están en casa de Phill, estoy más que seguro. Los mataré allá—

—Bill... ¿Qué tal si no fueron ellos?—

—Dipper, ¿estás bromeando?¿Por qué alguien mataría a mi papá? Él era la persona más buena del mundo...—

—Te acompañaré— suspiró, realmente no me esperaba eso en lo absoluto, sin embargo, me agradó escucharlo.

—¿Qué te hizo cambiar de parecer?—

—Nada, pero no puedo dejarte ir solo— de mi armario sacó otro conjunto, el cual se puso rápidamente —Te seguiré de aquí a la silla eléctrica. Vamos— yo sólo asentí, no quería que cambie de opinión. Partimos en dirección a la casa de Phill, en donde seguramente estaba mi bastardo hermano.

No tardamos mucho en llegar, colarnos a su departamento fue un juego de niños, había aprendido a falsear cerraduras a los 8 años cuando nos quedamos fuera de casa por olvidarnos las llaves dentro. Comenzamos a inspeccionar el lugar una vez que nos aseguramos de que ni el pelirrojo ni el otro estén, todo parecía normal, hasta que encontré una de esas viejas cámaras instantáneas que te hacían la foto en el momento, debajo habían fotos, comencé a husmear, nada fuera de lo normal, el culo de mi hermano sangrando, fotos que ellos se habían tomado, etc. Sin embargo mi sangre comenzó a hervir cuando encontré las fotos de mi padre. Su cabeza había sido destrozada aparentemente con un martillo, toda la cama estaba empapada en sangre, incluso las fotos familiares que decoraban en cuarto.

—Bill, ¿Encontraste algo?— preguntó el castaño, a lo que le enseñé las fotos —Oh Bill... Lo siento tanto...—

—Yo les voy a hacer lo mismo que ellos le hicieron a mi padre...— gruñí lleno de rabia, con los ojos inundados en lágrimas de impotencia por no haber impedido que eso pasara.

—Primero los haré confesar y luego los mataré— guardé las fotos donde las encontré, definitivamente no metería a la policía en esto, quería saborear esa venganza dulcemente, así que llevarlos a la cárcel o a la silla eléctrica no era viable, ellos merecían sufrir.

Nos escondimos en el cuarto de invitados de Phill, el cual no usaba nunca, ya que además de mi hermano, que dormía a su lado, nadie se quedaba una noche en su casa. Llegaron poco después de la medianoche, para ese momento, yo ya había localizado y guardado todas las armas que harían justicia por Leonel Cipher...

Un cuchillo de carnicero, un gancho, alicate, serrucho, bate de béisbol, etc.

Eran las dos en punto cuando dejamos de oír ruidos humanos, ya no había nadie despierto, así que era momento de comenzar...