III: Historias y Recuerdos

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Bill Cipher

Volvimos a casa y yo no podía parar de reír por la cojera de Will.

—Papá, llegamos— hablé cuando entramos a la casa, el pelinegro salió de la cocina con algunas manchas de chocolate en la comisura, reí un poco.

—¿Cómo les fue?— sonrió mirándonos a ambos —¿Hicieron amigos?—

—Hmm... No en realidad...— me rasqué la nuca —En clases no hablé con nadie y en los recreos estuve con Phill...—

—Bueno, está bien, ¿qué hay de ti Will?¿Hiciste amigos?— el pelinegro nos sonreía enormemente, de seguro esperaba que le dijéramos que habíamos hecho cientos de amigos o algo parecido, pero no, el hecho de cambiar de escuela no significaba que de repente íbamos a ser súper sociables o algo parecido.

—Hm... No en realidad... Pero... Hum...— las mejillas de mi hermano se sonrojaron levemente, lo cual me indicaba que ahí había alguien.

—Mi Will se sonrojó... ¿Qué sucede?¿Conociste a alguien Will?— sonrió nuestro padre emocionado —¿Como se llama?¿Es chico o chica?—

—Se llama Dipper... Es un chico, es muy lindo y... Creo que yo también llamé su atención...— susurró riendo tontamente, no pude hacer más que sonreír, de inmediato me lancé a abrazarlo.

—¡Que lindo William!—

—Ohh quiero conocerlo— suspiró mi padre —bien, lavense las manos y vamos a preparar la cena—

—¡Si capitán!— respondimos Will y yo al mismo tiempo, yendo a lavar nuestras manos.

Amaba ésta rutina de ayudar a papá con las labores de la casa, sabía que eso lo ayudaba mucho y por eso me gustaba hacerlo, teníamos al mejor padre, a pesar de no tener lazos sanguíneos él de verdad era muy amoroso con nosotros. Hasta donde tenía entendido, él había tenido sexo con una mujer a sus 19 años y al siguiente año recibió en su puerta una canasta con dos gemelos, supuestamente suyos. Jamás se molestó en hacer pruebas de ADN, ni tampoco le iimportaba la posibilidad de que no seamos sus hijos, él nos cuidó sin pensarlo y nos amó desde el principio.

—Papá— lo llamé mientras él estaba cortando verduras y Will se encargaba de cortar la grasa de la carne.

—¿Si hijo?— volteó a mirarme con una sonrisa.

—Te quiero— lo abracé sonriendo, aferrándome a él con fuerza, él rió y besó mi cabeza.

—También te quiero hijo, pero eso no te salvará de exprimir las naranjas. Andando— rió apartandose para seguir con su labor, yo asentí y me acerqué a mi lugar para exprimir las naranjas.

Después de cenar recogimos la mesa y Will se fue a acostar, yo por mi parte me quedé viendo películas con mi papá un rato. Eran aproximadamente las 12 cuando él miró el reloj.

—Diablos es tarde, lo siento Bill mañana tengo trabajo— se levantó —Cuando quieras tendremos otra maratón— revolvió mi cabello yéndose a su cuarto. Como era costumbre, yo aún no tenía sueño, por lo que subí a mi cuarto y me quedé un rato dando vueltas en la cama.

Era la 1a.m y me decidí a llamar a Phill para que me haga compañía. tomé mi celular y marqué al suyo.

—¿Aló?— respondió casi al instante, probablemente él tampoco podía dormir.

—Estoy aburrido, ven a hacerme compañía—

—Bill, ¿tienes idea de la hora que es?—

—¿Tienes idea de que a mi me vale mierda? Por favor~ Nos divertiremos un rato y mañana iremos a la escuela, por favor~— rogué de la forma más "tierna" que pude, sabía que Phill no podía resistirse a mí por mucho que quisiera.

—No me vas a convencer tan fácil—

—¿Y si te hago una mamada?— me mordí el labio sonriendo, quizás debía provocarlo un poco —Por favor amor~ Tengo ganas de besarte, quiero acariciarte y que tú me toques a mí~—

—...Eres un... no pienses que siempre te saldrás con la tuya. Voy para allá— colgué el teléfono y reí, abrazando una almohada, hundiendo en ella mi rostro.

Phillip Clark, él era mi novio desde hacía tres años...

Phill, Will y yo eramos amigos muy cercanos, nos habíamos conocido cuando teníamos 10 años, mientras jugabamos en el parque.

Unos niños nos estaban molestando a mí y a Will, a él por sus anteojos y a mí por mis frenillos, nos empujaban y nos tiraban arena, esos niños siempre fueron un fastidio, eran completos imbéciles que se merecían una buena paliza, me odiaba a mí mismo por no tener la fuerza para hacerlo yo.

En ese momento, como caído del cielo, un niño pelirrojo se acercó para golpear al estúpido de Steve y compañía, era como si aquel niño estuviera en un nivel completamente diferente al nuestro, pues se deshizo de ellos rápidamente, sin darles tiempo ni de defenderse, honestamente creí que él también nos golpearía, por lo que me puse frente a Will por las dudas de que quisiera hacernos algo, no permitiría que tocaran a mi hermano, como el gemelo mayor debía protegerlo.

—¿Están bien?— preguntó con preocupación en el rostro, me paralicé cuando sus ojos carmesí me miraron directamente. Si, con 10 años yo tenía bastante en claro que lo que me gustaban no eran las niñas exactamente.

—E-Estamos bien... G-Gra-Gracias por ayudarnos...— Will salió de detrás mío y le sonrió a nuestro salvador, quien solo se quedó mirándolo un buen rato con una imbécil sonrisa en el rostro, me sentí celoso por eso, muy celoso. Teníamos la misma jodida cara, ¿por qué la de Will llamó tanto su atención?

—No fue nada...— terminó por responder, yo estaba fastidiado de que se mirasen tanto. Por supuesto que no iba a dejar las cosas así, llamaría su atención a como dé lugar.

—Muchas gracias hum...— lo quedé mirando expectante para que me dijera su nombre.

—Phill, pueden llamarme Phill—

—S-Soy W-William y... Y él es mi hermano Bill...—

—Es un placer conocerlos... ¿Quieren ir por un helado?— nos sonrió con dulzura, pude deducir que él tenia 13 años, luego me lo confirmó.

El resto de la tarde hice lo posible para poder hablar con él, me sentía mal por dejar a Will en segundo plano pero de verdad ese niño era muy lindo y sabía que en ese momento Will estaba interesado en otra persona, así que no estaría mal. Con el tiempo los tres nos hicimos amigos más cercanos, por fin, cuando cumplí 15 Phill se decidió a pedirme que seamos pareja, por supuesto que yo no podía estar más feliz con eso, aunque aún me molestaba que él y mi hermano fueran mejores amigos.

Escuché que llegó un mensaje a mi celular y lo abrí de inmediato.

"Estoy afuera, la llave de repuesto está donde siempre?"

"Si, ahí está. Te espero en mi cuarto"

Sonreí enormemente cuando un rato después escuché la puerta de mi cuarto abrirse y por ésta entró mi pelirrojo. Le extendí los brazos, indicándole que lo quería cerca de mí, petición a la que él no se negó, cerró la puerta del cuarto y se acostó a mi lado, abrazando mi cintura con fuerza.

—No siempre podrás sobornarme con una mamada, espero que lo sepas— rió besando mis mejillas —Pequeño nerd extorsionador—

—Sabes que te encanta— besé sus labios suavemente mientras mis manos se paseaban libremente por todo su torso por debajo de su playera de "Artic Monkeys - AM".

—Por supuesto que si— rió besando suavemente mi cuello, sonreí de lado y eché mi cabeza hacia atrás para dejarle más acceso, me gustaba a donde apuntaba esto...

Sick (BillDipp/DippBill)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora