Amour entre bandas

Lobos contra Amazonas

La llamada creó un poco de silencio en ambos lugares en que se encontraban reunidos las dos bandas. Los más afectado sin duda eran Ash y Serena.  La pelimiel no podía dejar de agarrarse el dedo donde tenía el anillo de compromiso que le dio Ash la noche pasada, al mismo tiempo que lloraba sin dejar que sus amigas lo notaran. Los líderes de ambos grupos tomaron la palabra.

En la guarida de Los Lobos

Gary: Ya la oyeron..... Si la señorita quiere guerra, pues ¡se la daremos!

Todos los integrantes gritaron positivo al unisono, aunque algunos miembros no lo gritaron con la seguridad de los demás. Entre ellos estaban claramente, Ash. El pelimarrón se encargó de que esos miembros eligieran seguirlo como líder. Hasta que le llego el turno a Ash de decidir.

Gary: Bien, Ash. Llama a Serena y dile de que lado vas a estar.

El azabache no le contesto, una vez más le tocaba decidir entre sus hermanos y el amor de su vida. 

Gary: Si eliges irte con ella, te dejaremos ir a su lado. Pero necesito que decidas.

Ash cogió el teléfono y marco el número de su novia y espero a que conteste. Contesto.

Serena: ¡Ash!

Ash: Serena, ¿estás bien?

Serena: Ash, esto es malo. Las bandas están en conflicto y May no retrocederá. Tengo miedo, Ash, no quiero la guerra.

Ash: Serena....... No puedo abandonar a mis hermanos.- no tenía opción.

Serena: Yo tampoco puedo abandonar a mis hermanas.- lloraba mirando su anillo de compromiso.

Los miembros de ambos equipos veían con pena como dos personas que se aman de verdad, con tanta pasión, debían pelear por pertenecer a bandas diferentes. A May le dolía como nunca ver llorar a su querida hermana y más ahora que había notado el anillo en su mano. Ash se endurecía para no llorar pero no pudo evitar que una lágrima cayera.

Ash: Te amo.- dijo antes que Serena pudiera colgar, ambos lloraban.

Eso le partió en mil pedazos el corazón a Serena. Aún cuando ambos habían elegido a sus bandas que su amor, Ash seguía amándola y lo peor es que ella también lo amaba.

Serena: ¡Yo también te amo!- ahora las lágrimas salían más y le dolía peor.

Ambos colgaron el teléfono y se dirigieron a preparar sus armas. Gary cargo sus mejores armas y llamó a Miette. Esta no sería la última vez, él esperaba que no. Pero si era, quería oír su voz una vez más. Salió de su oficina y vio a Ash cargando sus armas, él era claramente el más afectado por esto. Nadie en las dos bandas se querían tanto como Ash y Serena.

Gary: Te prometo que no la mataremos, le diré a todos que la inmovilicen y la dejen ir.- puso su mano en su hombro pues él le dio la espalda al notar que se acercaba.

Ash: ¿Y eso que va a cambiar? ¿En que cabeza te entra que querrá casarse conmigo después de que mate a su banda?

Gary: ¿Que?- no se lo creía.

Ash: Si, escuchaste bien. Le propuse matrimonio recién ayer. ¿Y sabes que? Ella acepto.

Gary: Ash, yo...

Ash: Pero eso te importa un bledo ¿verdad? Tú solo te interesa volver a casa a los brazos de Miette y poder tener tu querido hijo.

Todos los de la banda se quedaron en shock después de oír esa revelación de Ash. Gary se los había ocultado.

Ash: ¿Que m***** te importamos nosotros? ¿Que digo? ¿Que te importa la banda misma? Solo te servimos para llegar al final de día con tu hijo y después dejarnos a nuestra suerte.