Una Deuda, Una Boda. [Suspendida Por Un Tiempo Indefinido]

Capitulo 12

Había pasado un mes desde su visita al médico, un mes de merodear en la casa esperando su inscripción, Jasper había regresado al trabajo. Ella se marchaba en la mañana y regresaba por la madrugada. Lapis aprendió a no meterse en su camino, generalmente la más alta llegaba con muy mal humor y cansada. Y todo ese tiempo, no habían tenido intimidad de nuevo.

El día que fue de visita al doctor, fue en compañía de Esmeralda, ella hubiera preferido a su madre, pero según le informo su compañera, está muy ocupada con el trabajo. La médico le había echo preguntas muy incómodas, empezando con su vida sexual. Esmeralda se había atragantado por todo lo que escuchaba salir de la boca de Lapis, asustada de su experiencia con Jasper. Al final, la médico le receto sus anticonceptivos y visitas al mes, pero esto fue de más porque después de unos días, Jasper le dejó de hablar y tocar.

- Sus papeles están en orden y su inscripción finalizada, podra empezar la escuela este Lunes en la mañana. - explica una gema delgada, color azul con cabello peinado de lado, una nariz larga y un ante ojo en el ojo derecho. - he programado a una de las mejores alumnas para mostrarle la escuela, solo espero que sea de su agrado, mi señora.-

Lapis parpadeo al mencionar la palabra señora, era algo que todavía no asimila y no se acostumbra. Tomo la carpeta en sus manos y leyó una y otra vez su nombre como alumna de la Gems University. -Muchas gracias, zircón.-

-Estoy a su disposición y también a la señora Jasper.-

Cundo Zircón se retiro, Lapis se dirigió a su habitación, eran como las once de la noche de nuevo no vio a Jasper, se había acostumbrado a cenar en su recámara con la televisión y su aire acondicionado. Cenaba sushi acompañado con un jugo de naranja, palomitas y galletas. En ese momento el sonido de risas y pisadas sonó por las escaleras, Lapis se extrañó, bajo de la cama y pego su oído en la puerta, lo primero que pudo escuchar fue la inconfundible voz de Jasper.

- Vamos date prisa, no tengo toda la noche. -

- Me encantas cuando pierdes la paciencia, querida. - respondio una segunda voz.

Lapis intento identificarla pero no dio con nadie. Sonidos de pisadas y la puerta cerrando fue lo último que escuchó. Lapis se dejó caer al suelo con la espalda apoyada en la puerta viendo un punto fijo. Trata de saber que siente en este momento, porque siente un malestar, como si estuviera, triste. Sacude su cabeza, se pone de pie, y se dirige al baño. Moja su rostro.

Todo está bien, fantástico. Ahora no tendré que estar con ella...

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Lunes, por fin era lunes. Lapis sentía una emoción en el estómago, nervios en las manos y sudor en la frente. Estaba feliz. Eran las seis de la madrugada y Lapis estaba lista para irse. Tomo su mochila y se observa en el espejo de cuerpo completo. Una blusa de manga larga blanca, una falda color azul cielo arriba de las muslos, sujeto a su cintura por una correa delgada color café, una zapatillas de tacón grueso alto color blanco y para darse un toque elegante y formal un saco azul pavo con parches en los codos. Se peino y pinto ligeramente. Bajo por la escalera y se dirige a la cocina, se preparo unas tostadas y una limonada, tomo asiento en la isla de la cocina y se dispuso a desayunar. Un par de minutos pasaron cuando termino, bebía lo último de su bebida cuando vio a Jasper, había pasado una semana desde que la vio.