Tristan y el secreto Ruso

Paciencia y perseverancia

En la cena, nos sentamos todos en la mesa, Jena, Irina, Tasha, Kat, Yerik, Linden, Louis y yo.

Yerik nos miraba a nosotros dos con cierta incredulidad pero enseguida se trastornó a una mirada asombrada cuando Kat nos dijo que le había contestado su hermano cuando fue a visitarlo en la tarde.

-¿Como que no te dijo nada?-pregunto sorprendida Jena tras masticar su bocanada de hot cakes que tenía en boca.

-No, solo me dijo que quería estar solo, después me empujó hacia la puerta y cerro de un portazo que bien despertó a la mitad de los que se hallaban dormidos-respondió Kat un poco distraída viendo una mosca que estaba sobrevolando el plato de Linden.

-¿Entonces solo te grito y te corrió? Eso no es de el-dice Linden.

-Lo sé, algo malo ha de estar pasando, nunca se había comportado así bueno excepto cuando ya saben cuándo los soldados oscuros trataron de sacarnos información a cambio de la libertad de Lola.

-¿Quién es Lola?-pregunto Tasha alzando la voz.

-Fue la novia de Jeremías hace como un siglo, fue raptada por uno de los hombres oscuros para poder conseguir datos acerca de el clan de los Zodarios-le contesta Kat apartando la mirada de la mosca.

-¿Y qué le paso?

-Bueno, Jeremías no sabía qué hacer, era obvio que no diría nada acerca de los planes de los Zodarios pero también se trataba de su novia, un día se infiltro en el cuartel oeste e intento rescatarla pero fue en vano lo capturaron y le exigieron decirles acerca de todo, él se reusó, torturaron a Lola cada vez que se reusaba a contestarles, al final cuando al fin iba a hablar Lola ya no resistió y murió.

-¡Que terrible!-grito Tasha cubriéndose el rostro con ambas manos.

-Así fue, pero Jeremías siempre ha querido hacerse el fuerte, nunca lloro por ella, a lo mejor y si lo hiso claro, pero nunca enfrente de alguien.

-Qué triste...

-Bien, volviendo con la actitud de Jeremías, ¿enserio no supieron que le dijo el sujeto ese?-pregunto mi hermana.

-Los únicos que estaban allí fueron Tristán y Louis-dijo Jena.

-Ya les dijimos que no escuchamos lo que le dijo Kendal al oído, solo sabemos que se fue corriendo de ahí, literalmente-conteste alzando un poco la voz.

-Bien pues tendremos que hablar con el tal Kendal si queremos saber que le paso-dijo Linden mirándonos a todos a los ojos como buscando una aprobación.

Todos asintieron y se quedaron de acuerdo de ir por la mañana a la celda de Kendal, Louis y yo estábamos preocupados porque descubrieran la verdad, pero al fin y al cabo, el futuro puede cambiar ¿no? Tal vez y eso nunca pase, puede que dentro de varios años Kat siga persiguiendo moscas y comiendo atún como loca; cuando terminamos de cenar todos nos despedimos y nos fuimos cada uno por nuestra cuenta.

Mi habitación estaba abierta y con la luz encendida, enseguida supe de quien se trataba así que entre como si nada a mi cuarto y me empecé a quitar las botas.

-Hola hijo, ¿cómo estuvo tu día?

-Bien mama, estoy muy cansado estuve entrenando con Louis toda la tarde...

-Solo vine a darte las buenas noches, mañana iré a nuestra casa para traer algunas cosas no sé si quieras acompañarme y traer algo.