-¿Qué Mail?-pregunta Tasha.
-Una chica, un ciervo de luz igual que ustedes.
-¿Y dónde está esa chica?
-Señorita Ivanova depende de usted encontrarla, no se preocupe no está lejos.
-Está bien, ¿pero ella que nos va a decir?-pregunto Tasha acercándose más al enano.
-Mail los va a ayudar a descubrir al peligro.
-¿Ve el futuro o algo así?
-Sí señorita, ella les ayudara a entender lo que ustedes no podrán, tienen que encontrarla lo más antes posible, ah y una cosa más para los tres: No confíen en nadie que no sea del clan Zodario.
-Eh... - al parecer ninguno de nosotros sabía que decir, nos quedamos en silencio mirándolo como si fuera un mapa en otro idioma tratando de descifrarlo, el enano estaba sentado en una silla mucho más alta que la de nosotros para poder llegar a nuestra altura y sus manos solo hacían círculos imaginarios sobre la mesa, por un momento pareció vacilar entre bajarse de la silla o no pero después volvió a hablar.
-Ivanova y Petrov... cuiden bien de la llave.
Los tres nos quedamos viendo sorprendidos de que este enano que jamás habíamos visto supiera también que nosotros dos, Tasha y yo, tuviéramos en nuestra disposición la llave, el enano nos miró sonriente y asintió con la cabeza para después cerrar los ojos y decir en voz baja-Que la luz los acompañe, pequeños ciervos- junto sus palmas y empezó a frotarlas entre sí, un brillo verde empezó a resplandecer entre sus manos para desaparecer casi al instante, abrió sus manos y nos mostró tres piedritas verdes del tamaño de un ojo humano y nos entregó uno a cada quien.
-Guárdenlos, podrían serviles si un día viajan a los bosques azules-nos dijo sonriente.
-Gracias-contestamos al unísono al tomar las piedras.
-¿Cómo se llama?-pregunto mi compañera mientras miraba cuidadosamente la piedra verde zafiro.
-Me llamo Golondro Arbusto.
-¿Arbusto es un apellido?-pregunte sorprendido.
-Para mí raza si lo es-me contesto serio.
-Qué bonito-dijo Tasha.
-Gracias señorita.
-Bueno... ¿entonces ahora qué?
-¡Louis eres demasiado descortés sabes!-le grito ella mirándolo con enojo.
La puerta se abrió y los cuatro volteamos a ver, Jeremías se estaba acercando a grandes zancadas hasta llegar atrás de nosotros y colocar sus manos sobre el respaldar de la silla de Louis.
-Perdón por mi intromisión, pero necesitamos a este trio haya arriba, ¿Ya han acabado?
-Claro Señor Leroy-dijo Golondro haciendo una reverencia con la cabeza.
-Bueno entonces se tendrán que retirar, despídanse chicos pero no digan adiós aun nuestro amigo se quedara aquí un par de días para que descanse del largo viaje que tuvo que hacer, insistimos.
-Muchas gracias, aceptare con gusto.
-Bueno adiós Golondro después te veo-dijo Louis levantándose violentamente y dándole la mano al enano.
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Tristan y el secreto Ruso
Science-FictionCómo si fuera poco, un par de chicos que acaban de conocerse eprenden en una misión secreta y peligrosa gracias a un collar que encontrarón por cosas que parecierán del azar. Ya incapaces de lidear con sus propios problemas ahora deben detener a un...