¡¿Quién lo diria?!

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     -¡Ey! Vengan acá miren quien me acompaña- Jeremías grito o maulló una combinación de estas al grupo de personas que venían pasando después de haber parado en la barra de alimentos, al acercarse me di cuenta, Yerik, la maestra Jena, y Linden se acercaron a nuestra mesa y se sentaron al frente de nosotros, los mire atentamente a cada uno buscando algo que los delatara algo que me diera una pista de que podrían estar haciendo aquí, entonces todo toma sentido.

-Hola Tristán, ¿hiciste tu tarea de biología? Recuerda que la reviso el martes- ella era mi maestra de biología desde hace 2 años pero hasta ahora me pongo a pensar, ¿Por qué nunca se quita sus guantes negros de látex?

-Nunca pensaste vernos aquí ¿no?- dijo Yerik mientras meneaba de un lado al otro del plato su tenedor causando un horrible sonido chirriante.

-Quien lo diría verdad cuñado- dijo levantando las comisuras de sus labios una vez término su frase y se volvió a su plato igual de rápido como su comentario.

-Quien lo diría- repetí, mire a la maestra que estaba atenta en mis acciones, mire a sus manos y después a sus ojos repetidas veces hasta que hablo.

-Sanadora, por eso soy maestra de biología- retiró lentamente el guante de látex y me enseño la palma de su mano, era una marca idéntica a la de mi hermana Irina o eso es lo que creo pues los recuerdos de su marca son vagos casi nunca se quita sus guantes y cuando lo hace nunca me he detenido a mirarle detenidamente.

-Como mi hermana-susurre.

-De seguro te preguntaras que hago yo ¿no es así Tristán?- Yerik enarco las cejas esperando respuesta yo solamente asentí con la cabeza y deje que siguiera- Mi trabajo es vigilar, tenía que vigilarte a ti y a... mejor no te diré quienes son las otras dos personas, dejare que lo descubras tú mismo- dijo guiñándole un ojo a mi maestra que embozo una pequeña risita burlona.

-¿Entonces tenías que vigilarnos de que nonos pasara nada a esas dos personas y a mí? ¡Vaya que aburrido!

-En lo absoluto, es entretenido ser su guardián.

-¿Y tú marca?- exclame a la defensiva.

-Ya entiendo, quieres asegurarte- se puso de espaldas y me mostro su marca, y es cuando me pongo a recordar que nunca he visto a Yerik sin sus camisas polo y chaquetas, él también es un guerrero pero su marca es diferente en la mía, está en la parte de atrás del cuello y los signos son diferentes pero me recuerdo de que mi madre dijo que podían decir elegido o guerrero así que pienso que su marca dice la palabra guerrero.

-Ya está, ¿y tú Linden?

-¿Que nunca te he enseñado mis trucos de magia?- respondió juguetón sin dejar de tener la vista en su plato de cereal.

-¿Y qué tipo de magia haces aparte de aparecer de detrás de mí oreja una moneda de 50 centavos?

-¿Que se te ocurre a ti?- dijo desafiante.

-Convierte en pollo ese tenedor- señale el tenedor que traía en mano Yerik, enseguida este lo dejo en medio de la mesa y se quedó atento en el tenedor-¿Qué esperas?- pregunte aún más desafiante, Linden volteo a ver el tenedor que reposaba en la mesa y estiro sus manos sobre ella, sin tocarla una niebla blanca emergió de sus palmas y bajaron hasta el tenedor, el cacareo de una gallina empezó a sonar por el comedor y una vez que la niebla desapareciera una gallina apareció frente a mis ojos, perplejo intente tocarla pero esta salió corriendo por el largo de la mesa cacareando a un mas fuerte.

Tristan y el secreto RusoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora