Cuando despertó, agradeció que por fin acabara esa condenada pesadilla. Apagó la alarma de su celular justo cuando se dió cuenta de que había alguna escrito en su mano. ¿Pero qué...?
Thomas
¿Y eso qué significa? ¿Él no anotó esa palabra? Miró con más detenimiento aquella palabras, por lo que notó que tampoco era su letra. Su caligrafía suele ser más desastrosa, irónico si se toma en cuenta que es un gran dibujante de paisajes; por otro lado, aquellas letras estaban trazadas de la manera más pulcra que se puede en la palma de una mano.
Se levantó decidiendo ignorar aquello, luego fue a desayunar, un tazón de cereal se le antojaba. Saludó a su padre, quién lo miraba extrañado de vez en cuando, y después sirvió su desayuno. Una vez listo, revisó su celular mientras llevaba una cucharada de cereal a su boca.
Casi se atraganta al ver lo que pusieron en su diario electrónico.
—¡¿Qué?! —exclamó.
¿Cómo que ayudó a Kaya con una falda rota? ¿Cómo que la remendó? ¡Él ni siquiera sabe hacer tal cosa! Suspiró frustrado. Seguro que solo era una mala broma y ya. Agradeció que su padre no preguntara la razón de aquella reacción tan rara.
Después de arreglarse y asearse, fue a la escuela, donde las cosas no mejoraron. Estaba con sus dos amigos, Jacob y Ki Hong, sentados junto a las canchas, él solo comía su almuerzo tranquilamente, pero sus amigos parecían algo extraños a su parecer.
—¿Quieres ir hoy por un café? —preguntó Jacob.
—No, tengo trabajo —Dylan se levantó tomando sus cosas para irse.
—¿Hoy si recuerdas dónde trabajas? —Ki Hong suelta una risita.
De mi boca escapa un sonido de confusión.
—¿Tú estuviste jugando con mi teléfono? —reclamó a Ki Hong.
—¿De qué estás hablando? —la confusión del coreano sonaba demasiado sincera.
—Olvídenlo —murmuró antes de irse.
Estaba seguro de que el jodido mundo había enloquecido, era frustrante el no saber porqué, solo esperaba que si jornada laboral lo distrajera y no se llevara una sorpresa más, menos respecto a lo que había escrito en su celular.
Sin embargo, apenas cruzó la puerta por donde entran los empleados, ahí estaban sus compañeros, básicamente lo tenían rodeado y no lucían nada contentos.
—Pensamos que éramos amigos, Dylan —le reclamó uno.
—Ayer te fuiste con Kaya a la estación, ¿qué pasó? —cuestionó otro.
Dylan comenzó a ponerse nervioso.
—Y-yo no lo sé —contestó.
En ese momento, se empezaron a escuchar unos tacones resonando por la habitación.
—Buenas tardes —saludó Kaya de manera animada y con una sonrisa.
—Hola —respondieron todos, mirando a la chica de pies a cabeza, su conjunto de ropa le quedaba magnífico.
—Hagamos que sea un buen día —añadió, antes de cruzar otra puerta al vestidor de chicas, volteó —, ¿verdad, Dylan? —y guiñó el ojo antes de desaparecer.
Dylan sentía su cara completamente roja, las mejillas le ardían y sus compañeros parecía que se lo comerían vivo en ese mismo instante.
¿Pero qué mierda pasó ayer? ¿Por qué carajo no recuerdo nada de lo que el resto dice que hice? Se cuestionó aunque no halló respuesta de inmediato.
De alguna manera, el trabajo siguió con esas miradas cómplices de Kaya y las de odio de sus compañeros. Dylan trataba de no sentirse abochornado, aunque era difícil; optó por seguir intentando recordar, pero lo que le vino a la mente, fueron aquellos extraños sueños donde era un chico de un pueblito pintoresco, de hecho, aún recuerda bien esos arcos coloridos que hay ahí.
Algo extraño estaba pasando y poco a poco iba atando los cabos para darse cuenta de lo que ocurría.

ESTÁS LEYENDO
Your name (Dylmas)
FanfictionSí, es una adaptación de la película que lleva el mismo nombre, me gustó tanto que tuve que hacerlo. Dylan es un chico que vive en una ciudad que siempre está en movimiento. Thomas por su parte vive en un pequeño pueblo donde no puedes tener secreto...