Your name (Dylmas)

¿Dónde está?

El número que desea contactar está fuera del área de servicio o está apagado, para...

Dylan suspiró antes de guardar su celular, seguro que Thomas estaba ocupado, o en ese pueblito no hay señal en todas partes.

—Supongo que le contaré de la desastrosa cita cuando volvamos a cambiar.

Se dirigió a casa para finalmente dar por terminado el terrorífico día. Su padre no le preguntó nada respecto a lo que hizo ese día, solo lo saludó y le ofreció de cenar, a lo que Dylan negó rápidamente.

Normalmente Dylan se preocupa por cambiarse de ropa para dormir, pero no ese día; estaba muy cansado de todas las maneras posibles, aún más porque la última parte de su conversación con Kaya no paraba de repetirse en su cabeza.

Te gusta alguien más.

Esperó a que se diera el cambio.

Dylan comenzó a hacer dibujos de todos los lugares del pueblo de Thomas que logranba recordar. El puente que cruzaba con Rosa y Will para ir a la escuela, el arco que había en unas escaleras, incluso una visita del pueblo en la que veía cómo la población estaba asentada alrededor del lago; había hecho uno así durante la clase de arte de Thomas, por lo que lograba recordar bien muchos detalles, solo tuvo que buscar por internet algunas imágenes de las montañas de la zona en la que él creía que podía vivir el rubio.

Siguió esperando.

Él mismo sabía que se estaba comportando algo extraño, incluso distante. No hablaba tanto con sus amigos ni aunque saliera con ellos, en sus viajes de tren se la pasaba pensando en cuándo volverían a retomarse los cambios que solían ser dos veces por semana, ni siquiera era lo mismo en el trabajo. Y aún así...

Esperaba.

Sin embargo, por algún motivo, Thomas ya no se enteró de lo ocurrido en la cita con Kaya, porque los intercambios, no volvieron a ocurrir. Dylan intentó llamarlo, pero nunca entraban las llamadas. Trató con mensajes, mas no llegaron a su destinatario.

La situación empezaba a preocupar mucho a Dylan, por lo que le pidió a Jacob que cubriera su turno en el restaurante y lo cubriera en caso de que su padre preguntara, luego empacó sus dibujos, dinero y algunos bocadillos para ir a la estación de trenes.

Buscaría a Thomas, averiguaría en qué pueblo vivía para finalmente verlo cara a cara.

Iba tan distraído, que la sorpresa fue muy grande al encontrar a dos conocidos en la estación.

—¿Eh? ¿Qué hacen aquí? —exigió saber.

—Vamos a acompañarte —respondió Jacob.

—No creíste que irías solo, ¿o sí? —añadió Kaya con una sonrisa.

—Pero te dije que me cubrieras con mi papá y el trabajo —reclamó Dylan a su amigo.

—Ki se encargará, pero dice que le debes una.

Suspiró pasando una mano por su rostro. No tenía opción, sabía que no los convencería de dejarlo, aunque sí le pedirían una explicación para la locura que estaba realizando. Subieron a un tren que los llevaba a una zona montañosa.

—¿Entonces conociste a éste chico por internet? —preguntó Kaya mientras tomaba un dulce de los que compró Jacob.

—No, es complicado —musitó Dylan, obviamente no les diría: es que estuve cambiando de cuerpo durante semanas con él, así que literalmente lo conozco bastante.

—Seguro fue en una página de citas —dijo Jacob divertido.

—¡No es cierto! —exclamó Dylan.

Sus amigos soltaron una risita.

—Bueno, bueno. ¿Y dónde vive?

—No lo sé —suspiró —, la única pista que tengo es esto.

Dylan les mostró el dibujo del lago.

—¿Eso es todo? —dijo la chica —¿En serio no sabes dónde vive?

—No, pero voy a encontrarlo —respondió

—Espero que aprecies lo que estamos haciendo por ti —agregó Jacob.

Así inició su travesía. En cada lugar al que pasaban, Dylan preguntaba a gente que podría conocer mejor la zona (como policías y conductores de taxi), mas nadie lograba decirle cuál es el nombre del paisaje que dibujó. Por otro lado, Kaya y Jacob parecían estar en una excursión o en unas vacaciones, se la pasaban tomando fotografías, viendo cada cosa que les llamaba la atención, incluso Kaya se emocionó con una botarga de una tierna vaca, fue a tal punto que chilló de la emoción mientras le decía a Dylan que se acercaba a ver y Jacob tomaba fotos. O'Brien no podía creer que sus amigos, en vez de ayudarlo como le dijeron, estaban de turistas.

Viajaron en autobús, donde Jacob y Kaya se quedaron dormidos. Durante ese trayecto, Dylan sintió que sus esperanzas se desvanecían, ninguno de sus amigos iba a animarlo porque Morfeo parecía haberlos poseído.

¿Y si nunca doy con él? ¿Y si no vuelvo a verlo? ¿Qué ha ocurrido con Thomas? Quiero verlo, pero parece no estar por aquí...

Cuando bajaron en la siguiente parada, Dylan se sentó con sus amigos y suspiró recargando sus hombros en sus rodillas, encorvando la espalda.

—Ya no tiene caso —bufó.

—¡¿Eh?! —dijeron al mismo tiempo sus acompañantes.

—¿Después de todo lo que hemos hecho por ti? —añadió Kaya.

—Ustedes no han hecho nada —musitó Dylan con una mueca.

Decidieron pasar a comer a un pequeño restaurante que encontraron, donde los tres pidieron el mismo platillo.

—¿Creen que alcancemos un tren a Tokio? —preguntó Dylan.

—Revisaré —Jacob sacó su celular para ver los horarios de los trenes y Dylan le agradeció.

La comida llegó, tres humeantes tazones que contenían una deliciosa comida. Jacob fue el primero en terminar, Dyl no pudo evitar pensar que Thomas probablemente comería así de rápido si de un postre se tratara.

—¿Estás seguro de que no quieres seguir adelante? —cuestionó Kaya.

—Seguro —afirmo sacando el dibujo de su mochila —. Siento que he estado buscando en el lugar equivocado.

La señora que era su mesera se acercó a servirles agua y recoger el plato de Jacob.

—Oh, es un dibujo de Itomori, ¿cierto? —dijo.

—¿Es Itomori? —el corazón de Dylan se aceleró, puede que finalmente haya encontrado el lugar.