CAPÍTULO 5: VACACIONES

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Manu y el resto habían vuelto a atravesar el portal tras todo el caos causado con la desaparición de Jim en el campamento, esperaban que el día volviese a empezar cuando volviesen, así los problemas se solucionarían solos. Estaban en una playa enorme con un hotel gigantesco y lleno de palmeras justo al frente. Era un lugar paradisiaco. El templo por el que habían llegado a esa dimensión estaba justo en la orilla de la playa, lo cubrían unos pocos centímetros de agua. En él habían construido toboganes y otras atracciones para niños. La dimensión estaba repleta de gente.

Manu: ¡Wow! ¡Éste lugar está a reventar!

La playa estaba completamente cubierta de turistas de todo tipo, aunque la mayoría eran bajos de estatura y piel blanca como la leche, algunos que se habían quedado dormidos al sol estaban rojos y tenían ampollas del tamaño de puños por todo el cuerpo.

Tina: No se puede ni ver con tanta gente, tanta sombrilla, tanta hamaca... ¿Cómo salimos de la arena?

Tiko: No os preocupéis señoritas, ¡yo me ocupo de esto! - Tiko dislocó su brazo robótico derecho y lo convirtió en una pistola de aire.

Tiko: ¡¡¡Siempre quise hacer esto!!! - Comenzó a soplar hacia la arena levantando una nube enorme que se metía en los ojos de todo el mundo. Por lo que salían corriendo, despejando el camino hacia el hotel que tenían al frente.

Carla: ¡Para Tiko! ¡Eso está mal!

Todos miraron a Tiko con cara de pocos amigos, no debían molestar a la gente sólo porque quisieran.

Tiko: Lo siento peña, es que me he emocionado. ¡Sólo eso!

Mioru: No pasa nada, ¿verdad? No hemos hecho daño a nadie... sólo hemos destrozado un buen día de verano jajajaja...

Mientras los chicos seguían en dirección al hotel, la gente volvía de nuevo a sus hamacas, toallas y recolocaban las sombrillas que habían salido volando. Pero varias personas, enchaquetadas y sonrientes se iban acercando desde atrás a los chicos.

Tiko: ¡Eh, Gente! ¡Creo que nos siguen!

Manu: Normal, Tiko. Hemos espantado a sus clientes, son los camareros del chiringuito...

Tina: Andad más rápido y cuando crucemos la esquina del hotel corremos.

Carla: ¡Hecho! ¡¿Eh?!

Camarero: ¿Han buscado este hotel por internet?

Manu: N... ¡no! Venimos buscando a un amigo... Estará por aquí... Ya... ya nos íbamos.

Camarero: Tri... tri... ¡¡trincadles!!

En ese momento les pusieron una bolsa en la cabeza – Por favor, no os mováis y no lamentaremos ninguna muerte en éste hotel. Recordad que puede ser vuestro hotel ideal al mejor precio.

Manu: ¡Ya!

Los chicos se prepararon para pelear. Manu pronunció unas palabras y comenzó a levitar sobre el suelo.

Manu: Ohh... ¡oh no! Me he equivocado de hechizo... ¡¡Ayuda!!

Carla abolló por completo la cabeza del camarero que tenía detrás de un solo cabezazo hacia atrás. Era de metal. Sacó su espada y comenzó a destrozarlo en cuestión de segundos. Mientras tanto, Tina escupía el chicle que llevaba en la boca y explotaba en el pecho de otro de ellos. Tiko convirtió sus brazos en sierras mecánicas y comenzó a girar desde el tronco para arriba. Casi le da a Mioru con la emoción. Que empezó a arañar a otro de ellos, pero en forma de gato no era muy efectivo.

Dimensiones: El rey de las sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora