capítulo 35:propuesta

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Lamento la tardanza, me fui de vacaciones y no tuve internet por dos semanas, pero ahora voy a publicar los capitulos de todas las historias que les debo.



-entonces...¿Cómo crees que se ve?-

-se ve muy bien, pero sabes creo que te quedaría mejor con un lindo peinado'ttebayo-

Había pasado un buen tiempo después de la conversación con Hiashi. Hinata y yo saliamos casi todos los días en los que no teniamos misiones y un día, estaba realmente listo, listo de confesar mi más grande anhelo, el que tengo junto a ella, el que deseo junto a ella.
Ya había hablado con hiashi sobre ese tema y dijo que no tenía problema, todo estaba bien con el tema de mi compromiso con hinata y ya tenía garantizado una unión eterna.

Nunca olvidaré el día en el que se lo pedí.

Apenas habiamos terminado una de nuestras muchas citas, pero en esa ocasión quería darle mis verdaderas intenciones, apenas unos días atrás había visitado la casa Hyuga para informarle a el viejo hiashi que deseaba pedirle su bendición oficialmente. Tardé un poco pero al final accedió junto a los ancianos del clan.

Cuando me disponía a irme de la casa principal del clan, hiashi me detuvo y me preguntó si era necesario que me ayudara con la compra del anillo de compromiso, dejé mi orgullo frente a mi y le dije que estaba bien y que no necesitaba ayuda. La verdad es que había ahorrado dinero de mis misiones y desde el principio quise que el anillo para ella fuera comprado con mi propio dinero.

Después de recordar eso ya tenía el anillo y la situación ideal para pedirselo, pero....

-hinata...yo tengo algo que de-debo decirte-hablaba muy nervioso y ne apena decirlo-

-¿que sucede naruto-kun?¿Te sientes bien?pareces tener fiebre-en ese momento tocó mi frente con su mano y mirándome incrédula, recordé que mucho antes de convertirnos en pareja, hace años, yo hacía lo mismo con ella cuando la veía roja como tomate, ahora era yo el sonrojado-

-eh!no!estoy bien'ttebayo!-grité nervioso-

-¿seguro?podríamos ir a ichiraku para que te den algo caliente, o podría acompañarte a tu departamento para que te recostaras mas temprano-apreté mis labios y la miré fijamente, ella me miró extrañada, en un rapido movimiento la levanté y la tomé estilo princesa y me la empece a llevar rápidamente dirigiendome a un lugar más tranquilo.

Ella me preguntaba que pasaba pero la voz no me salía y prefería explicarle cuando estemos arriba.

El monumento hokage, para ser exactos en el monumento a mi padre, Minato Namikaze.

-na-naruto-kun-la bajé en cuanto me di cuenta de que estaba todavía en mis brazos-¿Que sucedió tan derrepente?-

-perdón, fui un poco impulsivo-me reí levemente-es sólo que necesitaba un poco de soledad-

-entiendo...-me dijo con una mirada angelical, mientras la dejaba de pie frente a mi-

Hubo un pequeño silencio, pero no era de esos incomodos en los que no sabes que decir, sino uno en el que era necesario vivirlo, admirando aquella maravillosa vista.

-sabes, siempre me a encantado esta vista y este lugar, es tan pacifico, aunque este de noche, de día también se ve tan majestuoso como ahora de noche-le dije con cierta suavidad-

-mmm...así es, es realmente cómodo este lugar-

Al lograr admirarla no pude evitar volver al modo de los cachetes rojos, ya se había acostumbrado a estar junto a mi sin estar nerviosa y podía hablarme con total naturalidad y simpleza, era realmente dulce.

La Princesa Del Byakugan Y El Chico De La ProfecíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora