N o (XIII)

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"Quiero que salgas conmigo... Que seas mi novia durante una semana..."

"¿Q-Qué?"

Los femeninos ojos buscaban algo (quizá que fuera una broma de mal gusto o una estúpida forma de hacerla confundir, o algo así) pero la seriedad de su compañero de academia se mantuvo intacta.

"... El pago por perder la apuesta es que me des una semana para salir juntos." La resolución en los ojos de Kaminari hizo que cualquier rastro de duda se fuera de ella, él hablaba en serio. Se quedaron un momento en silencio, y pareciera que el aire se negaba a entrar a sus pulmones.

"... Después de esa semana podrás tomar una decisión, realmente no quiero obligarte a nada, y-"

"No."

Frío. Amargo. Doloroso.

Ella no tenía para nada cara de buenos amigos.

Él se había imaginado este resultado tantas veces, en sus pesadillas despiertas. La realidad supera a la ficción, en muchas crueles formas. Y aunque había barajado una serie de posibles respuestas, en este momento el dolor lo hizo sentirse vacío de sentido. Se sentía tan idiota.

No ayudaba en nada el silencio, pero en su mente se abultaban las ideas.

"... Está bien, q-quizás si fue un poco pretencioso, no?, e-en realidad es algo m-mu-muy importante y no puedes  tomarlo tan a la ligera, supongo que no p-podrías decir que sí, sin tener alguna clase d-de razón para decir que sí, y-y no se puede estar en pareja si realmente no estás de ve-verdad segura de que el sentimiento es el mismo entre..."

"¿QUIERES CALLARTE?" Kyouka lanzó un suspiro largo. Con los dedos se acarició la frente, presentía una migraña debido a la situación en la cual se había metido.

"Escucha: he estado pensando en todo esto... La apuesta y la penitencia y en realidad todo lo que la rodea... Ha sido un poco... bastante... extraño y creo que tu jugaste mal desde el principio. No apostaste simplemente, tu sabías algo, ¿no es así? ¿Sabías que andaban juntos?"

Bien.
Bien.
Un mundo de preocupaciones...
La situación más absurda...
El se había quasi declarado, dejando en el aire una pregunta bastante comprometedora, poniendo de por medio toda su dignidad masculina...
Sintiéndose mierda por haber sido rechazado de la forma más frontal existente a día de hoy...
¿Y a ella le preocupa saber eso?
¿Es en serio?

Su cerebro parecía haberse transformado en su peor enemigo, pues mientras le contaba a la chica más o menos lo que había pasado, pensamientos masoquistas inundaban su conciencia. Esta situación es una basura, necesitaba irse a su habitación y estar solo. (Y hacerse bolita, si fuera necesario) ¡Qué patético se sentía! No pensaba que el amor podía doler así.

Cuando terminó la historia, se puso de pié, dispuesto a abandonar el lugar para arrancar como todo macho herido haría.

"Entonces me engañaste..." Su voz imprimió un leve tono de enojo.

"¿Ehh?"

"Apostamos en diferencia de conocimientos... Eso es trampa" - Ella se levantó también del sillón, para poder encararle como se debía.

"No lo e-"

"Tu, Kaminari Denki, eres un tramposo. Querías hacer todo esto porque siempre tomas la ruta fácil; una apuesta que sabes que vas a ganar para lograr salir conmigo de la forma más fácil que pudiste encontrar, pero yo no voy a permitirlo"

"¿Eeeeeh?" (Por All Might, qué dice esta chica, no entiendo nada)

"Eso ¡no te hagas el tonto!, tienes que pedírmelo como la gente normal, y poner todo el esfuerzo en ello"

La cara de Denki era un poema. Esto era demasiada información para él. Se atropellaban las ideas en su mente.

"No quiero jugueteos, si no te lo tomas en serio, si no pones lo mejor que tienes, mi respuesta siempre será la misma..."

("No")
Bien.
Creía entenderla...

"...ya no somos niños de primaria, no estoy para estúpidas apues-"

De un momento a otro Denki estaba frente a ella, tomando sus manos entre las de él, y las acariciaba lentamente. Sintió los colores subir a su rostro, y ya no supo si había sido buena idea decirle todo lo anterior.

"Kyouka..." - Los ojos amarillos miraban directamente a la chica, quería ser sincero y maduro, como ella dijo. Este era el momento: jugaría al todo o nada. - "...cuando estás alrededor me siento más idiota de lo normal, más nervioso. Siempre quiero estar cerca tuyo, quiero ver todo lo que haces y todas tus reacciones. No me gusta que otras personas tengan tu atención más que yo. Me encantan tantas cosas tuyas que no podría explicarte ni en un año completo. Tu carácter, decisión, inteligencia, incluso tu humor, todo eso me gusta y no puedo ni quiero evitarlo... Me inspiras, como heroína, como persona, y además eres preciosa... Tienes razón. No quiero hacer mal las cosas. Kyouka, tu me gustas demasiado... Y definitivamente no quiero que seas solo mi amiga."

Debido a la gran afluencia de información, la pelimorada se quedó unos segundos intentando procesar todo. Una tímida sonrisa se posicionó en su rostro. - "Entonces...?"

"Entonces, sal conmigo"

"¿Es una cita?'

"Es una cita"

Todos los posibles reproches mentales que Denki podría haberse hecho a sí mismo, eran apagados por la visión del sonrojo de su chica.

Todo por ver su sonrisa.
(Y por saber que él la causó.)






~ Notas de la autora ~

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