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U n B u e n P l a n (0)

Bakugo era amigo suyo.
Es por eso que era de su interés, dentro de lo normal. Es por eso que se dio cuenta cuando el humor de este último comenzó a cambiar.

Fueron pequeñas dosis de paz, pero eran notables para el eléctrico. Algo estaba pasando.

Entonces sucedió...
Estaban caminando hacia el comedor, como siempre. Los tres sacaron las mismas cantidades de almuerzo que solían traer cada uno, sentándose en la misma mesa de siempre. Nada parecía que fuera a ir distinto.
Pero sucedió...
El explosivo casi siempre se quejaba de la comida cuando no era él mismo quién la preparaba (porque tiene una familia bastante gourmet, o algo así). Las quejas podrían ir hasta el nivel de gritos si era un mal día.

El silencio fue un mal indicio.

Al seguir la mirada del ausente, observó como un poco más allá una (muy) temblorosa mano se acercaba a un pelo castaño. No era secreto para nadie que Midoriya y Uraraka juntos eran como los protagonistas de una cursi historia romántica, por lo que no le extrañó cuando la mano del brócoli se deslizó delicadamente por el sedoso cabello. Ella estuvo haciendo una sonrisa todo el tiempo y sus mejillas estaban sonrojadas... (Aunque eso es normal en ella, o no?)

De todas formas eso no explicaba por qué Bakugo los miraba de esa forma.

Intentando aplicar todas las habilidades que había desarrollado durante su corta vida en el arte de disimular (que no eran muchas, tampoco) comenzó a comer de su plato, mientras le pegaba miradas furtivas a su compañero que aún seguía observando con expresión asesina. Kirishima no se dio cuenta de nada por estar ocupado admirando a "cierta persona".

Desde ahí en adelante el día fue un infierno, el explosivo definitivamente había tenido un abrupto cambio de humor, era obvio para todos, pero Denki había presenciado por pura suerte el momento exacto cuando la frágil estabilidad emocional del rubio se había quebrado.

Conocía esta reacción, es lo que comúnmente se conoce como ataque de celos. Todos podrían sufrir algo así, pero su amigo... Pensando en esto mismo, llegó a dos obvias opciones:

A) Bakugo tenía sentimientos por Midoriya.

B) Bakugo tenía sentimientos por Uraraka.

La primera opción era difícil, aunque tampoco imposible. Aunque el explosivo nunca hubiese demostrado tener intenciones hacia su mismo sexo, sí que tenía un pasado en compañía del peliverde.

En realidad ya era difícil creer que  Bakugo podría tener sentimientos por alguien, fuera quién fuese. Parecía que él no tenía intenciones con nadie, era casi como si fuese asexuado o algo así. Todos eran extras para él... Siendo su amigo, ni siquiera estaba seguro de que supiera su nombre (ya saben, por lo de Pikachu y eso).

La segunda opción es igual de poco probable. Ellos no tenían relación alguna. Es más, podría enumerar fácil todos los momentos en los que ellos han "compartido": les tocó pelear en esa cosa de roles que hicieron hace ya tiempo atrás, "héroes versus villanos" dirigido por All Might. También les tocó pelear en la arena, Uraraka fue muy valiente durante todo el encuentro y Bakugo demostró interés en último momento, incluso a él le dio escalofríos ver la expresión de emoción en la cara del chico, era como que iba a matarla... de hecho, la llamó por su nombre. Bakugo no solía llamar a la gente por su nombre. Terminada la pelea dijo que...  Que ella no era frágil o algo así (?). Era como si la estuviese defendiendo. O aceptando.
De hecho, cuando ella lo llama por el apodo odiado "Kacchan", él solo alega, pero realmente no... Realmente no hace nada contra ella.

Oh... por All Might...
No puede ser cierto...

~

Estar pendiente de su amigo lo hacía sentirse culpable, pero de verdad necesitaba confirmar sus pensamientos. Estar detrás del explosivo no era tarea fácil, sobre todo porque pareciera que estaba enojado la mayor parte del tiempo. Ya habían pasado 2 días, y Denki no tenía nada en sus manos que le ayudara a despejar la mente. Ni sus locas teorías.

Así que decide que acercarse más podría ayudar a saber la verdad, pero no espera no encontrarlo una vez que llama a su puerta, entrada la noche. Katsuki no está. Tendría que estar... (¿Dónde cojones...?). Quizá ande haciendo de las suyas. Podría ver si alguno de los otros implicados en el asunto no está tampoco en su habitación... No, si efectivamente estaban, comenzarían a preguntar y tendría que dar explicaciones. Pero... Y ¿si le había pasado algo? El rubio era campeón para meterse en problemas. (Debo decirle a algún profesor... Si Aizawa sensei lo descubre nos matará... No, ¡¿Que debo hacer?!)

Escucha voces en el trascurso de su cuerpo hacia la cocina y algún preciado líquido que refrescara su garganta y cerebro. No logra identificar quién es, de todas formas se esconde lo mejor que puede entre las sombras.

"Cállate, ¿Acaso quieres que nos descubran?"

Esa voz sí que la conocía. Aunque ahora susurrante, reconocería la voz pastosa del chico en cualquier momento. ¿A quién le hablaba? Escuchaba una exhalar de aire que podría haber sido de cualquiera. Al parecer la persona intentaba no reírse o algo por el estilo. No lo estaba logrando. Escuchó sus pasos detenerse y ponto se acabaron las respiraciones apresuradas. Necesitaba saber ya quién estaba ahí. Alguien en su sano juicio estaba escapando, contra las reglas, arriesgando su licencia provisional y un posible infierno si se enterara algún profesor, también pondría en duda su perfil frente a un profesional que quisiera trabajar con uno, y si aún no basta; ¡con Bakugo! ¡Con una de las personas más amenas para compartir! (Nótese el sarcasmo).

"Oi, Uraraka" (¡Bingo! Sí, sí, sí, era con la castaña) Es que estaba claro, tantas demostraciones no podían ser por nada. No podía creer que estos pasasen ratos nocturnos juntos (....?)

"...¿no quieres dormir conmigo?"

"¡¿Quéééé?!" Denki tapó su boca con ambos brazos, al mismo tiempo que sentía su rostro enrojecer. (En serio, ¡QUÉ COJONES...!) Ahora iban a matarlo. Bakugo iba a matarlo.

"Baja la voz maldita, solo era una pregunta, tsk"

Oh... Al parecer la chica emitió el mismo sonido de impresión y su grito ahogado se vio opacado por el femenino.

Dios era bueno.

Sabiendo que la vida le había entregado otra oportunidad, se alejó con su objetivo cumplido y la mente en paz.

O no tanto...

(Habría que darle un premio al señor explosivo, no? No puedo creer que le quitó la casi novia al peliverde y yo aquí... La chica que me gusta se lleva bien conmigo y yo no soy capaz de...
Esperen...)

Por ahí alguien dijo que la información era poder, y eso era lo que él poseía en este momento. Recién salida del horno: poderosa y suculenta información.

Nadie iba a creerlo. Jamás. Never ever. Era como una de esas apuestas broma, esas que se hacen en juntas con amigos. La persona que hace la apuesta sabe que van a ganar, pero siempre logra engañar a los demás, quienes tienen la seguridad de que apuestan correctamente.

(¿Y si expandía esa idea?...)

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~ Notas de la Autora ~

Muchas muchas gracias a tod@s los que han leído hasta acá, comentado y dado sus votos 🌟!!  Se siente genial que la historia les guste y recibir ese cariño.

Capítulo cero del conteo, el origen de todos los males (?)

Dato freak: lo de las apuestas broma por supuesto que existe, pueden aprender varias en YouTube.
(A mi me ha permitido ganar dinerillo a los amigos cuando estoy en juntas) 😂

Nos leemos!