C o l o f ó n (XIV)

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"Todavía hay cosas que no entiendo, Uraraka~" Dice, junto a un pseudo berrinche. 

La chica de la, ya un poco crecida, melena castaña desprende un suave olor a frutos rojos que entrega a los que pasan por su lado, una grata experiencia. Los árboles están teñidos de colores diversos, las hojas parecen bailar al ritmo del viento helado que cruza por las ramas, forzándolas a caer al suelo. 

"Vamos, Uraraka, ¡Cuéntame otra vez la historia!" 

Los alumnos caminan por el patio, despreocupados. Son pocos, la institución es grande. Se nota en sus vestimentas el cambio de clima, ya que llevan menos ropa que antes. El calor pronto se enseñoreará del ambiente. Por mientras eso no suceda, las flores de la primavera agradecen, expandiéndose, a la naturaleza y su frescura.

Un suspiro acompaña a la expresión cansancio de Uravity. "Vamos a ver... Eres mi mejor amiga, y te he contado MUCHAS veces esa historia..."

"Una más no va a matarte, eh" Dice la rosada, junto a una sonrisa de diversión cómplice.   

Los alumnos siguen cada uno por su camino, riendo y conversando sobre cosas variadas. Uraraka se quita el sobretodo, culpa del clima. Intenta observar todo, y grabarlo en su memoria. Su amiga se impacienta, como suele ser su carácter, al no ver una disposición a lograr su cometido. 

"... ¿Por qué quieres tanto escuchar esa historia, Mina?" La castaña comenzó a perderse en sus recuerdos. 

"...Sabes que me gusta esc..."

"No será que quieres aplicarlo con Kirishima"

La rosada torna a roja, y se voltea, haciéndose la enojada. Uraraka ríe un poco, pero luego, al voltear a su amiga a la fuerza, y ver su expresión teñida de tristeza interna, logra comprender algunos sentimientos que Ashido jamás pondría en palabras.

"Bieeeeeeen, bieeeen~" Su amiga levanta sus cejas en victoria, y una leve sonrisa la invita a continuar. 

Ochako se acomoda en la banca que ambas ocupan, sabiendo que viene un momento que ha vivido muchas veces antes. Cada vez hay menos estudiantes merodeando, casi todos los que se encuentran allí están en sus respectivos preparativos.

"Cuando peleé contra Bakugou, en el Festival Deportivo, me inspiró mucho su fuerza. Admiré su capacidad física en batalla y su resistencia al pelear. Yo no lo sabía en ese momento, pero él también sintió algo similar"

"Como esa vez que dijo, frente a todos, que tu redondez era respetable" - Dijo su amiga, entre risas, y ella enrojeció por el cometario.  

"Ejem...... yo le conté que había elegido ir con Gunhead para mejorar mis habilidades de combate cuerpo a cuerpo. No lo ví muy interesado, hasta que después en un arranque de valentía; le propuse pelear. Me dijo que lo siguiera, y caminó alejándose por el bosque..."

"Ahhh~ te llevó a los matorrales~" *¹

"¡NO, ASHIDO!" 

Algunos de los atareados estudiantes que por allí deambulaban, detuvieron su andar para encontrar la fuente de origen de la alegre carcajada que llegó a sus oídos.

"..... En fin, comenzamos una especie de rutina... nos encontrábamos para entrenar y mejorar nuestros respectivos poderes. Con el tiempo, nuestras interacciones fueron mejorando, debido al simple hecho de compartir, y Bakugou desarrolló un extraño gusto por molestarme y avergonzarme."

"Sí, recuerdo cuando Kaminari contó que los había escuchado conversar, una noche." Una segunda risa acompañó el comentario, y Uraraka sintió una vez más el desgastado deseo de estrangular al rubio. - "Dice la leyenda que cuando Bakugou se enteró, dejó una marca que hasta el día de hoy no desaparece~"

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