Passion And Destiny

-Capitulo 35-

-Capitulo 35-

Angélica

La fachada de aquella cabaña, era idéntica a cualquier otra que me hubiera cruzado al venir, pero mi cuerpo me gritaba que era esa, era ahí donde estaban.

Había descubierto que no todo era tan fácil como parecía, la cabaña donde Kiran me había mandado estaba ubicada justamente en la zona donde vivían los lobos solitarios de la manada de Ethan.

Por lo tanto mucha información no me pudieron dar, cada cabaña está ubicada a kilómetros de las otras, así que si hubo algún ruido o algo para escuchar, dudo que yo lo haga.

| ¿No deberías haber llamado a Alexander? |

¿Con que? ¿Señales de humo?

| Sabes a lo que me refiero |

Si pero mejor no lo digas.

Me acerque con cautela a la cabaña, había abandonado el auto a varios kilómetros de aquí.

| No se escucha nada |

Es una bruja. Supongo que puede hacer eso.

| Cierto |

Toque la puerta con leves golpes mirando todo a mí alrededor, no podía creer que hiciera esto. Inhale profundamente tocando mi barriga abultada, estaba dura.

— ¡Angélica! —El chillido de Sophie me hizo volver a la realidad, no pasó mucho cuando tuve sus brazos rodeándome como podía—. Sabía que vendrías, ven pasa.

Dijo sin siquiera tenerme en cuanta, no reaccione a tiempo cuando ya estaba sentada en un sofá viejo, rodeada de miles de cosas. Era un típica sala de estar amueblada con madera, más las miles de velas encendidas le daban un toque horrífico y la poca luz no ayudaba mucho.

—Ten un té—chillo poniéndome una taza frente a mi rostro, antes de sentarse.

Le sonreí apoyando la taza entre mis labios, no iba a tomar nada que ella me diera, sinceramente, aunque no la veía una posible amenaza, tal y como Sophie se veía, era una bruja, que fue capaz de casi matar a Kiran, así que mejor prevenir.

La observe sobre la taza, algo en ella se veía bueno. No sabría expresarlo, peor por como acomodaba los cojines a su lado y como miraba todo, antes de sonreír, veía en ella a la típica ama de casa controladora.

— ¿Cómo estas Sophie? —murmure.

—Bien—me sonrió—. Muy bien—asintió—. Feliz.

— ¿Te hace feliz haber matado a Kiran? —gruñí.