Capitulo 5

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GI

Dos semanas habían pasado desde lo del bar con Piere, el imbécil había estado en la puerta de mi departamento cada uno de los días que le siguieron a esa noche, y ninguna de esas le atendí, estaba loco si creía que lo iba a perdonar.

Pedazo de imbécil, que se creía que era para venir y pedir perdón y querer verme si el ya tenía a su novia.

Encima el estúpido había dejado una colección de regalos en mi puerta, los cuales constaban exactamente en la cantidad de 14 regalos, uno por cada día, entre los mismos había un reproductor mp3 con una playlist hecha de las que él consideraba eran nuestras canciones, una caja con mis chocolates preferidos, un vodka, 2 portarretratos, uno con una foto de nosotros dos cuando éramos niños y otro con una foto donde salíamos con nuestro sobrinos, así la lista de regalos continuaba, yo solo estoy enumerando con los que decidí quedarme por puro masoquismo.

Cuando escuche la playlist estuve llorando todo el día lo que me llevó a querer comer chocolate, una noche cuando llegue del trabajo encontré el vodka y cómo no quería llorar lo agarré y me lo bebí pero tampoco funcionó y seguí llorando y al otro día no tan solo me veía espantosamente horrible sino que me levante abrazada a la botella de vodka, llegue tarde al trabajo y encima con terrible resaca.

Le pedí a Dios una sola noche con él, y me dio un beso y franeleo de una noche con el amor de mi vida, pero me olvide de aclararle que quería que estuviera soltero así tenia posibilidad de conquistar su corazón, pero por lo visto no está de mi lado, y mi corazón se encuentra roto en pedacitos, maldito Piere!!!

Alrededor de las 6 de la tarde golpearon la puerta de mi departamento, suponiendo que nuevamente era Piere, me decidí a dejarlo golpeando la puerta hasta que se cansara o hasta que se le hiciera el horario de ir a abrir el bar, pero en el segundo golpe, se quedó todo en silencio exceptuando por el sonido de la cerradura y de una llave siendo insertada en la misma, espero que sea Tara ya que la única persona que tiene llave de mi departamento es ella, si no juro que la mataría por darle las llaves a alguien más.

De repente se abre la puerta y la veo aparecer y mi cuerpo siente el alivio y la tensión se va a un lado. Ella está con mis príncipes en sus brazos, la verdad es que no sé, cómo ha hecho para abrir la puerta, andar con todo ese enorme bolso y abrir la puerta, ella es la mujer maravilla.

-Gi, que mierda te crees, ayúdame hermana, ven y agarra a tus sobrinos

Procedo a ayudarla, agarrando a mis bellos niños

-Hola mis príncipes, ya los extrañaba hombres de mi vida – les hablaba a los bebés a lo que ellos solo se reían, se notaba que a pesar de ser iguales, Constantino tiene muchos rasgos que lo hacen parecerse a mi amiga pero en personalidad es una calco de Bastian siempre tan coqueto y conquistador con sus ojitos y sonrisa mientras que Stefan es medio timidón y risueño en carácter pero es mas parecido a Bastian.

-Gi, son mis príncipes. Búscate los tuyos jajaja

-Muy graciosa, muy graciosa, el matrimonio te ha vuelto un ser muy especial

-El ser especial viene mas de herencia familiar, tu ya debes de saberlo y haberlo comprobado por experiencia propia ¿o me equivoco?

-Lo dices con causa de conocimiento

-No te hagas Gi, se todo, y no por mi mejor amiga sino por que marica enamorado y deprimido de mi hermano

-No se de que habla su loca madre mis príncipes, y ustedes? – pregunté mirando y haciéndoles caritas de curiosa y asombrada a mis sobrinos, a los cuales ya había ubicado en una manta en el suelo alrededor de un montón de almohadones.

-Conmigo no Gi, llevo años viendo cómo te baboseas y mojas las bragas por Piere, quien te recuerdo es mi hermano y una de las personas que mas amo en el mundo. Sé que muchas veces puede ser un idiota, mas muchas que un montón, pero ya lleva mas de 2 semanas arrastrándose por tu perdón y tu ni la hora amiga

-Pero el tiene novia Tara, que mierda quieres que haga, el no me ama cómo yo lo amo a él, solo fui su calentura de una noche mientras su novia de la cual no sabia que existía no se encontraba cerca de él

-Él te dijo eso?

-No, pero tampoco es cómo si lo negara, la nova estúpida de él se presentó cómo su novia y el nunca lo negó

-No me refiero a eso, él te dijo que no te amaba, que eres solo una calentura

-No, no me dijo eso, pero

-Pero nada imbécil, eres mi amiga, te amo, pero a veces me dan ganas de golpearte contra una pared. Sé que mi hermano es un imbécil, y también sé q la tonta esa si era su novia, pero que se pusieron de novios en una noche de borrachera y después no supo cómo cortarla, pero la noche del bar en la que ustedes se dijeron lo que sentían, esa misma noche la cortó, y desde ahí te está persiguiendo cómo tonto, la única que está impidiendo que esta relación o cosa que hay entre ustedes no suceda eres tú Gi, y espero que no sea muy tarde para que lo arregles.

-A que te refieres con que sea tarde

-A que en este momento Piere está en el bar con mi esposo, Luca e inclusive con Xavi, así que ya sabes lo que eso significa.

-Y que hace Bastian con ellos si lo que supongo es que van a terminar embriagados y rodeados de mujeres regaladas

-Bastian es mi espía, pero eso lo solucionaremos tu y yo junto con Gaby, mamá viene en 15 minutos así que ve a tu habitación, te pones bien perra y vamos a recuperar a nuestros chicos, bueno tu al tuyo, yo al mío ya lo tengo, y cómo lo pille coqueteando con alguien esta vez lo mato en serio, y Gaby, bueno presiento que las cosas andan caldeadas entre ella y Luca, así que seguro algo noche interesante pasa esta noche. Por eso extrañaba Argentina, siempre estos enredos amorosos y yo siendo celestina, es lo mejor que hay.

-No te hagas la mejor celestina que para ti y Bastian existieron cómo 4 celestinos 5 si incluimos a Xavi.

Dejando de conversar me dirigí a mi habitación, aún con muchas dudas en mi cabeza, pero el amor que sentía por Piere era mucho más fuerte que cualquier cosa o zorra en nuestro camino, y no iba a dejar a mi hombre libre para nadie más que para mí.

Abrí las puertas de mi closet y después de repasar rápidamente mi vestuario me decidí por un vestido blanco y unos tacones rojos, sabía que con esto lo iba a descolocar tanto cómo después iba a amarlo, me di una ducha mega rápida y después de secarme y ponerme crema me vestí, maquillé, solté mi cabello, ya estaba lista para cuando Tara me llamó.

Hoy ponía yo las cartas sobre la mesa, solo esperaba que no fuera demasiado tarde.

No me desafíesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora