Capítulo 18

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POV GI

Habían pasado 4 meses desde que la mamá de Piere falleció. Todo de a poco estaba volviendo a la normalidad. Tara finalmente se mudó a Argentina, y está viviendo en la que era la casa de sus padres, ya que su padre la convenció de que la casa era demasiado grande para él solo, luego Piere y Luca la convencieron totalmente ya que ellos cada uno tenía su departamento y no les hacía falta la casa, así que de común acuerdo decidieron que la casa quedara para Tara y Bastian con sus hijos.

Giovanni, el padre de los tres, había decidido eso también eso, porque decidió irse de viaje por unos meses a Europa y tampoco quería dejar la casa a cualquier persona que no fuera de la familia, dicho en sus palabras "Hagan de cuenta que cuando vuelva seré una visita", y así sin mas no dijo más nada y emprendió la aventura que durante tanto tiempo planeo con su esposa y no pudo llevar a cabo. Sus hijos no dijeron nada, porque sabían lo que significaba para su padre ese viaje, esa era su manera de hacer el duelo, y ellos no se lo impedirían.

Piere estaba de vuelta en el bar tratando de ampliar el menú un poco, hacia tan solo un mes habíamos decidido irnos a vivir juntos, vendí mi apartamento y me mudé al de él porque era más espacioso para los dos y él me había habilitado un espacio para mis planos y me había regalado un tablero que era del doble de tamaño que el que yo tenía en mi apartamento para hacer mis diseños.

Ahora me encontraba terminando uno de los planos que tenía que presentar la semana que viene, llevaba tres horas sentada tratando de cambiar un balcón a pedido de un cliente que no había quedado del todo conforme, había sido una semana de locos, o mas bien unos meses locos.

Entre la mudanza, la entrega de los planos en la empresa, la presión de mi familia y que había estado comiendo a las apuradas todos los días mi cuerpo no me estaba respondiendo bien, y para colmo de los colmos hacia una semana logre salir de la gripe que me agarré.

Estaba distraída en mis pensamientos, cuanto sentí la puerta de entrada, miré el reloj y me di cuenta que eran más de las 11 de la noche, nuevamente me había saltado un par de comidas.

Me apresuré a levantarme del asiento y correr para ver a Piere y abrazarlo, pero solo alcancé a verlo entrar cuando mi vista se quedó en negro y me sentí desvanecer.

POV PIERE

Termine de entrar al departamento justo a tiempo cuando Gi se estaba desvaneciendo, solo sé que solté todo lo que traía en las manos y logré alcanzarla y agarrarla con mis brazos antes de que se cayera y se golpeara con algo.

La acomodé como pude en el sillón y traté de hacerla reaccionar pero nada sucedía, por lo tanto inmediatamente llame a emergencias explicando la situación.

Los minutos que tardo la ambulancia en llegar solo me hacían poner más histérico, lo único de lo que estaba consciente era de que Gi seguía respirando, y solo lo sabía porque había puesto mi cabeza sobre su pecho sin echar mi peso sobre ella para asegurarme en todo momento de que subía y bajaba a un ritmo normal.

Cuando la ambulancia llegó a casa dijeron que si o si tenían que llevarla al hospital por que no despertaba y que necesitaban hacerle estudios para saber la causa de su inconsciencia.

Una vez en el hospital, no me dejaron pasar a estar con ella hasta que no le hicieran todos los controles necesarios.

De repente me desplomé {e en la primera silla que encontré, diciéndome una y otra vez que no podía perderla, no como a mamá, no lo soportaría.

Como pude tras unos minutos de colapsar emocionalmente, agarré mi teléfono y llamé a Bastian y a Luca, para que le dijeran a las chicas de la mejor manera posible.

No pasaron más de 30 minutos cuando los vi a todos ellos atravesar las puertas del hospital, y mi hermana instantáneamente me abrazó y Luca hizo lo mismo, y eso fue suficiente para mi autocontrol, mis lágrimas empezaron a derramarse sin parar, pero me prometí a mí mismo que sería la última vez, después de esto tenía que ser fuerte por Gi. Ahora solo quedaba esperar a que el doctor saliera y me dijera lo que pasaba con ella y rogar que no fuera nada grave.

No me desafíesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora