El presentador de la televisión continuaba hablando, aparentemente ajeno a que ya nadie debía de escucharle. En mi casa todo era silencio. Solo se podía oír de fondo a ese presentador a medio volumen y a mi hermana de dos años berreando en el sofá. Yo estaba como en una nube, pero una nube de tormenta, eléctrica y deprimente. Mi madre tenia la mirada fija en el televisor, probablemente deseando apagarlo a fuerza de voluntad. La mirada de mi padre estaba ida, se movía por la sala como si pudiese huir de ella e ir a desenvolver su locura en el exterior, como si allí la cosa fuera a mejorar. Pero nada mejoraría, el presentador lo había asegurado. Se acercaba el fin del mundo.
Al parecer, hacía 24 horas que La Tierra había empezado a moverse hacia el Sol. Así que había algún estúpido decreto que les obligaba a comunicarnos que nuestro planeta se acercaba lenta e inexorablemente hacia una muerte segura. Los científicos habían hecho cálculos y habían llegado a la conclusión que, primero: era el Sol lo que por algún motivo atraía a La Tierra hacia sí, por lo tanto iríamos aumentando de velocidad a medida que nos fuésemos acercando, segundo: a mitad de camino aproximadamente la radiación nos destruiría a todos, y si quedaba alguien hacia el final, el calor podría con él. Cuánto tiempo nos quedaba? Gran pregunta. Un año y medio, decían. Quizá más, quizá menos. Casi todos se inclinaban por menos.
-Adhara! ADHARA! Me oyes? Adhara!- Vaya. Mi madre me está zarandeando. Debo de llegar muy tarde al colegio. Entonces lo recuerdo. El fin del mundo. El choque contra el Sol. Debo de haberme desmayado.
-Estoy bien mamá.- Me tiembla la voz. Muy convincente Adhara.-Estoy bien.
Mi madre me suelta y corre a coger el teléfono, ahora me doy cuenta de que ha estado sonando todo este rato. La que llama es Odile, la mejor amiga de mi madre. Grita mucho.
-LO HAS OÍDO?!CÓMO QUE HAS APAGADO LA TELEVISIÓN?! PÓNLA, AHORA!
La voz de mi madre casi no se oye entre los alaridos de Odile. Le hace una seña a mi padre, que parece atontado, para que ponga la tele. Una chica rubia nos dirige una sonrisa falsa desde la sede principal de la ONU.
-Los altos cargos siguen aquí reunidos sin decidirse por una solución todavía, parece que la cosa va para largo. Un momento. Sí, me dicen que, efectivamente, los rumores son ciertos. Están invitados a esta reunión todos y cada uno de los científicos y astrónomos más prestigiosos del planeta, así como representantes de la NASA, e universidades de Oxford, Harvard y demás. Por ahora nos han avanzado que planean enviar cuanto antes una nave espacial lejos del Sol y el peligro que representa. Pero, nos planteamos... Es factible salvar a toda la humanidad con una sola nave? Habrá que enviar mas de una? Nos dará tiempo a construirlas?
Vaya. Y vaya otra vez. Así que hay una posibilidad, por pequeña que sea, de salvarnos. Salvarnos a mi hermana Nashira (cierto, tanto mi hermana cómo yo tenemos nombres de estrellas, una bonita casualidad ahora que vamos a estamparnos contra una de ellas), a mis padres, a mí... Pero sobretodo a Henna y a Jan, mis mejores amigos, que empezaron a salir el verano pasado y yo... Bueno, me alegré por ellos, un poco, aunque... No lo sé, no pude evitar sentir envidia. Henna, la guapa y dulce Henna, con su piel café con leche y sus ojos de chocolate, había empezado a salir con nada más y nada menos que con Jan, mi rubio de ojos azules de película, con sus dientes demasiado grandes y su sonrisa pícara. Pero si se salvaban, si nos salvábamos, quizá...
-Adhara. Eh, Adhara, todo está bien.-Es mi padre. Debo de haberme quedado con la mirada perdida, porque mi padre me ha puesto una mano en el hombro y me habla con voz tranquilizadora.-Nos iremos de este planeta con una nave espacial y nadie sufrirá ningún daño.
Consigo sonreirle. Gracias papá. Siempre me ha fascinado su capacidad de tranquilizarme. Es un hombre cansado, que algún día fue muy guapo. Ahora lleva algo de greñas, barba de tres días y una expresión soñadora pero segura. Mi madre nos interrumpe.
-Eh, escuchad, dan más notícias.
-...De confirmar que, efectivamente, no podemos salvar a toda la humanidad con una sola nave, y que aunque nuestros ingenieros se han puesto ya con ello, no es probable que terminen otra a tiempo. - Debajo de su sonrisa de anuncio había una mezcla de la superioridad más asquerosa, cómo si estuviera segura de que ella iba a ser escogida para salvarse, y el terror más profundo, cómo si en realidad supiera que estaba destinada a morir.- Así que, con el cincuenta y dos por ciento de votos a favor, se ha aprobado lo siguiente: Cómo sólo va a sobrevivir una parte de la población, se escogerá por prioridad: médicos, ingenieros, astronautas experimentados, profesores, profesores especializados en medicina, ingeniería y otras profesiones importantes, niños, que se escogerán por salud, inteligencia, salud de los padres, etc. Los adultos que no encajen con las profesiones exigidas se someterán a un examen y se les aceptará por edad, salud, inteligencia y utilidad. Gracias, y esperen a nuevas notícias.
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La Nueva Era
RandomQué pasaría si un día anuciasen el fin del mundo por la tele? Qué harías si sólo te quedase un año y medio de vida?