Creo que nadie puede imaginarse lo grande que es esto. Miles y miles de salas. Miles y miles de pisos. Al fin y al cabo, somos mucha gente. Cuesta creer que, en tan poco tiempo, hayan construido una nave de estas dimensiones, más grande que la ciudad más grande que te venga a la cabeza.
Resumiendo, me he perdido.
Iba a la zona de empleo, porque por lo visto hay mucha faena y han bajado la tasa de trabajo de veinte años a dieciséis. Pero, no sé cómo, he acabado en un pasadizo ancho y luminoso, estoy completamente sola y llevo media hora deambulando por ahí. Oigo ruido en uno de los muchos pasadizos adyacentes, y me dirijo hacia allí.
De repente entro en un espacio abarrotado de gente, y me doy cuenta de que estoy en uno de los múltiples centros comerciales de las Zonas de Ocio y Socialización, o ZOS.
Cómo ya debe de ser tarde decido preguntar por mi compartimiento e ir mañana a que me asignen trabajo.
Me tropiezo y topo contra una chica rubia que lleva un moño.
-Oh! Vaya, perdón, esque estaba sumida en mis pensamientos- Intento explicarme- y no miraba por dónde...
-No hay problema! Ésto está hasta los topes.- Me interrumpe.- Yo soy muy torpe, sabes? Está bien no ser la que se choca por un día. Acabo de decidir que me gusta más ser la 'chocada' que la 'chocadora'- Añade teatralmente. Me cae bien. En todo el rato que ha estado hablando no se ha movido de sitio, pero no ha parado de mover las manos, los brazos y todo el cuerpo para hacerse entender. Sus ojos, azul marino moteados de tonos azulados varios, se movían también al son de sus palabras, como en una danza.
Me río y ella estalla poco después. Acabamos cogidas de los brazos para sujetarnos y no caer al suelo de la risa.
-Có-cómo te llamas?- Consigo preguntar al fin. Entre risas descontroladas sólo alcanza a decirme:
-K-kristin-kristina- Y vuelve a agarrarme el brazo y a cogerse la barriga mientras se ríe a grandes carcajadas.
-Kristina! Yo Ad-dhara- No alcanzo a más porque la risa de esta chica es contagiosa y ya volvemos a estar las dos casi revolcándonos por el suelo. Y con una sonrisa pícara me pregunta:
-Adhara, te apetece ir a tomar algo?
Me dejo caer en un sillón verde increíblemente cómodo mientras ella aterriza en el otro, que es de color lila, delante de una mesita alta de cristal.
De vez en cuando aún estallamos a reír al cruzar una mirada, pero se nos va pasando. Aprovecho para observarla.
Tiene una cara perfecta, pero su belleza es diferente a la típica belleza de modelo, de cara larga y facciones marcadas. Su belleza es más personal, más suya. Su cara es un poco redondeada, pero no gorda. Lo justo para que resulte agradable y regia a la vez. Su boca se mueve de manera especial cuando habla, cómo si estuviera haciendo un mohín, con los labios redondeados en forma de beso, que cambian automáticamente a una sonrisa cuando acaba de hablar.
Pero todo me devuelve a sus ojos. Tiene los ojos grandes, redondos, que cambian con cada gesto y con cada palabra. Cuando hablas, los mantiene abiertos y atentos cómo si le estuvieras dando una grata sorpresa. Quedan perfectamente envueltos con su rubia cabellera, que ahora lleva suelta, y que le llega casi hasta las caderas.
-Cuantos años tienes?
-Dieciséis. Pronto haré los diecisiete.
-En serio? Yo quince!
-De veras? Pensaba que eras mayor que yo!
-Bueno, bueno, en agosto hago los dieciséis.
-Yo en septiembre. Seremos de la misma edad durante un mes!
Risas.
-Lo espero con ansias!
Se nos acerca un camarero.
-Que querréis, señoritas?
-Yo una cocacola.- Me mira y asiento- Serán dos.
-Ahora mismo vienen.
Se marcha y volvemos al tema.
-Bueeno, y que es lo que hacía usted, señorita Adhara, antes de 'el choque'?
Me río y le explico que iba a que me dieran trabajo y me perdí. Hacemos broma un rato sobre el tema, hasta que recuerdo que sigo perdida y no sé donde carajo queda mi compartimiento.
-Oye, pero en serio, tu sabes donde está el pasadizo que va de la doscientos hasta la trescientos? No te rías, va en serio- Le digo, aunque se me escapa la risa a mí también.
-Pues tendremos que encontrarlo. Señorrita- Dice con acento extraño, como ruso- le prropongo lo sigguiente. Bebemmos cocacola, reímmos un rato, y vammos a la búsqueda del comparrtimiento!
-A la búsqueda del comparrtimiento!- Digo yo a coro.
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La Nueva Era
RandomQué pasaría si un día anuciasen el fin del mundo por la tele? Qué harías si sólo te quedase un año y medio de vida?