Una Aventura Con El jefe

1

Cuando llegamos al pueblo, me monto a un carro, para ir a un lugar donde nadie nos encontrara.

Cuando llegamos me amarro a una silla y salió de la sala dejándome sola, mire para todos lados intentando encontrar una silla, me sentía mal, mi barriga me dolía, y sabía perfectamente que era por él viaje.

Yo no puedo viajar, mi embarazo no me lo permite, ya que las vibraciones del avión le hace daño, no sé por qué, pero el doctor me dijo que solo sería por el primer embarazo, que si tuviera otro ya podía hacer todo.

El tonto de Dante entró y traía a la fuerza a la mujer que creí que era mi madre y a mi hermana.

—bueno, Siéntense.

—Natasha, querida que haces acá.

No quería hablar con ella.

—yo la traje, yo creo que tu esposo debe estarse volviendo loco al saber que no volviste.

Respire profundo, dirijo la mirada a mi madre, quien estaba atada y tenía lágrimas en los ojos.

—ya lo sé todo, señora, porque lo hizo.

Me dolió hablarle así a la mujer que me crio, pero que también me hizo sentir tan miserable.

—no me llames así Natasha, yo te tome cariño, pero cuando Dante se enteró de que tú eras hija de un millonario que yo te robe me obligo a tratarte mal, me amenazaba con denunciarte y no quería perderte Natasha, yo amé a Antonio, pero él no me amó a mí, quería tener un recuerdo de él luego de que le dije a su esposa la verdad, no te miento me entere de que ella tuvo una hija y te robe, cuando eras una bebe tus ojos eran azul profundo luego fueron cambiando al color que tienes ahora.

—MIENTES.

Grito Dante y le pego un puño.

—TU NO LA QUIERE TÚ NO PUEDES QUERERLA, TODO ES TU CULPA NUESTRO PADRE NOS DEJÓ SOLOS PORQUE TU TE PUSISTE DE ZORRA A REVOLCARTE CON EL IMBÉCIL DE ANTONIO Hall Y TU LE TOMASTE UN ODIO MUY GRANDE A ELLA, TAN GRANDE QUE TE OLVIDASTE DE NOSOTROS, SI NO FUERA PORQUE YO LA INTENTE MATAR NUNCA LA HUBIERAS MANDADO CON LA ABUELA, INTENTASTE METERLE CUCARACHAS EN LA CABEZA SOBRE SU PADRE, Y LE HICISTE DAÑO

—¿POR QUÉ TU ME DIJISTE QUE LA MATARÍAS?

le dio otro golpe, no puedo creer lo que estoy escuchando, yo de pequeña viví con mi abuela y ella me decía que era por mi seguridad, que mi madre me quería, pero que algo hacia su ella no me tuviera cerca.

—Dante, hermano calma, nuestra madre nos quiso a todos por igual.

—TÚ CÁLLATE LOS MATARÉ A TODOS YA NO PEDIRÉ RESCATE POR TI NI PRO TUS HIJOS LOS MATARÉ TODOS MORIREMOS JUNTOS.

Dante salió gritando eso y mi madre exploto en llanto, yo también estaba llorando.

—personaje Natasha, perdóname por quitarte a tu familia.

—pero hiciste lo posible para mantenerme a salvo y eso te lo agradezco mama.

—no merezco que me llames así.

—pero eso eres mi madre y no me importa todo lo que vivimos, siempre te querré porque gracias a ti conocí al amor de mi vida.

—Natasha, hermana, ¿estás embarazada?

Lucia por fin pronuncio palabra.

—sí, estoy embarazada, tengo dos meses, espero gemelos.

—no lo sabía, Natasha hija perdóname.

—te perdono madre, te perdono.

—gracias hija, no te preocupes, ustedes dos saldrán vivas de acá.

—no mama nosotras tres.

—si mama nosotras saldremos vivas.

—porque no me cambiaste él apellidó.

—porque me recordabas a él, no te cambie él, nombre ni nada, tú eres mi hija Natasha legal, aquí me esté pueblo tu madre, yo la mate.

—no mamá, mi madre estaba en coma, ya mi padre me contó todo.

—consiste a Antonio.

—sí, y es buena persona.

—él es un gran hombre y hubiera sido un gran padre, yo fui muy egoísta contigo.

Sentí una pulsada fuerte en el estómago, tengo hambre.

—tengo hambre.

Mi madre y mi hermana ríen a mi comentario.

—típico tuyo, Natasha típico tuyo.

—bueno, desde ayer no como nada.

—eso te caerá mal, para los bebes.

—para tus nietos, madre para tus nietos.

Le digo y ella sonríe a mi comentario.

—que son mis nietos.

—no sabemos.

—ya le tiene nombre.

—pensé algunos, de niño y niña, como seis.

—y apenas tendrá dos.

—lo sé, pero bueno, todavía falta.

La puerta se abrió y Dante volvió con una bandeja de cosas raras.

—Natasha, quiero a ese escuincle fuera de tu cuerpo, así que te comerás esto y en unas horas saldrán de tu cuerpo.

No puedo creer lo que estoy escuchado, quiere que aborte a mis hijos, no lo voy a hacer y pienso comer nada queme, haga perder a mis bebes.

—Dante, por favor, dejamos ir.

Mi madre habló y Dante dirigió la mirada hacia ella.

Él se acercó peligrosamente, la pensaba golpear, pero mi hermana se puso en él medio.

—Dante para.

—NO TE METAS.

Le estrello la bandeja en la cabeza y la empezó a agarrar a golpes.

—HIJO PARA NO LE PEGUES A TU HERMANA

—TÚ TAMBIÉN QUIERES, SI ESO QUIEREN TODAS ¿QUE LAS MATE A GOLPES?

De mi hermana paso a mi madre y la puso un puño en la cara.

—NO PARA. MAMA... DEJALA.