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no sabía para donde me iba a llevar, pero estaba muy emocionada y un poco asustada, en cualquier momento, puede parar el carro y llevarme a nuestro destino, aunque no he podido dejar de pensar en mamá y en todo lo que mi vida cambio esta última semana, me entere de muchas cosas y me sucedieron, muchas más, es algo que no puedo evitar sentirme aterrada, no quiero que me pase nada malo, ni a mí, ni mucho menos a ninguno de los que amo, también tengo miedo por su reacción, por como se comportara, pero no he hablado con Salomón para lo de la cita, no le he dicho que Mario estará ahí presente, que el ya sabe todo, que se lo dije.

—amor, cuando llegamos.—dije muy inquieta, estar embarazada y con los ojos atados no puede ser lo mejor y menos cuando ves películas en el que, el hombre hace, que la mujer pierda a sus bebés, no es muy saludable, para nada.

—calma, princesa, ya estamos llegando.—cuando dijo eso, mi cuerpo se tensó, me dio miedo pensar que él podría llegar a hacernos eso, pero el me ama y me pidió matrimonio otra vez, vino por mí, me salvo, me cuido, si no me quisiera me hubiera dejado, habría dejado que perdiera a mis bebes.

El carro se frenó suavemente.—llegamos amor.— me dijo y no pude evitar sentirme muy mal. Tengo miedo a las sorpresas demasiado.

Espere hasta que me ayudara a salir del carro, y empezamos a caminar, creo que estaba temblando de los nervios no puedo evitarlo, es frustrante sentir todo esto, demasiado, la última vez que tuve una sorpresa me desmaye y fue horrible, mientras más caminábamos, podía sentir por donde iba era un camino de roca, los tacones se me doblaban cada paso que daba, por eso Mario me alzo en brazos, porque estaba doblando mucho el pie, sentí cuando subió unos escalones, el soy ya no me entraba por la corbata, cuando me dejo en el piso, ya no está en rocas.

—lista amor.—yo negué con la cabeza y el río.—calma, preciosa, te gustará mi sorpresa.

El me soltó la corbata de los ojos, y pude ver una hermosa casa grande, me quedé asombrada, es demasiado grande y que hacemos nosotros acá.

—Mario, qué significa esto, amor.— lo volteé a mirar, y él tenía una gran sonrisa en los labios.

—esto mi amor, es nuestra pequeña morada, acá nos quedaremos mientras tu mamá se recupera y tu hermana, ellas también vivirán acá, esta casa la cuidaran ellas y nosotros cuando queramos venir nos quedáremos con ella, así que feliz sorpresa amor.—dijo extendiendo sus manos para abrazarme, yo corrí a sus brazos, como mujer enamorada que soy.

—no te hubieras molestado, pero gracias amor. -- le di un corto beso en los labios.—te amo mucho.

El beso se prolongó demasiado.

—tu madre, sale en mañana amor, ya está todo habrá una enfermera las 24 horas, una cocinera y personas que ayuden en la casa, también por medidas de seguridad, policías, guardias y todo lo que sea necesario, para tener nuestra seguridad.—creo que está exagerando con la seguridad, el no es una persona peligrosa para tener guardias, pero si corremos peligro mientras el esté suelto, pero sigo diciendo es demasiado.

—amor, una enfermera para mi madre.—dije, es lo que más me intriga, me toca aguantar a una enfermera en serio, no puede ser que yo la cuide.

—sí, una enfermera, mis hombres la traerán mañana y nosotros debemos mirar la casa, para que todos esté listo, para mañana.—debemos mirar, llevamos acá dos días y el tiene una vida fuera de la casa, tiene su trabajo, no lo puede dejar tirado por seis meses solo por mí.

—cariño, yo la miraré, tú llamaras a tu padre y miraras como está el trabajo.— no puedo dejar que haga eso.

—confío en mi padre cariño, yo sé que todo estará de maravilla, pero no te preocupes, más tarde empiezo a llamarlo para que me cuente como van las cosas.— yo asentí, al menos lo llamara eso es bueno, muy bueno eso quiere decir que no dejará su trabajo a un lado solo por mí, que sacara tiempo para él, como yo haré lo mismo.

—amor, dime cuando saldrá la siguiente colección.— dije yo con una sonrisa, estoy segura de que me dirá que en unos cinco o seis años, sacando la excusa de mi embarazo.

—no sé, en algún momento saldrá la deseada colección, hecha por mi sexy diseñadora.—ya no soy sexy, estoy gorda, no mucho, pero estoy gorda.— cuando ella comience a hacerla, podemos enviar los planos por correo a rosa para que ella los mande a realizar, mientras tú estás en el embarazo, así que unos ocho meses, saldrá la colección.

Ocho meses, eso es demasiado, está loco, nadie se inspira en ocho meses, yo necesito muchas cosas para tener una idea de lo que voy a hacer, pero ocho meses no me bastan en absoluto.

—por qué tanto tiempo, me quieres tener haciendo una raya por día.—el soltó una carcajada a mi comentario.

—no amor, pero piénsalo aprovecha cada momento porque según mi mama, llega un momento en el que no podrás moverte demasiado y cuando nazcan los bebes, porque no es uno, si no dos creo que se te pondrá muy difícil encargarte de ellos y del trabajo, antes pensaba dejar que alguien más hiciera el trabajo por ti, solo por esta vez, pero sé que amas tu trabajo y no te voy a prohibir que hagas lo que amas, no sería justo.— valla, llegar un momento y escuchar esas palabras tan comprensivas me hace pensar que estoy soñando, que eso es un típico sueño donde soy feliz.— a mí no me gustaría que me prohibieran hacerte el amor, tocar tu piel no me gustaría me sentiría muy mal y molesto si me prohibieran todo eso.

Creo que las palabras más lindas que he escuchado de este hombre y más encima estas, me hacen enamorarme cada vez más de él, me vuelven perdidamente loca, por él y por algo que no se puede evitar.

Una Aventura Con El jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora