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Cuando Salí del baño, me puse un vestido azul sencillo y unas sandalias para estar caminando sin tacones, me duelen mucho los pies, por los tacones y el embarazo, solo quiero descansar un rato, salí de la habitación, para buscar a Mario, cuando estaba bajando las escaleras de la casa, me encontré con la mirada de Silvia, que salió corriendo y me abrazo.

—como estas tu y mi sobrino.— no podía respirar, me estaba abrazando muy fuerte

—hermana no me la dejes sin respirar.— ella se separó y por fin pude respirar normalmente

—perdón es que estaba muy preocupada.— dijo ella y dejó un lugar para que su madre me abrazara

—cariño me alegra que estés bien. -- dijo la madre de Mario, dándome un abrazo.

—bienvenidas.— fue lo único que dije, me pregunto cómo estará mi mamá, de seguro estará descansado, mi hermana ya estará mejor.

—bueno, pero sentémonos, quiero saber como estas y porque no nos contaron, que estabas embarazada, cariño.—joder, se me olvidaba que no sabían nada de mi embarazo, que lo mantuvimos oculto, pero bueno, tarde o temprano se enterarían.

Nos dirigimos hasta los sillones y nos sentamos, yo estaba sentada, al lado de Mario, y Silvia y su mamá se sentaron al frente.

—bueno, dinos hijo, porque no le contaste a tu madre, que sería abuela.— pareció, más una burla, que un reproche.

—y por partida doble madre. -- la risa burlona de Silvia, sobresalta el humor, se puede sentir como su respiración, se volvió pesada.

—estás embarazada de dos.—yo asentí, ella dirigió su mirada, hasta mi vientre.

—puedo tocarlo. -- asentí y ella se acercó a mi vientre, puso su mano y empezó a moverla.

—así que mi hijo, me estaba ocultando que yo sería abuela.—ella miró a su hijo.

—madre han pasado muchas cosas. -- Mario dijo con una calma, impresionante.

—con un mensaje o una llamada me bastaría hijo, por favor soy tu madre y no sabía que mi nuera estaba embarazada, cuando pensabas decírmelo, cuando ella estuviera a punto de dar a luz o cuando se embarazó se notara más de lo que está ahora.—se nota el enfado, la arruga en la mitad de sus ojos.

-- disculpen. -- la enfermera de mi madre aparece en la sala, mi suegra se levanta y se sienta otra vez junto a Silvia. --señora, su madre quiere verla.

—ya voy. -- le di un corto beso en los labios a Mario. -- si me disculpa voy a ver a mi madre.

—tranquila cariño.—salí, de la sala seguida de la enfermera.

Cuando llegué a la habitación de mi madre, la encontré sentada.

—dime madre, qué necesitas.—ella me volteó a mirar.

—donde estabas hija, me siento aburrida, me quiero parar, pero la señorita no me deja.—mi madre estaba muy grave, todavía tenía muchos golpes y no se podía mover por sí sola.

—madre, es por tu bien, todavía estás muy golpeada, entiende que no te puedes mover. -- mi madre soltó un suspiro.

—está bien hija, puedes seguir en lo que estabas haciendo, intentaré descansar o mirar televisión.-me acerque y le di un beso en la coronilla.

—cuídate madre.—salí de la habitación y me dirigí hasta la sala, pero me detuve.

—cuándo piensas decírselo, crees que ella merece seguir engañada.—era la voz de la madre de Mario

— solo no la quiero perder madre, entiéndeme esto pasó por culpa de mi padre, si él no me hubiera obligado, si él no me hubiera dicho que me quitaría la empresa, por acostarme con la diseñadora, me protegí a mí y la Protegí a ella.—están hablando de mí.

—hijo, por favor ella hubiera perdido su trabajo y tú luego hubieras conseguido de nuevo la empresa.—no entiendo, nada.

—no, madre yo sé que ella no te agrada, para nada, pero es la mujer que amo, madre yo me enamore de ella, la amo y no me importa si tú o mi padre me dicen que me quitaran la empresa, si no tramitó una diversión, pues lamento decirles, mi vida es esa mujer, ella es mi vida y con ella seré feliz, les guste o no y si me quieren apoyar está bien o si no, pues les pido a ti y a mi padre que por favor no regresen nunca a mi vida, y lo mismo va para ti Silvia.—tenía los ojos, llenos de lágrimas.

—tú solo te casaste con ella, porque tu padre te dijo, que si no tenías una relación con ella, te quitaría la empresa y a ella la despediría.—no puedo creer lo que escucho.

—si y tú me obligaste a casarme por la iglesia, madre, así que ya sabes y si mi padre me quita la empresa que lo haga, pero yo no dejaré a Nadie por nada, ni por nadie ella y mis hijos son mi vida.—me siento triste y a la vez feliz.

—por favor hijo, entiende tú, solo te casaste con ella por seguirle la contraria a tu padre, una semana alistando una boda, solo te faltaba ella, y la convenciste en un día, no sé si él será una regalada o....

—MADRE, YA CALLATE. -- siento un vacío, en mi pecho, una semana alistando una boda y en un día me convencía, una regalada yo, tal vez porque yo le regale mi virginidad.

Una Aventura Con El jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora