Una Aventura Con El jefe

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Mario

Luego de pasarnos el resto de la noche tomando cerveza franco se fue a buscar pistas sobre el paradero de mi esposa, tengo toda esperanza que me traiga información valiosa sobre dónde puede estar o mejor aún quien se la llevó, no podía perder la esperanza de descubrir el que está detrás de todo esto.

Mientras seguía viendo las carpetas sobre información de todos los sospechosos, algo llama mucho mi atención, es el archivo de Salomón, según lo que estoy leyendo, él tiene problemas mentales, fue investigado sobre la desaparición de su familia.

Sería un sospecho indicado para comenzar a investigar, también a su amigo pablo, esos serían los sospechosos más grandes y sin dejar de contar a su "hermano" Dante, todos tres son psicópatas de primera, el primero intento matar a mis hijos, su madre y hermana, el segundo intento violar a mi esposa, estuvo en un psiquiátrico, fue investigado por la desaparición de su familia, el tercero es amigo de ese loco y el debe saber todo lo que está pasando a su alrededor, aunque su hoja no diga nada malo, el podría ser cómplice de todo, aunque debería añadir a mi hermosa prima, ella no quiere a mi esposa, para ella el estorba por completo, es casi imposible que se quede por fuera.

Mientras más leía hojas con información, carpetas llenas con datos de esos locos, más estaba seguro de que ellos tenían algo que ver, porque alguno de ellos me la tuvo que quitar, no encuentro ninguna otra persona interesada en mi esposa.

Ya tenía sospechosos, solo me falta el culpable y eso quedará a manos de franco, porque yo no puedo dar señas que estoy cerca de todas estas personas que pudieron secuestrar a mi esposa, aunque por lo que me dijo franco esta mañana lucía la supuesta hermana de mi esposa también se encuentra desaparecida, así que espero encontrar a las dos rápido.

Todavía no le he informado a Antonio sobre la desaparición de Natasha y pronto tendré que contarle que su hija fue raptada por unos posibles psicópatas, porque una persona, por dinero, no fue.— ya lo hubieran pedido.— está superclaro que esa excusa no fue.

Pero me desespera no saber nada, me siento algo inútil estando acá sentado mientras espero noticias de mi esposa, es altamente agobiante, tanto para mí, como para los demás que la están buscando, porque la vida tiene que ser tan complicada.

Aun así pensándolo mejor si fuera fácil estaríamos aburridos, pero cuando es complicada, preferimos que fuera más fácil nuestras vidas, pero somos seres incomprensibles, que nos gustan las cosas fáciles, pero tampoco a la vuelta de la esquina, nos gusta la adrenalina, pero no queremos correr peligros horribles, como podemos vivir así, cómo puedo estar pensando en temas así cuando mi esposa está desaparecida, tal vez pienso así por todo el tiempo que hemos compartido juntos, me hace pensar en estas cosas.

Solté un suspiro tenía que poner todas mis ideas en orden, tenía que seguir analizando a todas estas personas que pueden tener a mi esposa, en estos casos ninguno se queda por fuera, ni siquiera mi padre se quedó por fuera de esta lista y tengo todo lo que necesitaba saber sobre el, antes mucho más, tengo información desde hace 40 años, desde cuando nació hasta su último movimiento, tanto bancario como personal.

Así que tengo todo el movimiento de mi propio padre, así como el de todos estos hombres que están en mis manos, no podrán quitarme lo mío tan fácil, porque yo lucharé contra ellos.

Escuche un fuerte portazo en la puerta y luego vi a franco correr hasta donde estaba yo sentado, me sorprendí cómo llegar, todo sudado y agitado, se le notaba que había corrido muchos kilómetros hasta llegar acá.

—señor.—dijo el, pero no podía continuar porque claramente le hacía falta el aire. Me pregunto por qué habrá corrido tanto, si tiene un carro no sería más fácil haber tomado aquel carro y venir hasta acá que venir corriendo.

—que pasa.—dije yo mientras le pasaba algo frío para que recuperara el aire.

—su, señor, su.—no podía hablar claramente por el cansancio que presentaba, pero con la bebida helada que le pase, comenzó a recuperar el aire poco a poco.

—señor su esposa.—dijo él y yo me levanté de mi asiento.

—¿Qué pasa con mi esposa? ¿Ya la encontraron? ¿Dónde está? ¿Quién es el culpable? ¿Es mi padre, por favor dime que fue mi padre?.— tenía muchas preguntas en mente, pero franco me tapo la boca con su mano, para que me callara claramente, pero quien se podría callar cuando su esposa está secuestrada, nadie porque yo no lo puedo hacer, toda pista que encuentren sobre ella, yo estaré brincando y moviéndome de un lado a otro para que esté a mi lado lo más rápido posible.

—señor, encontramos una pista del paradero de su esposa. -- dijo franco muy serio.

Cuando escuche sus palabras, un gran alivio se instaló en lo más grande de mi ser.—sabía que tener esperanzas era bueno.— solté un suspiro lleno de muchos sentimientos contradictorios, lleno de rabia, tristeza, felicidad, melancolía, lujuria. Claramente, llenó de cada cosa que me hace sentir mi esposa y su lejanía.

—pero cuenta completo.—dije mientras zarandeaba a franco, como un niño desesperado, aunque ya estaba muy claro que yo al lado de esa mujer y sin esa mujer, siempre que se trate de ella, eso voy a hacer.—un niño.— sin importar claramente la edad de cada uno, yo soy el bebe y ella mi dulce o yo el vicioso y ella mi vicio, porque ella es todo para mi y nadie evitará que lo siga siendo porque aunque les duela ella es mi esposa y lo seguirá haciendo para toda la vida, duélale a quien le duela.

Me quedo observando para ver que me iba a decir, pero se quedó en silencio al igual que yo, tal vez estaba esperando a que yo le dijera algo más o solo espera que me siente y que no me comporte como niño de tres años de edad que está emocionado por ir a un parque, pero eso no lo puedo leer en su cabeza aunque quisiera todavía no hago telepatía.