Cuando abrí los ojos, vi a Mario muy preocupado.
—Natasha... Amor, Natasha.—Mario me abrazó y me empezó a besar, yo todavía estaba mareada.
—por favor suéltame.—dije alejándome de él, me sentía extraña junto a él, no entiendo lo que está pasando.
—Natasha.—me dijo él, y yo torcí los ojos.
—yo no me llamo Natasha, mi nombre es Natasha Hall. -- su cara palideció, yo solté una carcajada.
—perdón amor.—él empezó hacerme cosquillas.—para... Mario.
—me asustaste, porque me haces esto. -- se veía tan lindo, preocupado.
—porque te amo. -- dije inocente y me lancé a sus labios como odiarlo, es sencillo con la misma intensidad de amarlo, porque si lo amo, lo podría odiar por amarlo.
—yo también te amo, pero Natasha que paso.—yo baje la mirada.
—hablé con Yesenia y ella me dijo que prefería el dinero que mi amistad. -- me sentía triste.
—pues yo te prefiero a ti que al dinero amor. -- me dio un corto beso en los labios y yo Sonreí.
—pues yo prefiero mis hijos que a ti, amor.—él se puso serio.—porque tú eres parte de mí y no podría preferir a alguien más.
Me miró y se lanzó encima de mí.—no me vuelvas asustar así, cariño.
—está bien.
—Natasha, tengo que viajar, no puedo quedarme, mi padre vendrá tres días y yo volveré en dos, podrás vivir sin mi amor. -- es en serio.
—está bien. -- dije un poco triste, no quería que me dejara, ni mucho menos con su familia que nos hizo todo esto.
—amor volveré pronto, esta vez no te pasará nada, te lo prometo me voy mañana que llega mi y regreso en dos días.— yo asentí, no me hacía nada de gracia que él se fuera, pero si debía hacerlo yo no podía ser egoísta, el trabajo lo necesita y pues mi madre está acá y pues estaré con ella, ignoraré a los Seymour, completamente, no pienso dirigirle la palabra a ninguno, por usarme, claramente a Mario, si porque lo amo y es el amor de mi vida
Ya Mario se había ido a arreglar unas cosas de la empresa y yo estaba viendo como mi madre dormía, tranquilamente, aún no había recibido señales de mi hermana, pero sería bueno visitarla, ya la investigamos y descubrimos una persona, pero no es de esas personas que uno le gustaría tener de cuñado, claro que no.
Por lo que decía él informe, era alto, moreno, ojos negros, y lo peor de todo.... Al cólico y drogadicto, que se puede es para de alguien así.
Tenía 34 años, el hombre era casado y tenía cuatro hijos, todos hombres, según lo que decía él informe, él deseaba una niña, pero ninguna mujer se la daba.
Mientras seguía leyendo, él informó mi teléfono solo.
-- hola. -- dijo sin mirar quién era.
—la señora Seymour. -- era la voz de un hombre.
—sí, ¿con quién hablo?—no sabía por qué tenían mi número.
—señora habló del hospital, su hermana lleva varios días desaparecida.—pero que.
—como si me dijeran que estaba en coma. -- dije yo, que te hiciste lucia.
—ella lleva días desaparecida señora, luego de que llegó ella solo se fue. -- imposible, me engañaron.
—irresponsables, yo solucionaré esto.—colgué.
Mire él informe que tenía en las manos, de seguro sería ese hombre, Mi hermana lo tuvo que ir a buscar.
Me levanté de donde estaba.—tengo que ir.—salí del cuarto de mi madre y busqué las llaves, intenté no encontrarme con mi suegro, pero fue en vano.
—Natasha, querida, no te había visto. -- esto solo me pasa a mí, cuando quiero salir como si nada me encontrara con este.
—venir Erick, yo tampoco, pero si me disculpa tengo que salir. -- Camine hasta la puerta no podía permitir tal cosa.
—no esperes que mi hijo, regrese en dos días, él se demorara y si fuera tú tramitaba el divorcio, claramente el, lo va a hacer pronto.—paré en seco, así que le contaron.
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Una Aventura Con El jefe
RomansLas cosas empeoran, ellos deben buscar la manera de salir de ahí.