Capítulo 2

34 2 0
                                    

Octubre, 2019

En la sala de conferencias, observaba al CEO de la empresa mientras este comenzaba por decir que los nuevos aprendices tenían que competir entre ellos para llegar a obtener un lugar, una posición para ser exactos.

Respiré con pesadez y ese sonido no pasó desapercibido por el líder de mi banda.

-¿Sucede alguna cosa Hae? –Murmuró el mayor entre tanto yo negaba.

-Le preocupa la latina –Dijo HyukJae entre carcajadas, la mueca que mi mente había formado, se hizo presente casi al instante.

-¿Cómo es posible eso Hae? ¿Acaso sigues teniéndole bronca a la pobre chica? –Consultaba el líder alzando las cejas con total asombro y es que sí, había tenido un cambio brusco en mi carácter cuando aquella muchacha llegó. Con sólo pensar y recordar lo que los últimos meses había hecho con ella, empezaba a sentirme mal.

-No es que le tenga bronca hyung, sólo me comporté mal con ella y la verdad, no pensé en que ella llegara a tener momentos tan difíciles por ser extranjera, ni siquiera sabía que estaba siendo tan duro al criticarla por no saber bien el idioma.

Tuve que pasarme las manos por el rostro tratando de relajar mi frustración, simplemente no podía mantenerme más en el tema, por eso decidí atender a las últimas palabras del presidente.

-Y los grupos estarán conformados por 9 personas, no todos serán aprobados pero iremos en un orden establecido y una mezcla de culturas para ver la diversidad con la que pueden tratar. Hemos tenido ciertos profesores, entrenadores y profesionales ayudando a nuestros novatos, por eso voy a llamar a Oh Sehun, Kim Jun Myeon, Kim Hyo Yeon, Lee HyukJae, Kim Tae Yeon, Lee Taemin, Liu Amber y Lee DongHae. Ustedes serán los entrenadores a partir de ahora, quiero que entre ustedes compitan y saquen de los competidores, lo mejor de ellos.

No estoy seguro de cuanto tiempo pasó, pero la sorpresa plasmada en mi rostro seguro fue épica porque mis compañeros comenzaron a mecerme un poco.

-DongHae, reacciona... -Exclamaba LeeTeuk dándome pequeñas palmadas en el rostro, intentando que reaccionara pero a pesar de que lo sentía, a pesar de que sentía los golpes y escuchaba sus voces, no podía reaccionar.

-Te lo digo hyung, todo es por la latina. –Apenas reconocí la voz de Hyuk y como si eso hubiese sido un detonante, salté en ese momento.

-¡Presidente! Mis más sinceras disculpas por interrumpir de este modo, pero necesito saber, ¿a quiénes entrenaremos? Digo, ¿tenemos ya una lista designada? –Consulté en un tono más alto del normal, los nervios empezaban a estar a flor de piel, ¿sería que me designarían a la latina? ¿Cómo era que se llamaba ella? Alzando las cejas curioso, esperaba pronta respuesta, ¿qué rayos?

-Tenemos la lista, de hecho, antes de que usted interrumpiera y si prestara más atención hubiera escuchado que estaba por entregarlas. Terminamos la reunión –El ceño fruncido del presidente hizo que me sentara en silencio y acongojado, más bien nervioso y ansioso o quizás... ¿qué rayos me pasaba? Me lleve las uñas bien cuidadas a la boca, para ser hombre debía tener una ligera fijación en tener las uñas recortadas y elegantes. Lo único que pude hacer en ese momento, fue mirar al presidente en silencio hasta que SeHun fue adelante, tomó las listas y me pasó la mía. Como el idiota que suelo ser, empecé a revisar cual loco el listado y ahí entre los 9 nombres, encontré el que necesitaba o más bien, el único que no estaba en caracteres.

-Dios, ¡¿estás castigándome?! –Exclamé, no sé si fue demasiado fuerte o fue que yo nunca hacía este tipo de cosas que casi al segundo, sentí 10 pares de ojos volteando a verme.

-Creo que enloqueció

- Si, enloqueció

Murmuraban mis hyungs, o sea, quiero recalcar dos cosas. Puede que este loco, sí, debo estarlo un poco pero eso no significa que esté sordo ni mucho menos. Volteé sólo para mirarlos.

-Pues si he enloquecido, más vale que se preparen para lo que vendrá.

Arrugando la lista entre mis manos, salí a toda prisa de la sala en busca de mis aprendices, mis subordinados si quiero ser honesto.

-¡DONGHAE! Dioses, por favor... -No avancé muchos pasos cuando sentí la mano de Hyuk tomándome del brazo antes de que este empezara a correr-. DongHae, por favor, por favor, por todos los cielos, sé duro pero no le hagas sentir mal. Sabes que me refiero a ella.

-No tienes que preocuparte, sólo tengo en mente ganar.

-Sabes que vamos a competir, ¿cierto?

-Eres mi hermano, pero... Creo que de ahora en adelante, tenemos que hacer planes de competencia, no cuides de mí, siempre he estado bajo tu sombra y te respeto demasiado pero ayúdame, ayúdame a que ella gane.

Supe en ese momento que mis palabras estaban llegando a un extremo, la cara de Hyuk me indicó que había sido descubierto, pero ¿descubierto en qué? Inevitablemente comencé a sentir calor y supuse que fue porque había comenzado a sonrojarme.

-¿Te has enamorado de la chica, DongHae? –Consultó mi moreno con los ojos a punto de salirse por lo abiertos que los tenía e irónicamente, estos no eran tan grandes pero en ese momento, parecían a punto de escapar.

-No –negué entornando los ojos y desviando la mirada hacia otro punto, o eso intentaba.

-Si, lo has hecho

-¡QUE NO MALDITA SEA!

-¿Qué sucede aquí, Hae?

La voz de Amber sonó tan tranquila y relajada en ese momento que pude voltear y correr a abrazarle sin miedo o preocupación alguna.

-Hey, bonita... ¿Cómo va todo? –Consulté apachurrándola un poco y es que ella odiaba esa clase de afecto.

-¿Qué te parece si me sueltas y sigues conservando tus huevos Hae?

Tragando saliva con fuerza y escuchando las carcajadas a mi espalda, me separé como pude cruzándome de brazos como si fuera un crío de ¿cuántos? ¿Tres años?

-¿Qué tiene? –Dijo Amber acomodándose la ropa, hablando con Hyuk y no conmigo.

-La latina otra vez, es que me sorprende que se haya enamorado y ni siquiera han sostenido una conversación más que la primera vez.

-Oh si, la vi recién, estaba entrando al baño de hombres y la tuve que jalar a los baños privados para que no la encontraran. ¿Sabías que las chicas no le dejan entrar al baño cuando ellas están ahí? La mierda que será difícil para ella y DongHae sólo hizo que ellas le odiaran más aún porque según ellas, DongHae la odia.

-Lo sé, lo sé, yo igual he notado eso pero no quiero entrometerme mucho.

Escuchaba a ambos hablar como si yo no estuviera ahí, como si yo no estaría prácticamente chocando con sus brazos y hablando en secreto.

-¿Se dan cuenta de que estoy escuchándolos verdad? –Indignado les miré con el ceño totalmente fruncido.

-¿Te das cuenta que estas invadiendo mi espacio personal? –Con eso, tuve que alejarme.

¿A quién quiero engañar? Para distraerme no era muy bueno. ¿Realmente había causado tanto daño? Y sobre todo, ¿era tan bueno yo para que los demás me tomaran como ejemplo a seguir? ¿Por qué es la primera vez que lo siento tan real?

Suspirando, comencé a caminar hacia la sala de ensayo donde tenía entendido iban a estar los grupos esa tarde, ¿qué pasaría si los veía un poco? Tenía que saber quiénes eran mis aprendices.

-DongHae... -La voz de Hyuk y un suspiro de Amber me indicaron que estaba frente a la puerta y llevaba metido en mis pensamientos un buen rato.

-Sólo te pido, no te enamores de la latina. –Y con esa advertencia por parte de Amber, Hyuk y ella desaparecieron tras la puerta dejándome como un idiota frente a la madera.

¿Qué no me enamorase de una latina? Por favor. Eso no sucedería.

Why not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora