Capítulo 1

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Corea del Sur

2019.

-¿Qué haces aún en pijama? ¡Levantante maldición! Los productores van a matarnos si se nos ocurre llegar tarde otra vez.

Los gritos de EunHyuk lograron despertarlo, ha tenido la peor de las noches a causa de un resfrío y ni siquiera puede recuperarse bien, ¿cómo se supone que deba enfrentarse a un día con tanto trabajo?
Cansado, arrastró sus pies a la habitación, tomó una ducha la noche anterior así que decidió cambiarse directamente. Pantalones negros, camiseta ancha y gris, zapatos de deporte y ya. No iba a peinarse así que un gorro encima, sumado a eso un cubre bocas y ni siquiera sería necesario lavarse los dientes. Que flojera. Pero algo en su cabeza gritaba que "POR FAVOR, DEJA DE SER TAN CERDO Y LÁVATE LOS DIENTES", así que, haciendo caso a esa voz interior, cepilló y pensaba el uso del hilo dental hasta que los gritos no se hicieron esperar. 

-QUE TE APURES DONGHAE! Maldita sea, faltan 20 minutos, llegaremos tarde.

-Ya hombre, ni que fuera lejos, iremos caminando.

-Irás caminando maldito desconsiderado. -Exclamó EunHyuk acompañado del rítmico golpe de su zapato contra el suelo.

-No follaste con Siwon anoche ¿o qué fue?

El sonrojo del mayor sumado a sus constantes balbuceos y la corta historia relatada le dieron a Donghae la respuesta.

-Nunca entenderé porque las fans siguen creyendo que entre tú y yo existe algo, cuando obviamente, andas rendido por Siwon.

Y así, ignorando los gritos de los cientos de motivos por los cuales las fans adoraban emparejarlos, llegaron al edificio.
El ingreso fue rápido sin negar que al ver la hora empezaron a correr cual locos hacia el interior. Los y las nuevas aprendices de la empresa se encontraban en una sala practicando, ellos debían entrenarlos como idols que eran, un trabajo obligatorio aunque no quisieran.

-¡Buenos días!

Gritó EunHyuk dando dos palmadas y quitándose la chaqueta para dejarla a un lado y simplemente pasar al frente.

-Espero que hayan descansado lo suficiente, porque de ahora en adelante... No creo que puedan descansar. -Una sonrisa ladina, traviesa y burlesca se mostraba en ese momento. DongHae rió al escuchar los suspiros y algunas exclamaciones.

-Really, he is so handsome.

Aquel acento llamó la atención, no era inglés, no era coreano, no era normal. Volteando a ver o tratar de hallar a la persona que había hablado, se encontró con varias miradas y estaba a punto de preguntar pero el grito de HyukJae lo sobre saltó.

-¡DongHae! Vamos a empezar ya mismo.

Eran tantos los novatos que avanzó en medio de la masa hasta encontrarse al frente.

-Buenos días, buenos días. Vamos a comenzar y nos dividiremos en tres grupos ¿entendido?

-¡SI! -El grito al unísono retumbó en el lugar, ambos cantantes sonrieron satisfechos.

-A la izquierda irán los de nacionalidad coreana. A la derecha irán los de nacionalidad china, japonesa o taiwanesa. Y al centro los que lleguen de norte América.

Los estudiantes comenzaron a moverse con rapidez, acelerados corrían por sus lugares pero una chica quedó en medio y con la mano arriba.

-¿Dime? -Consultó DongHae notando que sus ojos se hallaban cubiertos por un pequeño antifaz.

-Sorry but...

-¿No puedes hablar nuestro idioma? -La voz de DongHae pretendía ser tranquila, relajada y amable pero ¿por qué había salido con tanta torpeza? Frunciendo el ceño confundido, miró a la muchacha a la espera de una respuesta.

-Si, si puedo, disculpe. No sé como decir esto.

La mano de HyukJae aterrizó sobre su hombro logrando sobresaltarlo.

-Tranquilo, ¿por qué de tan mal humor? -Apenas escuchó aquello en un susurro antes de notar como el moreno se alejaba, sólo pudo quedarse mirando fijamente a la muchacha que nerviosa se mordía el labio, ¿acaso estaba a punto de llorar? Mierda, ¿DongHae había hecho llorar a una niña?

-¿Cuántos años tienes? -Escuchó a HyukJae consultar.

-Tengo... 24 años.

Decía la muchacha con la voz temblorosa, DongHae avanzó hasta ellos y le sujetó el mentón.

-De dónde eres

-México, señor.

-¿Qué hace una latina aquí?

-Me eligieron, señor.

-Tienes 24 años y ellos no pasan de los 18, ¿crees que puedes estar aquí?

-Me esforzaré mucho.

-¿Qué demonios te pasa?-Exclamó HyukJae tirando de su brazo y llevándolo un poco más lejos de la muchacha que ahora temblaba como gelatina, ¿qué diablos le pasaba? Frustrado miró a la chica de reojo y luego miró a su compañero. En su mente nada cuadraba. Los novatos llegaban entre 12 y 16 años, era extremo si alguno llegaba con 18 pero ¿24 años? No era posible, no era justo.

-¿Cómo hizo una latina para llegar aquí? ¿Qué talento tiene para querer pasar por sobre nosotros? Ni siquiera tiene rasgo alguno de parecer coreana o tener parientes de nacionalidad, ¿te das cuenta lo que está empezando a suceder? Ahora resulta, que una niñata de baja categoría y pasada de edad, tiene que tener los mismos derechos que ellos, que trabajan desde niños por sus sueños.

Los reclamos empezaban a ser duros y él lo sabía pero ¿por qué se sentía tan frustrado y molesto? Quitándose la gorra, pasó ambas manos por sus cabellos y terminó por quitarse el barbijo también.

-No sé DongHae, pero no merece que la trates así. Ya es difícil para ella ser latina y de 24 años, ¿piensas que será sencillo avanzar al ritmo de los jóvenes? Recuerda cuanto nos tomó a nosotros, no seas duro. Siempre fuiste compasivo, ¿qué sucede hoy?

Cerrando los ojos, y volviéndose a poner el barbijo y la gorra, dejó sin respuesta al mayor avanzando al centro.

-Ponte junto a los norteamericanos y ya veremos si al terminar el día sigues aquí.

Bajo esa amenaza, la clase comenzó. Al parecer, las cosas no estaban comenzando bien esa semana, al parecer, no iban a ir mucho mejor con el tiempo.

Why not?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora