Al rato entra Matt con la bandeja de comida y un baso de agua incluida, la coloca sobre la mesita de noche y abre un pequeño frasco el cual no había notado hasta que lo trata de abrir.
— Esas son las vitaminas?.— miro fijamente el tamaño de esas píldoras. Parecen más unos supositorios.
La coloca sobre unas servilletas que están junto al baso. Hago un mueca de asco, la cual el nota.
— Si lo son. Pero la tienes que tomar,es tu salud o tragar estás simples pastillas.
Se acomoda en la cama y me escudriña detenidamente.
—¿Simples!?. ¿Cómo crees que pueda tragar esa cosa?.— señalo las vitaminas.
El ríe burlón, coloca sus brazos detrás de su cabeza, usándolos como almohada.
—Igual como tragas otras cosas.
Abro mí boca y lo miro mal.
—Eres un sucio.
Se levanta, mira directamente a mí dirección y achica sus ojos.
— No dije nada malo, no es mí culpa de que pensaras mal.— se encoje de hombros.— ahora come.
— Yo no soy mal pensada.— lo amenazo con la mirada y el señala el plato con pasta. Tomo el plato refunfuñando y lo como perezosamente, pero luego de que mí paladar escudriña el sabroso sabor, no puedo dejar de comer y me como bocados grandes.
Termino de comer todo hasta dejar el plato limpio. Agarró las vitaminas junto al vaso de agua y las tomo. Cuando dejo el vaso en la bandeja llega a mí mente las píldoras, no la había tomado. Abro mis ojos asustada, y miro a Matt quién está acostado y mirando fijamente el techo.
Me levanto para dirigirme al baño y me adentro tranquilamente a el, cierro la puerta detrás de mí y voy en dirección hacía el botiquín de baño, allí tengo mis píldoras anticonceptivas. Veo ciertamente que no había tomado la píldora ayer y hoy. Me encuentro exasperada, ya que tendré que volver a tomarla nuevamente desde el principio, y Matthew tendrá que esperar. Pero... Si no tomé la píldora ayer y tampoco hoy...
— Maldición!.— tapo mí boca rápidamente, pero fue en vano ya que Matt me escuchó y está tocando la puerta.
— Ángela... Estás bien?— pregunta desde el otro lado.
Guardo el estuche de las píldoras lo mas rápido que puedo, respiró profundo y abro la puerta.
— ¿Pasó algo?,¿Estás bien?...— me escanea de pies a cabeza.
Joder, joder,joder.
Que digo, qué hago. Lo miro nerviosa y trato de buscar una excusa, si le digo la verdad se enojara conmigo, Piensa tonta, piensa... Tendré que crear una mentira, porfavor conciencia no me falles ahora...
— Emmm...no tomé las píldoras.
Maldición!.
— QUÉ!?— Es que no puedo ser más idiota. "Nota mental, golpearme En la pared hasta perder la conciencia".
Y que quieres matarte!?.
Será matarte a tí estúpida. Donde demonios te metiste!?.
Idiota soy tu conciencia, eres tú la que me anula cuando quieres!.
Oh... Lo siento.
Ih... li sienti.
—Me puedes decir el porqué de que no hayas tomado tus píldoras!?.— su mirada se vuelve sombría, y su rostro Rojo por la ira.
— Perdón sí?... Con lo que ha pasado no he podido estar pendiente de nada, solo tengo que volver a tomarla otra vez. Porfavor no te enojes conmigo...
Su rostro se relaja y suelta un suspiro de cansancio. Ahora mismo estoy mordiendo mí mejilla por los nervios, Se acerca a mí y me abraza.
— Sabes que te quiero, pero también hay ciertas reglas— mira directamente mis ojos.— Tienes que estar más pendiente a tus píldora cariño.
Besa mí cabeza, se voltea y se marcha. Me quedo un poco ida, me ha dicho cariño?... Sacudo mí cabeza para organizar mí mente, A lo mejor escuché mal. Salgo tras el, lo veo bajar las últimas escaleras y yo me coloco En el comienzo de ellas.
— Matt— lo llamo y el voltea.
Me observa interrrogativo. Bajo los escalones hasta llegar a el, juego con mis manos y levanto mí mirada.
— Quería saber... si me llamaste... — tragó saliva.— cariño?.
Mí corazón está acelerando como si hubiera corrido un maratón, mis manos Sudán como si las hubiera lavado recientemente.
—Si cariño.
— Tal vez fue solo mí imaginación.
—No..
— Es que hay veces que no presto toda mí atención y me encuentro deambulando en el aire.
— Angy...
— pero no te preocupes, no me hagas caso... Espera...dijiste que si?.
El asiente gracioso.
— Es lo que he tratado de decirte, pero como no me has dejado explícame mejor...
Me hago un Palm face mentalmente, pero al parecer lo hice físicamente.
Mierda. Me froto mi frente, por la bofetada.
— Cuidado te harás daño.— dice colocando su mano en mi frente.— Se que soy irresistible y no puedes resistirte a mis encantos, pero no te tienes que hacer daño.— ríe
— Y ahí está lo de arrogante. Sabes?,
no extrañaba esa faceta tuya.— Me amas como soy, o no?.
Río mientras niego.
— Mmmm...— golpeteo mi labios con mi dedo índice, simulado que estoy pensando. Salgo corriendo y lo dejo parado en el mismo lugar y con un rostro enojado y confundido, para luego cambiar su cara a una de picardía. Sube corriendo los escalones para perseguirme. Cuando note sus intenciones entre rápidamente a la habitación.
— Angela, Abre la puerta.— dice desde el otro lado.
—Nop, es mi habitación.
— Ángela, recuerda que también es mi habitación, así que ábreme.
— la abriré cuando desee, además... tienes muchísimas habitaciones, puedes dormir en cualquiera que elijas.
— QUE!?, Ángela no me quedaré aquí afuera,te digo que me dejes entrar!. Ahora.
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Deseos Encontrados (Libro 2)
Teen FictionUna gran Amistad que está En juego, un gran amor que Nació de una gran pasión, Ese gran secreto que guarda Matthew. todo tendrá que ver con la desaparición de Ángela. Quién fue que la secuestro?. Cuál es ese secreto que perseguirá a todos los que a...