Capítulo Uno

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Kim Taehyung detuvo la cuchilla de afeitar en mitad del movimiento y miró el teléfono en la encimera del baño.

—¿Cómo dices? —preguntó a su socio, Min Yoongi, apodado Suga, seguro que había oído mal.

—Tu hermana —repitió Suga.

Mientras digería la información, Taehyung se acercó el teléfono móvil al oído, esquivando los restos de la crema de afeitar. En el aire quedaba vapor con olor a sándalo que desdibujaba los bordes del espejo.

—¿Jennie está aquí?

Su media hermana de diecinueve años, Kim Jennie, vivía en Jersey City, a 320 kilómetros de Washington. Era un espíritu libre que cantaba en un club cercano. Taehyung llevaba más de un año sin verla.

—Está en la recepción —dijo Suga—. Parece un poco nerviosa.

La última vez que Taehyung había visto a su hermana había sido en Greenwich Village. Un trabajo de seguridad con la ONU lo había llevado a él a Nueva York y se habían visto por casualidad. Jennie actuaba en un club pequeño y el diplomático al que protegía Taehyung quería una copa.

Miró su reloj, vio que eran las siete cuarenta y cinco y calculó mentalmente lo que tardaría en llegar a su reunión de la mañana en la embajada de Bulgaria. Confió en que el problema de ella fuera de solución rápida y pudiera seguir con su trabajo.

—Pues dile que suba —pidió.

Se secó la cara guardó la cuchilla y la crema de afeitar en el armario, aclaró el lavabo, se puso una camiseta blanca y unos pantalones negros y a continuación fue a la cocina, se sirvió una taza de café y se la bebió de un trago para despertar sus neuronas.

Su apartamento y el de Suga, situados lado a lado, ocupaban el último piso de la Compañía de Seguridad Pinion, en el noroeste de Washington. Las dos primeras plantas albergaban la recepción y las zonas de reunión de la empresa. Del piso tres al siete contenían despachos y almacenamiento de equipo electrónico. El centro de control informático estaba muy protegido y se hallaba directamente debajo de los apartamentos. El sótano y el subsótano se usaban para aparcar, para practicar tiro al blanco y para almacenar una cámara acorazada con armas.

El edificio, muy moderno, había sido construido después de que Taehyung vendiera sus intereses en un programa informático innovador de seguridad y Suga tuviera un golpe de suerte en el casino. Desde entonces, la empresa había crecido exponencialmente.

Cuando sonó el timbre, cruzó la sala de estar, abrió la puerta del apartamento y vio a Suga detrás de su hermana Jennie, quien, incluso con tacones de quince centímetros, aparentaba la mitad del tamaño de él. Su cabello marrón tenía mechas de color púrpura y llevaba tres pendientes en cada oreja. Un top colorido de estilo túnica terminaba en un dobladillo deshilachado en mitad del muslo, sobre unos pantalones negros ajustados.

—Hola, Jennie —dijo Taehyung con voz neutra.

—Hola, Tae.

—Estaré abajo —dijo Suga.

Taehyung hizo un gesto de asentimiento.

—¿Va todo bien? —preguntó cuando Jennie entró en el vestíbulo del ático.

—No exactamente —contestó ella. Se recolocó el bolso enorme que llevaba al hombro—. Tengo un problema. ¿Tienes café?

—Sí. —Taehyung cruzó la sala de estar de techo de cúpula en dirección a la cocina.

Los tacones de su hermana resonaban en el suelo de parqué.

—He pensado mucho en esto y siento molestarte, pero no sé que hacer.

Contrato Por Amor ✦ Vsoo/Taesoo ✦ AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora