La edad no importa...¿o sí?

capítulo 29:

Narra Marc:

Me despierto con un increíble dolor de cabeza. ¿Cómo llegué hasta mi cama? Me puse a hacer memoria y recordé que Sam estuvo aquí.  Recordé todo,que la besé. Mierda,que tonto fui. ¿Y si la había perdido del todo?

Fui a la cocina y estaba Hugo tomando un café. Me miro serio. Serví café en mi taza.

Hugo:¿Qué pasó anoche?

Yo:Me emborrachè.

Hugo:Nos tienes preocupados,tío.

Yo:A ti y ¿a quién más?

Hugo:A Sam. Nos tienes pendientes a ti como si fueras un crío chico,Joder.

Yo:¿Tú mandaste a Sam a hablar conmigo?

Hugo:Sí. Pero no le hiciste mucho caso.

Yo:Lo...lo siento.

Hugo:Es la 1-dijo mirando su reloj-deberíamos vestirnos porque por si no lo recuerdas,vamos a mi casa a comer.

Mierda,lo había olvidado. Me daría una ducha exprés para espabilarme y luego iríamos.

Salí de la ducha y enrollé mi toalla. Me apoyè en el lavabo y miraba mi fatigado rostro. Peiné mi tupé y me vestí.

Hugo:Llevo yo el coche.

En poco tiempo llegamos al rancho. Salimos y sus padres salieron a saludarnos.

Paula:Hace un sol increíble. ¿Os parece si comemos fuera?

Hugo:Sí, os ayudamos a transladar las cosas.

Entramos en casa pero Sam no estaba.¿No comería con nosotros?

Hugo:¿Y Sam?

Paula:Llegó tarde. Está dormida. Ves a despertarla.

Mientras él iba a llamar a su hermana,nosotros colocábamos en el porche la mesa,mantel,cubiertos y comida. Tendríamos que aprovechar del sol del domingo porque bajarían las temperaturas.

Paula:Tardan mucho,¿puedes llamarlos,Marc?

Yo:Sí.

Subí las escaleras y les escuché hablar. Decidí no hacer ruido y escuchar.

Sam:Ayer intenté que se desahogara pero fue inútil.

Hugo:Lo sé...quizás fue una tontería porque no escucha a nadie.

Sam:Lo intentaré las veces que haga falta.

Llamé a la puerta y les interrumpi avisando de que ya estaba todo listo.

Hugo:Bien, Sam acabarà de prepararse,vamos mientras nosotros.

Narra Sam:

Tras vestirme,me hice una coleta y bajé corriendo. Mi madre ya estaba sirviendo la comida.

Papá:Hija,sabías que teníamos comida.

Yo:Lo sé,lo siento. Anoche trasnoché.

Pasamos la comida bien, hablandon,todos juntos. Después recogimos todo. Cogí una tumbona y me puse al sol. Era hora de la siesta. Mi madre se sentó a mi lado a leer mientras que los chicos iban a ver algo de los caballo.

Mamá:¿Qué tal con Álex?

Yo:Bastante bien. Nos estamos conociendo.

Mamá: Puedes traerlo un día.

Yo:No,mamá, aún es pronto. Luego me vendrá a recogr así que puedo presentarlo.

Mamá: Estaría genial.

En un abrir y cerrar los ojos,había pasado 1 hora. Mierda,me había quedado dormida. Fui al rancho a ver qué hacían los chicos.

Al parecer había más compradores y también querían empezar a dar clases infantiles de hípica. A Hugo se le notaba emocionado, al fin y al cabo siempre le gustó. Marc no expresaba nada,  seguro que pensaba en sus cosas. Debía de darle el sermón ahora que estaba en su sano juicio.

Salí fuera y vi a los caballos en el establo. Estaban tan grandes. Nunca me apasionaron los caballos. De repente entro Marc.

Yo:hola

Marc:Hola, venía a por la pala-dijo señalándolam

Yo : deberíamos hablar.

Marc:Sam..no hay nada que hablar.

Yo:Lo de ayer...

Marc:Ayer no estaba bien e intenté contigo algo que no podía ser porque tienes novio. La pude cagar pero mostraste tener coherencia.

Yo:Me tienes para todo.

Marc:  Iguamente.

Me quedé pensando en lo de ayer. Me hizo llegar al éxtasis solo con sus besos. ¿Qué diría cuando viera a Alex?

Ya era por la noche y después de cenar quedé con Alex. Llamó al timbre y le dije que entrase ante tantas vecesnque lo diji mi madre.

Fue a saludar a todos, tenía vergüenza,pero lo hizo. Marc no dejaba de mirarlo mientras tomaba su refresco.

Alex:Bueno,tenemos que irnos.

Hugo:Os acompañamos, nosotros también nos vamos.

En lo que Hugo sacaba rl coche,Marc se acerca a Alex. Yo escucho desde el coche.

Marc:Tío.

Alex:Hola.

Marc:Solo quiero decirte que la cuides.

Alex:lo haré.

Marc:Enserio,Hazlo porque es perfecta.

Álex, ante esa situación incómoda, sonríe y viene al coche como si nada hubiera pasado. Desde fuera Marc nos mira.