El monstruo y su princesa (Namjin)

Solo vosotros

─¡Basta! ¡Mamá por favor! 

Las lágrimas corrían por las rojas mejillas de Seokjin mientras se cubría el rostro con sus brazos.

Esto se había tornado una rutina. Cada noche o mañana, la madre de Seokjin volvía ebria a casa. Y cada vez, Seokjin lo pagaba, ya sea con gritos, golpes o insultos.

Seokjin estaba en el suelo con sus rodillas y brazos en alto, tratando de protegerse mientras la mujer le golpeaba con cualquier objeto que encontraba.
Agarró un vaso y lo tiró a la pared muy cerca de la cabeza del chico el cual pudo esquivarlo. Pero el vaso se rompió y varios trozos de cristal salieron disparados hacia el aire y el cuerpo tembloroso de Seokjin. Uno de los pedazos rozó su mejilla dejando un leve corte. Al igual que sus manos y brazos los cuales ya tenían golpes y moratones de las anteriores agresiones.

─ ¡¡Mira lo que hiciste!! 

La mujer gritó observando los trozos rotos del cristal en el suelo.

Seokjin aprovechó eso y salió corriendo a su cuarto tropezando dos veces con las escaleras. Entró en su habitación y se encerró en su interior, se dejó caer al suelo apoyado en la puerta mientras se oían los gritos desesperados de su madre para que volviera.

Seokjin no quería llorar. Ya estaba acostumbrado a esto. Ya sabía que esto iba a pasar cada día. Ya lo sabía. Pero cada día sus mejillas y ojos se llenaban de lágrimas siendo secadas en silencio por sus mismas manos. Siendo consolado él solo. Porque en esa casa, no existía nadie más que él mismo para ayudarle.

Nadie iba a ayudarle.

Namjoon llegó tarde a su casa encontrándose con su padre en el comedor, sentado de espaldas a él. Se quedó unos pocos segundos observándolo antes de empezar a caminar a su cuarto.

─Llegas tarde.

La voz gruesa, fría y seca de su padre alarmó al moreno, se detuvo y se giró. Su padre, quién ahora estaba de pie observándole también, no mostraba una faceta amable.

─Yo... Estaba con mis ami- 

Su padre no le dejó acabar la frase.

─Me da igual. Solo quería avisarte. Mañana me voy de viaje por trabajo. Estaré fuera unos tres meses. 

Su rostro no mostraba expresión alguna. Y eso aterraba a cualquiera que le veía.

─Está bien. 

Era normal que su padre se fuera largos períodos de tiempo. Solo agradeció que avisara esta vez.

Su padre no dijo nada mas. Volvió a su posición, encendió la televisión y volvió a ignorar otra vez todo a su alrededor.

Namjoon subió a su cuarto rápidamente y cerró la puerta con fuerza.
─¿Que mas da cuanto tiempo te vayas o te quedes? Siempre se sentirá como si no estés.