El monstruo y su princesa (Namjin)

Secretos

—Toma.

—¿Está todo?

—Claro que si.

—¿Las armas también?

—En la mochila.

—Toma.—  el hombre le alargó un fajo de billetes.

—Bien. Nos vemos.— el peliazul tomó el fajo y se fué.

Yoongi salió del lugar acordado y se fué a su casa rápidamente.

Al llegar sus padres ya le esperaban.

—¿Fué bien?

Su padre se acercó rápidamente al pálido.

—Si, esta vez nos dieron mas.

—Déjame ver...— Yoongi le dió el fajo de billetes a su padre y este lo revisó.—Bien, parece que esa mierda junto con las armas es mejor...venderemos esto siempre a partir de ahora.

—¿Ah? ¿Sabes lo peligroso que es ir con eso por la calle...? Soy yo el que se la está jugando en esto

—Cállate, niño. Necesitamos el dinero y si esto vende más, venderemos esto. Porqué si quieres seguir teniendo un techo y algo que llevarte a tu jodida boca harás lo que yo te diga.

Yoongi no contestó.

—Y mucho cuidado con la policía.— agregó su madre.

—Ya lo sé.—Yoongi se fué a su cuarto y se encerró.

Vaya mierda.

No solo ahora estaría en el doble de peligro, sino que Jimin lo había visto. Sabía que el menor no diría nada, o eso esperaba. Pero le preocupaba poner tal presión en el chico.

¿Porqué mierda su vida era así?

Jimin no diría nada.

No iba a delatar a su hyung. Por muy ilegal que fuera lo que estaba haciendo, seguro que tenía una razón.

Y pensó en Hoseok.

Ya que Namjoon no estaba en condiciones de recibir a nadie, además de bastante agresivo, no iba a preguntarle. Y Taehyung...había estado ausente durante dos días. No respondía a las llamadas y mensajes y nadie lo vió salir.

Jimin creyó que sería buena idea preguntarle a Hoseok sobre por qué Yoongi vendía tales sustancias y por qué Taehyung había desaparecido dos días y él no se preocupaba.

Jimin salió de casa y llamó a Hoseok.