Capítulo N°15: "Secuestro Por Secuestro"

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#NARRA Francesco#

Llegando al pequeño pueblo de Roseto Degli Abruzzo. Seguía con la mezcla de emociones en mi interior. Sin embargo, todo se acabará pronto, con el nuevo plan que he ideado para recuperar a Atenna y ponerle fin a esto de El Trío Italiano.

Mi peor pesadilla se hace realidad.

Siempre me concentré en darle la mayor seguridad a Atenna, primero que nada porque es mi hija, obvio, y segundo, porque quería evitar esto. ¿Por qué lo digo? Sólo pensar, El Trío Italiano es muy famoso por secuestrar a hijas de multimillonarios, violarlas, sacarle el dinero, entre otras cosas, a algunos de mis socios o amigos les ha pasado esto, a 3 de ellos, y los he ayudado. Pero jamás me imaginé de luego de haberles pagado la extensa cantidad de dinero que les di y haberles hecho el favor de sus vidas, me fueran a pagar de esa manera. Eso si que es traición.

¿Me he sentido culpable? Un poco, a veces de solo pensar en aquellas chicas que pasaron por manos del Trío Italiano me da un poco de lástima pensar que yo fui quien inició toda esta locura. Pero nada como ahora, esto no debería estar pasando, ahora comprendo lo que sintieron los padres y madres de aquellas chicas.

Madres... "Mamá"... Isabella... Ella te hecha de menos, te extraña. Se parece tanto a ti, en todos los aspectos. Es tu copia.

Miraba al cielo mientras le hablaba a mi difunta esposa. De un momento a otro mi corazón se oscureció y recordé el daño que sufrí.

Teníamos un matrimonio perfecto, no entiendo como pudiste destrozarlo.

Agradeciendo tener lentes oscuros para tapar el hecho de que mis ojos se cristalizaron, bajé del auto seguido de Eros y mis guardaespaldas bajando de diferentes autos.

- Vaya... — Alargue viendo todo el cambio que había recibido la pequeña casa.

- Con todo el dinero que han ganado, ¿Qué podrías esperar? — Comentó Eros.

Caminamos a la entrada. Recuerdo que esta casa era un cuadrado de 4 paredes, con las cosas más básicas para la supervivencia básica de la vida humana, pero no lo suficiente para mantener a 4 personas. Pero ahora, era completamente diferente. Una casa italiana hermosa de dos pisos.

Cuando llegamos a la puerta, guardaespaldas se colocó delante  de Eros y yo y tocó el timbre de la casa, unos segundos después abrieron la puerta.

- Buenas tardes. ¿Qué desean? — Abrió la puerta el menor de los Ginoble.

- ¿Ernesto Ginoble? — Pregunté serio, mirando la hora en mi reloj.

- Si, ¿Algún problema?

Subí la mirada viéndolo directamente a los ojos y sonriendo con malicia. — Tú me ayudarás a encontrar a mi hija.

Seguido de esto mis hombres entraron armados a la casa empujando a Ernesto.

#NARRA Piero#

Gianluca y yo salimos a sacar el dinero de las chicas mientras que Ignazio se quedaba cuidando de ellas. Caminábamos por un bosque para no levantar sospechas y evitar que nos graben en las cámaras de seguridad que están sueltas por todo el país. No comprendo porque Ignazio insistió en que Gianluca y yo vayamos a por ello sabiendo la situación en la que estamos.

¿Secuestrada? - Gianluca GinobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora