¿Secuestrada? - Gianluca Ginoble

Capítulo N°19: "Palabras Compartidas"

#NARRA Atenna#

Han pasado tres días. Los tres días más extraños, ¿Por qué? Porque ninguna de nosotras ha cruzado palabra con el Trío Italiano. Tanto Gianluca como Piero e Ignazio han estado distantes, serios. Ni una palabra entre nosotros. ¿Es extraño, no?

- Si, lo es. — Gabriela me desconcertó. ¿Estaba pensando en voz alta? — Si.

Fruncí el ceño. — No puedo conmigo misma.

- Ni nosotras contigo. — Sofía se une a la conversación.

Nos reímos por un momento y  no comprendo como ninguna de nosotras nos asustamos al escuchar semejante portazo. Si, damas y caballeros, milagrosamente los tres italianos más peligrosos del mundo han entrado en ésta pequeña habitación después de tres días.

No se porqué, pero esto no me da buena espina.

Aquellos tres hombres, parados en la puerta, mirándonos fijamente. Sus expresiones de seriedad, sus músculos tensados. Miradas intensas, esbeltos. Transmitiendo peligro.

Eso definitivamente no es una buena señal.

Piero fue el primero en acercarse a nosotras. Con expresión seria, y hasta me atrevería a decir molesto tomó a Gabriela de las muñecas a la fuerza, ella sólo cedió. Con todo el tiempo que llevamos con ellos, ya sabemos que negarnos a algo no trae nada bueno. Piero salió prácticamente arrastrando a Gabriela y llevándosela. Sofía y yo nos miramos compartiendo una mirada de confusión.

Ignazio, quien se había molestado como Piero había tomado a Gabriela, se acercó a nosotras. Seguido se agachó y le tomó la mano a Sofía para luego levantarla. Luego, ambos salieron de la habitación.

Estaba a solas con Gianluca. Y esto me hace pensar en que había pasado algo de tiempo que no estaba a solas con él.

- Levántate. — Me ordenó. Obedecí y él se acercó a mi. Sentí miedo, no lo iba a negar, pero ya no era el mismo que cuando llegué. Estaba segura que mi mirada era de suma curiosidad. Quería saber que estaba pasando. — Camina. Y harás lo que te ordene. — Y así lo hice. Nos subimos al mismo helicóptero el cual nos había llevado a Rusia. De allí, vi nuevamente como nos alejábamos, dejando todo atrás.

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¿Dónde estamos?

No se...

Había pasado un buen rato desde que nos subimos en el helicóptero. Lo único que he hecho es contemplar la hermosa vista desde la ventana. Todo parecía retroceder en el tiempo, ¿Por qué? Porque todo estaba igual, ¿En qué sentido? Pues, Gabriela al lado de Piero y él viéndola; Ignazio en la ventana apreciando lo mismo que yo con Sofía a su lado; los cuatro en el asiento frente a mi, y yo con Gianluca al lado en una posición relajada, con las manos detrás de la nuca. ¿Entienden? Todo igual a cuando salimos de Las Vegas, en el primer día de secuestro. Un Deja Vu. Tomando en cuenta que la única diferencia era que las chicas y yo no estamos atadas.

Para sorpresa de todos, y posiblemente más mía, Gabriela preguntó. — ¿Dónde estamos?

- Llegando a un lugar. — Le respondió Piero con obvio sarcasmo.