#NARRA Francesco#
Si...
Si...
Finalmente.
- Aceptaron el acuerdo. — Confirmó nuevamente mi secretaria, Karla. — El intercambio.
- Si... — Una sonrisa retorcida se formó en mis labios. — ¡Perfecto! — Solté de golpe el vaso de whisky haciendo que caiga al suelo y se rompa en pedazos, asustando a Karla.— Lo siento, es la emoción.
- No tiene porque disculparse, señor. — Dijo profesionalmente. Tiene que aparentar ya que la habitación está llena de mis hombres.
Quien diría de que gimes como una perra cuando te pongo en el escritorio.
- Fuera de aquí. Y no quiero molestias. — Les ordené a mis hombres los cuales asistieron y se fueron dejándome sólo con Karla. — ¿Celebramos? — La miré con picardía. Sé levantó y se sentó sobre mi.
Lo mejor...
#NARRA Gianluca#
- No tenemos otra opción. Ya está hecho. — Afirmó Piero.
Solté un largo suspiro apoyando mis manos sobre el escritorio. — Lo sé.
- Te dije que era una mala idea, ¡Y tú lo sabías! — Me reprochó Ignazio.
- Ya sabemos que están bien. — Más que decírselo a ellos, intentaba convencerme a mi mismo.
- Ignazio tiene razón, esto fue una mala idea. — Piero pasó una mano por su cara, estresado. — Ya deberías decirlo, ¿Por qué a ellas?
Mantuve mi boca cerrada. Era una razón sumamente ridícula, por eso no quería decirlo.
Sólo quería verla. Y no es que pueda acercarme como una persona normal por la gran fama que he sembrado.
- ¿No lo dirás, cierto? — Preguntó Ignazio viéndome directamente a los ojos. Yo simplemente miraba al suelo.
- Ya lo hicimos, no importa el porque.
- ¡Hicimos algo que no tenemos ni la más mínima idea del porque sabiendo que las consecuencia serían increíblemente graves! — Colocó las fotografías que Francesco había mandado de Mariagrazia, Ernesto y Nina para amenazarnos sobre el escritorio.
- ¡Pero le sacaron provecho! — Grité. — ¡Tu te acostaste con Gabriela! — Señalé a Piero. — ¡Y tu te acostaste con Sofía y se enamoraron! — Ahora señalé a Ignazio. — ¡Y no me vengan con una mierda de Atenna porque no he hecho nada! — Intenté relajarme, pero no podía. Las palabras salían por sí solas de mi boca. — ¡Se quejan de que fue una mala idea pero le sacaron provecho a la situación, cuando según ustedes no hubo nada bueno! ¡No p—
- Gianluca, por favor. — La voz suave de Atenna me interrumpió. Agradezco que me lograran callar, especialmente que sea ella.
Ignazio y Piero miraban detrás de mi, la estaban viendo. Después de un par de segundos me volteé. Allí estaba ella, parada en el marco de la puerta. Se veía hermosa.
- Necesitas relajarte. — Se acercó a mi, me tomó ambas manos y me jaló saliendo de la habitación. Ahora estábamos en el pasillo. — ¿Mejor? — Me miró directamente a los ojos.
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¿Secuestrada? - Gianluca Ginoble
Random¿Cómo reaccionarias si te dijera que en la mejor fiesta de tu vida, será tu secuestro? Atenna D'angelo, una multimillonaria conocida a nivel internacional, junto con sus amigas, Gabriela y Sofía, planearon juntas una de las mejores fiestas. Por otro...