Nos paramos en mitad del campo y ambos nos volvimos humanos a la vez. Seguíamos en ropa interior pero no tenía verguenza. Vi como él avanzaba hacia mi lentamente haciendo que estuviese más ansiosa de besarle.
Al fin llegó a mi lado y le pasé los brazos por el cuello mientras el me rodeaba la cadera con los suyos para atraerme más hacia él.
-¿Quiéres bailar?- me preguntó.
-No hay música- fruncí el ceño. Solo se escuchaban los pájaros cantando y el sonido de las hojas de los árboles rozandose unas contra otras.
-Puedo pornerme a tararear si quieres- arqueó una ceja sonriendo y solte una pequeña carcajada.
-Sorprendeme- hice una mueca teatral sin parar de sonreir.
Hacercó su cara hacia mi oido y empezó a tararear una canción suavemente. Yo, en mi cabeza, también la estaba tarareando, la conocía por que era la canción que estaba tocando James cuando le sorprendí con el piano. Cerré los ojos y disfruté de sus dulce voz.
Empezó a moverse al ritmo de la música arrastrandome junto a él. Seguía con los ojos cerrados pero sabía que estabamos dando vueltas y más vueltas.
Cuando acabó abrí los ojos.
-Esa canción me suena de algo- le dije bromeando.
-¿Te acuerdas?- me miró sorprendido-. Pensaba que ya no te acordarías...
-Como olvidarlo- suspiré-. Todo parece tan lejano ya...
-Y que lo digas- me estaba mirando a los ojos. Por un segundo, creí haber notado a mi corazón palpitar, pero eso era imposible. ¿No?
Me desenganché de su cuello y me puse una mano en el pecho. Los ojos seme empañaron.
-James- le miré-. Mi... mi corazón palpita de nuevo.
Le cogí la mano y la puse donde tenia el corazón. Noté como una lágrima me resvalaba por la mejilla. Acto seguido me cogió y me empezó a dar vueltas entusiasmado.
-Eres increible- susurró sin quitarme la mirada de encima.
-Una pequeña pregunta... ¿Que voy a comer, comida humana o sangre?- le pregunté.
-Supongo que las dos te irán bien- se encogió de hombros.
-¿Y bien? ¿Ahora que?
Se abalanzó sobre mi y me besó apasionadamente, yo le correspondí el beso.
-No sabes cuanto tiempo llevo esperando esto- me dijo entre medias del beso.
Me besó el cuello y me mordió en la oreja mientras yo suspiraba y le volvía a besar de nuevo.
Todo iba muy rápido y vi en su mirada que él ansiaba más, mucho más.
-Espera- le dije-. No puedo hacerlo, yo... no estoy preparada- me avergoncé de pronto y agaché la mirada mirando al suelo.
Él me cogió de la barbilla y alzó mi rostro hasta que nuestros ojos se encontraron.
-No te averguences. Si no estás preparada yo lo acepto. Puedo esperar, siempre esperaré por tí... Esto no hace que te quiera menos ¿Entendido?- me limpió con delicadeza la lárgrima que acababa de salirme de uno de mis ojos.
Asentí y me abrazó con fuerza.
-Ademas, estás muy sensual en ropa interior- me guiño un ojo.
Arqueé una ceja y me sonrroje.
-Anda, vamonos- le dije.
~•~
Ya nos habíamos puesto la ropa y él tenía un brillo extraño en los ojos.
-Tengo un regalo para ti- me dijo dandome una caja de terciopelo.
-¿Para mi? No tenías porque- le abrace. Cogí la caja y ansiosamente la abrí. En ella habia una cadena con un anillo en ella en el cual, en su cara interior se podía leer Te encontre.
Le di un tierno beso en los labios y le pedi que me lo pusiese.
-Feliz cumpleaños- me dijo al oido.
~•~
-¡No me lo puedo creer!- exclamaron Alice y Shey a la vez.
-Sí- sonreí.
-¡Qué bonito!- dijo Alice con los ojos brillantes.
-Es tan ¡Aaaah!- gritó.
-Por cierto Shey y tus padres.
-Están de viaje de negocios- sus padres nunca la habían prestado mucha atención y eso me daba pena.
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Instinto
WerewolfCuando me advirtieron de que el amor mataba, nunca creí que fuese a ser literalmente. Me definiría como una chica solitaria y enamorada de un LOBO llamado James y muerta, literalmente MUERTA gracias a Edmond, mi estúpido exnovio MURCIÉLAGO vampiro...