Todo mi cuerpo hormigueaba sin parar. Era una sensación tan cálida que no quería despertar, pero abrí los ojos sin poder evitarlo.
Mi cabeza estaba apoyada en el pecho de James, justo encima de su corazón y sus brazos me rodeaban el cuerpo.
Sentí que sus manos se movían por mi espalda arriba y abajo lentamente haciendo que los pelos de la nuca seme erizaran.
Moví mi cabeza hacia su cara y lo primero que vi fueron sus preciosos ojos verdes.
-Buenos días- saludó sonriendo.
-Buenos días- le respondí con una somnolienta sonrisita- ¿Cuánto llevas despierto?
-No mucho ¿Qué quieres que hagamos hoy?- me preguntó.
-Ir al Burger King- estaba medio dormida y no me acordaba de que era un vampiro. Él rió.
-No puedes comer allí. Yo había pensado en dar una vuelta por el bosque.
-Me parece bien- asentí conforme.
Nos levantamos de la cama y yo seguía llevando el vestido verde. Solo que estaba roto y con gotitas de sangre.
-Un momento- le quité la gasa y vi que la herida estaba completamente curada-. Pero... cómo...
-Los licántropos sanamos rápido- me interrumpió.- Te espero en la cocina o tumbado en el salón. Pero que digo, te espero tumbado en el sillón. Me miré la muñeca, estaba curada.
Se fue y me vestí con una camiseta blanca de manga corta ya que fuera hacía calor y unos pantalones vaqueros cortos.
El pelo como siempre suelto y maquillaje, como que no.
Bajé las escaleras rápidamente y me di cuenta de que allí estaba Shey. Parecía más fuerte y se notaba que su aspecto había cambiado a mejor, estaba impresionante. Sus ojos brillaban con más intensidad y parecía más segura de si misma.
Corrí y la abracé con fuerza. Ella me respondió también al abrazo.
-¿Te lo han explicado todo?-pregunté cuando nos separabamos.
-Sí.
-No te lo había contado intentando que esto no ocurriese, no quería que esto ocurriera, lo siento...
-No tienes de que disculparte, no ha sido culpa tuya. Valery me llamó por telefono y me llevó engañada a un callejón donde todo se volvió oscuro. Allí fue donde empezó el dolor.
Un escalofrio me recorrió la columna. Alice se acercó a nosotras con su habitual enorme sonrisa.
-He quedado, me tengo que ir ahora chicas- las dije en voz baja. Se miraron y lanzaron un gritito a la vez. Cedric, Max, Blake, Adam y su novia Lilit, la chica dulce del baile se giraron hacia nosotras.
-James, James, James- vitorearon en el mismo tono bajito con el que yo se lo había dicho.
-Me voy. Adios.
-Luego cuentanoslo todo- me exijió Shey.
-Adios- repetí.
-Con pelo y señales- prosiguió Alice.
-He dicho "Adios"- me fui al sillón donde estaba tumbado James.
-¿Nos vamos?- preguntó.
-Sí.
Me abrió la puerta y me dejó pasar a mi delante.
Nos adentramos en el bosque y James me cogió la mano. Era realmente precioso. De pequeña no me dejaban entrar en él. Oí un ruido. Moví la cabeza.
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Instinto
LobisomemCuando me advirtieron de que el amor mataba, nunca creí que fuese a ser literalmente. Me definiría como una chica solitaria y enamorada de un LOBO llamado James y muerta, literalmente MUERTA gracias a Edmond, mi estúpido exnovio MURCIÉLAGO vampiro...