Hace mucho tiempo, Zeus creó al ser humano, con varias piernas y brazos, capaces de muchas cosas.
El rey temió de su poder y los dejó en dos brazos y dos piernas. Todo era bueno, los humanos, hombres, mujeres y niños nos venerarían y nuestra presencia viviría para siempre.
Lo que él no vio, fue que llegarían nuevas corrientes filosóficas y movimientos que cambiarían el rumbo de la historia.
Tampoco dijo que nos enamoraríamos de ellos y sufriríamos de amor.
Tampoco dijo que se harían parte de nuestra memoria y aunque quisiéramos olvidar no podríamos hacerlo.
Mortales, un mal necesario del que empezaré a escribir muy pronto.
(Y digo mal porque ¿quién les da el derecho de destruir...el amor? Por no decir que casi todo lo que tocan.)
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El diario del amor
Fantasy¿Les gustaría conocer la historia de una diosa que fue venerada, amada y querida? Están en el lugar correcto. Mi nombre es Afrodita y sí, una vez fui una diosa amada, querida y venerada. Una vez tuve el amor. Todos darán por sentado que po...
