Éste podría considerarse el "capítulo" más difícil de escribir, el más crudo pero real.
Papá...¿Cómo empiezo?
Me paso noches preguntándome si en verdad fui tan mal hijo, si tan asqueroso soy por tener gustos diferentes a los "normales", si en verdad lo único que te causé fueron vergüenzas, como vos dijiste.Todavía recuerdo aquel día en que fui golpeado, vi orgullo en tus ojos, solo porque creías que tu hijo era un "hombre que se mete en peleas". ¿Dónde entra el orgullo en eso?
Te decepcionaste cuando supiste que hice lo que pude y sin embargo nadie salió lastimado como yo, nisiquiera te preocupaste por mí, nunca.Llegabas a casa y ese lugar se volvía un infierno, mi mamá sufría por las cosas que le decías, y yo me lastimaba con los tratos que me dabas. Me orgullo de saber que nunca dejé que le hicieras mal a mi hermana, puedo asegurarte que si algo le hubiese pasado, yo estaría en la cárcel y vos 100 metros bajo tierra.
Nos dejaste, mejor dicho, te dejamos. No soy yo quién tiene que encargarse de vos, porque soy conciente de que vos mismo te vas a acabar, como la mierda que sos.
Todos aquellos insultos que alguna vez fueron dirigidos hacia mí, quedaron como cicatrices de algo eterno: Tu rechazo.
No pido que vuelvas a formar parte de mi vida, pido que razones por primera vez y al menos seas capaz de dar la cara para escuchar todo lo que tengo para decirte, porque papá, puedo asegurarte que vamos a volver a encontrarnos y ésta vez no voy a tener miedo, ya no.