Por un momento creí que no iba a volver a escribir acá, por un momento las cosas parecían tener rumbo y estar yendo bien. Sin embargo, me hice ideas positivas rápido demás, porque la vida se encargó de demostrarme que todavía mi total felicidad, va a tardar en llegar.
En este último tiempo experimente realmente lo que es el miedo, ninguna situación anterior se compara a lo que viví estos últimos días. Miedo, dolor, una mezcla de emociones totalmente horribles.
Estuve desaparecido, sí, y aunque quisiera volver acá, para buscar el apoyo de las personas que aprecio, sabía que había alguien mucho más importante que yo, que necesitaba de mí, y de mí apoyo.
A la mierda esas estupideces de que los hombres no lloran, joder. Como he llorado estos días.
Hubo un día que una enfermera se acercó, y me dio un abrazo que realmente necesitaba mientras me decía que en todos sus años trabajando en el hospital, nunca había visto a nadie llorando de la forma en que lloré.
Eso me dejó pensando, e hizo que llorara aún más.Pero lo necesitaba, es decir, necesitaba llorar. La persona que más amo en esta vida casi muere frente a mis ojos, y esa es una imagen que jamás voy a borrar de mi mente.
Al menos ahora todo está mucho mejor, mi pequeña ya no corre riesgo de vida y de seguro muy pronto vamos a estar juntos nuevamente.
Joder, de verdad, demuestren todo el amor que les sea posible, si aman a alguien, diganlo, porque en un momento podes estar tranquilo, en tu casa, y al otro podes estar haciendo una carrera al hospital porque tu hermana está grave.
Sí, no se guarden nada, amen sin preocupación y sobre todo, valoren a quién aman. Siempre.