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Hoy era el día.

El día de presentar el trabajo de sociales, el día en el que tendré que enfrentarme a verle la cara a Max después del encuentro de antes de ayer.
El día que quede con Max fue el miércoles, bueno pues el jueves, o sea, al día siguiente de tirarle de un sofá y hacer que rompiese una lámpara, le estuve esquivando todo el día, y él tampoco es que hiciese mucho por molestarme o hablarme o lo que sea, cosa que en cierta manera me molestó. Es como irónico porque, yo misma le esquivaba pero quería que él se acercase.

Esta vez me encontraba caminando hacia el instituto en lugar de ir en autobús porque necesitaba que me diese un poco el aire, creo que debería empezar a pensar en los "pros" y los "contras" de estar peleándome constantemente con Max, al final creo que no nos va a compensar a ninguno de los dos, además que me da hasta pereza a veces discutir con él pero es que están prepotente y tan Max, que me sobre pasa.

Desde luego como siga con esa actitud durante mucho tiempo más, se puede ir preparando.

Así después de lo que me pareció un siglo, llegué al instituto donde como era de costumbre llegaba tarde a si que prácticamente corrí hacia mi clase, pero gracias al señor karma o lo que sea que hay allí arriba, mi clase quedaba al fondo del largo pasillo y aparte de eso no me fijé en que el suelo estaba mojado, resultado; me resbalé como en los dibujos animados que se caen hacia atrás porque han pisado mal, pero algo pasó porque mi cabeza y mi cuerpo no llegaron a tocar el suelo.

Max.

Abrí un ojo y lo primero que me encontré fue la cara de Max como a 10 centímetros de la mía. Estábamos en la típica pose que se hace al final de un baile de parejas en la que el chico sujeta a la chica porque esta parece que se va a caer pero no.

- Esto... bueno... ¿gracias? supongo.

- De nada.- Sonrió.

- Bueno, cuando quieras me vas soltando, como veas.

- ¿Eh? Ah si.- Me ayudó a ponerme de pie.

¿Y que hago ahora? No por nada, si no porque llevábamos mirándonos como 1 año y medio y no me conviene que me pongan otra falta por llegar tarde, aunque bueno, por mirarle a él llegaría tarde hasta para ir a ver al mismísimo presidente.
Pero la vida es así de cruel y el segundo timbre para ir a clase sonó y no me quedaba otra que ir a clase así que me di media vuelta y seguí mi camino hacia mi clase.

- ¡Nayra!

Me giré.

- Luego, en la biblioteca, quedamos para el trabajo, así podemos practicar los dos.

- Em... vale.

Y ahora si llegué hasta mí clase sin ninguna interrupción más y entré.

•*•*•*•*•

Bueno veamos, tengo media hora para estar con Max en la biblioteca y ensayar la presentación, inconvenientes: que en la biblioteca siempre había o muy poca gente o nadie, y con poca gente me refiero a los empollones solo, vamos, ¿a quien si no le interesa estar en una biblioteca? digamos que yo no soy de ese tipo de personas, soy más hiperactiva y en estos sitios me aburro, claro que con Max haces de todo menos aburrirte, ¿alguien me explica cómo voy a pasarme media hora de mi vida sola en una biblioteca con el chico más guapo, más prepotente y más de todo de todo mi instituto?

Dos palabras; Max Mills I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora